martes, 14 de junio de 2011

CRONICAS TITERES DEL ZONDA

Crónica de la Gira Nº XI

“Por las huellas de los pueblos”

Brasil Parte II, la música de los encuentros.

Ciudad de Asunción Republica del Paraguay, 26 de Octubre de 2010.

Aquí nos encontramos dibujando nuestra America, como nos dice el Néstor; han pintado el corazón de Sudamérica, en su recorrido.

Tantas vivencias, tantos aprendizajes, tantos kilómetros, tantas funciones.
Tantas sonrisas.
Pero nunca solos en estos senderos, siempre cuidados, acompañados, acariciados por las manos del pueblo, por las manos de los hermanos y las hermanas que nos saben acobijar entre sus palabras convertidas en poesías para nuestros ya cansados espíritus trashumantes.

Y de repente, una chispa encendió un fuego.
Y de repente, una sonrisa encendió una carcajada.
Y de repente, un pensamiento encendió una esperanza.
Y una esperanza, encendió un sueño.

Que ya no es solo nuestro sueño, sino que es un sueño de todos y todas, de los que muchas veces no tenemos voz, los que muchas veces no nos animamos andar, los que muchas veces nos perdemos en los caminos de tormentas.
Soñamos viviendo, curtiendo la esperanza, la lucha, la resistencia, somos fuertes, somos muchos e importantes. 

Y así andamos desperdigados por los vientos construyendo verdaderas revoluciones que pasan desapercibidas en los ojos de los opresores, pero que para todos y todas son el agua de nuestra sed de cambios.
Pequeños, ínfimos, pero grandiosos momentos que nos forjan los espíritus y los puños para que sigan en alto, diciendo aquí estamos y existimos.

Paraguay en ebullición nos ha impregnado de brisas que arrasan los pensamientos, un país que se mueve, un país en plena juventud, un país que después de tantos horrores esta tratando de despertar.

¿Y donde más podemos estar nosotros?
Si no es en el Bañado Sur donde aquellos que tienen menos que menos, que menos de los menos, nos reciben con sus brazos abiertos, las sonrisas en sus caras. Y nos hacen continuar.

Pero esto, viene después de Brasil SEGUNDA parte, falta falta menos que antes, como dice una amiga, “Estamos mas cerca”

EL CAMINO DE CAMINOS:

Y así andábamos nomás.
Un muelle roto.
El alternador medio mal.
un destino incierto, con solo Diez reales en el Bolsillo.

Pero…

Con el tanque lleno.
Una llamada, una vos en el teléfono. Praia Do Forte, al norte de Salvador, estado de Bahía, Republica Federativa del Brasil.

Y así…
Vamos nomás.
De repente, un edificio, otro edificio, otro y otro, y mas otro, así multiplicándose por muchas cifras de edificios, y elevados a las potencias de edificios, y cada vez mas edificios.

Millones de millones de edificios, un edificio sobre otro edificio, una calle, sobre otra calle. Una avenida cercada, encerrada por otra, se multiplicaban de forma tal que siempre terminábamos en el mismo lugar.

Autopista por acá. Autopista por allá.
Un infierno.
Un verdadero infierno al mejor estilo de Benedicto, con todos los condimentos habidos y por haber.

Una ciudad que de chiquitita no tenía nada en absoluto. Terrible, espantosamente gigantesca, la antorchita no entendía nada, y nosotros menos que menos.
¿Qué por aquí, que por haya?,
que bajan el puente, que suben la rampa, que pasan el túnel, que pregunten allí.

¿Dónde estábamos?
Salvador, que mas que salvados estábamos atrapados, en semejante ciudad, pero así es Brasil, sus ciudades son inmensas como lo es de territorio.
Y de repente, una encrucijada,
¿Para acá?
¿O para allá?
¿Donde ir, es la cuestión?
Quedamos en el medio, frente a la baranda, para un lado un camino, y para el otro otro camino.
¿Cuál seguir?
La CAMIONETA se nos empaco. Mientras tanto estábamos en el medio mismo, autos por un lado, por el otro.
Una voz ya conocida salio desde lo mas profundo del motor de la estaciera: Hasta aquí nomás muchachos, decídanse que nos vamos hacer puré. Yo me paro, soy la mas vieja del equipo, con la experiencia les digo, déjense de discutir, ando renga con un muelle rotico, y ustedes no saben para donde diablos ir.

De un lado autos que tocaban bocina, del otro también tocando más bocinas, parecían conciertos de bocinas para dos pelotudos perdidos en Bahia.
Nuestras caras por la ventanita de la antorcha lo decían todo.
Perdidazos, en sima en el horario pico.
De no creer, pero así estábamos. Momento especial, crucial, verdaderamente emotivo. Más perdidos que el mismísimo Cristobita Colon, en la india.

¿Y como caranchos salimos de allí?
Salir salimos, porque ahora estamos en Paraguay, sino fuera por un hombre que se apiado de nosotros y nos dijo.

¿Dónde quieren ir?
Bueno síganme que les indico el camino, no sabemos si fue un ángel, pero a esta altura todo es posible. Su auto era blanco, su cabello también blanco, con una voz profunda, armoniosa. Sus ojos brillaban más que las estrellas, su rostro levemente iluminado por un aura muy especial.
Ustedes saquen sus propias conclusiones, eso si no le vimos alitas ni plumas.
Y así fue que llegamos a la Praia Do Forte.

HOMBRES Y MUJERES EN EL JARDIN DE LAS FICCIONES:

Hay lugares muy bellos, donde el mar acaricias las costas de una manera especial, donde las estrellas parpadean al compás de los trinos de un canto de ballenas. Donde el mato descansa por sobre la brisa fresca que remolinea por sobre las olas.

Hay lugares especiales, donde las tartarugas deciden procrear, donde las ballenas cantan.

Donde…
Donde…
Donde…

Donde el sistema se quiere apoderar, donde las superficialidades se hacen presente. Donde las mujeres y los hombres en vez de despojarse de sus miedos, de sus prejuicios, de sus ambiciones materiales.
Salen con mucho mas fuerzas sus egoísmos, sus individualidades, sus ambiciones y construyen una villa…
Donde, solo se es por lo que se tiene, o se aparenta tener.

Con casas bellas. Con hogares confortables. Con autos últimos modelos. Con dinero en sus bolsillos.
¿Pero acoso es eso los que nos hace felices?
Así es la libertad…
UNO debe elegir

El libre albedrío del como vivir, del como ser.
De andar cubierto con todas las mascaras habidas y por haber.
O
De andar con la piel desnuda reflejando el verdadero ser.
Uno decide en su andar.

La seducción es muy fuerte, la vista es muy tentadora a las bellezas superficiales. Pero solo es cáscara de la humanidad muerta.
Así es Praia Do Forte, una aldea maldita desde su nacimiento, condenada o tal vez premiada por el terrible capitalismo devorador de todos los sueños.
Con el tiempo, con el estar, con el saludar, con el mirar a la cara. Con el encontrarse,
la gente se VE…
Se encuentra con aQuellos y aQuellas que sus corazones no han sido envenados por el individualismo, sino con aquellos y aquellas personas que destruyen estigmas, y construyen amistades.

Los demás siguen haciendo cara de ver paisajes, mientras sus vidas se desvanecen en mínimas banalidades consumistas.

Así son los caminos que uno transita, son muchos y variados. Cortos largos, angostos, pobres, ricos, desolados, tristes, felices, dichosos, amargos, dulces, sabrosos, opulentos, ambiciosos, individuales o colectivos.
Son los caminos que están frente a nuestros pasos, en la hermosa LiVErtA.
Uno decide.
¿VOS por cual vas?

LA CASA DE FARINHA:

Y si uno se queda, el tiempo hace su trabajo lentamente, se perciben las cosas simples, las manos se encuentran, las palabras salen tiernamente de los labios. Se curan las soledades, se cicatrizan las heridas del estar, se comparte un pan, un pez, una mandioca, un vaso de agua, una sonrisa.

Así como cual Moisés, abrió los mares, el teatro, los títeres, el arte, nos abrieron el mato, para reposar en una casa comunitaria de harina de mandioca, entre su horno, entre sus palas, su aroma a tierra templada.
Compartiendo lo poco en plena sinceridad.

Con función y todo, el Ladrón de Flores, haciendo de las suyas, las caras de ver títeres con Elsa y Kassandra bailando con el padre de la Rosa, un joven hombre de 84 años que toda su vida fue un campesino que en sus manos cayosas esta el reflejo de toda su vida

Ustedes son unos malucos de verdad, esta función jamás la vamos a olvidar. Nos decían los demás malucos y malucas, y sus hijos maluquitos.

LA TRIBU DO SOL:

Ya vamos terminando esta gira, ya son varios kilómetros los recorridos, varios los amigos que supimos conseguir.
Pero no todos son amigos o amigas nuevas, sino que hay amigas viejas, jóvenes en edades, pero viajas amistades que se llevan muy dentro, así es que nos encontramos con mas arrugas, con mas experiencias, con mas vivencias, con ellas.

Las musas de la tribu do Sol, Ivana, y la Eli, viviendo en un paraíso, en plena comunidad construyendo su historia. Eligieron su camino, de un lado ven como amanece desde el mar, del otro ven como en el atardecer el sol es devorado por sobre el río.

Las aguas saladas y dulces besan sus pieles, besan sus pensamientos sus sueños vuelan en las noches de estrellas, con las brisas frescas que danzan entre sus manos.
Entre sus músicas que nos hacen vibrar los latidos.


CUANDO NO ES NO ES:

Cuando no es no es, cuando una gallina te orina, cuando un elefante te hace popo, cuando un gorrión te bombardea con su diarrea.

Son señales,
no son simples acciones intestinales de animalitos salvajes, sino que son señales que anuncian que se vienen tiempos difíciles…

Así fue que una gallina nos meo, un elefante nos cago, y un gorrioncito nos ensucio la única remera blanca que teníamos en el viaje.

¿Casualidad?
¿Quien sabe?, pero que se nos vino la racha, se nos vino.
Así es la vida del artista itinerante, hay lugares que te va de diez puntos para arriba y hay lugares que hasta se te rompe una heladera al querer descongelarla.

en esa estábamos nosotros.
Preparamos el teatro en la calle, con luces, sonido, todo. Los títeres en su lugar dispuestos a salir, las marionetas impecables, hasta habían planchado sus vestidos, lustrados sus joyas, pintado sus uñas.

¿Y que paso?
Nada, no había público.
Bueno si el publico no esta en esa calle, vamos donde lo hay, con los únicos treinta reales que teníamos salimos.
Quince reales para ir.
Quince reales para Volver.

En el Peluriño corazón histórico de la ciudad de Salvador Bahia. maravilloso, hermosos edificios antiguos, impresionantes, delicada arquitectura colonial.

¿Pero las personas?
Mas vale perderlas que encontrarlas, todos miraban y justo, justo al momento de hacer unos de los actos mas importante para el artista callejero, la bien llamada “Gorra” Salían inmediatamente proyectados hacia todas partes menos hacia donde estaba el sombrero de los titiriteros.

Lamentable, pero que coincidencia, que en la mayoría de los casos el publico en cuestión, se trataba de turistas, pero no de turistas comunes. Sino de “Turistas argentinos”. Es para reír, sino seria mejor desnaturalizarse (Lo estamos pensando de verdad)

Compartiendo el espacio con una estatua viviente, que en sus momentos de relajación nos invitaba una cerveza y nos decía
¡Si los argentinos, son así ché!

Pero todo bien, a no desesperar, ya vendrán los que valoran el trabajo del artista callejero, así fue que nos quedamos y nos seguimos quedando.
Las horas pasaron y pasaron.

Y NADA…
Como dice el tango, Volver con la frente marchita, sin ni siquiera poder recuperar los quince reales pa regresar. Una verdadera pena, pero con el corazón latiendo muy alto, los ánimos también mas arriba que las estrellas. Salimos hacia la terminal a tomar el colectivo que nos llevaba desde la ciudad de Salvador, hacia donde estábamos viviendo a unos setenta kilómetros.

Podríamos estar peor, nos decíamos, podríamos no se perder el último colectivo, podríamos estar viviendo como los hermanos que duermen en la calle. Podríamos estar sin un real en el bolsillo.
¿Qué peor que eso?
Llegamos a las seis y uno minuto de la tarde a la terminal, ventanilla azul, la línea Verde.
DOS PASAJES hasta Praia Do Forte.
No hay mas colectivos el ultimo acaba de salir a las seis de la tarde.
Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Noooooooooooooooooooo
Noooooooooooo
Noooooo
No
Fue así que nos tuvimos que quedar a dormir en la terminal.
Colorín colorado, y la mala racha ha terminado.

LAS BALLENAS Y LAS TORTUGAS NOS SALVARON:

Después de tan mala racha, con el orín de la gallina, el popo del elefante, la diarrea del gorrión, se fueron desvaneciendo lentamente las nauseabundas fragancias. El sol fue saliendo, la gente nos fue conociendo. Primero fueron los cantos de las ballenas las que nos tendieron una gran mano, el Instituto Ballena Jubarte, los amigos y las amigas que nos abrieron las puertas de la institución organizando funciones, presentaciones.

Eso que asistimos con ellos a ver la triste historia del partido del mundial cuando Brasil quedo eliminado de la copa.
¡Mañana los queremos ver con la misma sonrisa hermanos para la presentación!
Vale la pena aclarar que por la tarde teníamos la función y por la mañana, Argentina jugaba contra Alemania.
Terrible goleada alemana, he interminables cargadas, pero salio de mas, Mazzza como dicen en la tierra de Pele.

Luego que las ballenas nos salvaron, por intermedio de INSTITUTO y toda su gente, se nos aparecieron las tortugas del Proyecto TAMAR.

Así que acuerdo, y funciones. Reales para el viaje, arreglo del muelle de la antorcha, pudimos salir, reparación de la heladera, saluditos y besitos a la amiga Gabriela que nos aguanto en su casita del barrio de los artistas partimos rumbo al Sur.

UN ENCUENTRO MUY ESPECIAL:

Cruzando la Bahía, frente a la ciudad de Salvador en un ferri subimos la antorcha, recorrimos kilómetros y kilómetros y más kilómetros para llegar hasta ITACARE, un pueblo de pescadores, gente de mar.
Dándonos la vida que uno merece, panza al sol tomando agua de coco, refrescandonos con el agua de las olas que rompen en las piedras de una playa escondida, apareció…

Pensábamos que era la Ventolera, pero no no fue ella.
¿Argentinos?
Pues si,
A yo ser Argentina.
Charla, y charla, café por medio, microbio que hinchaba los quinotos también, nos conocimos con la Caro artesana, que estaba varada en ese pueblito hacia mas de seis meses.

¡Y mira!, se puede hacer la guita para comer, pero para volver esta difícil. No llego, la cosa esta complicada. La verdad que tengo una cosilla sentimental que me esta llamando en San Martín de los Andes, y quiero regresar.

Nos miramos los tres, (Nicolas, Sebastian y la Camioneta)
¿Y porque no?
Esta Carola es una maluca viajera como nosotros, porque no la llevamos, le hacemos un aventón.
Vamos hasta una ciudad muy cerca que se llama Eunapolis, y después nos vamos hasta las megas ciudades de Río de Janeiro, y Sao Paulo, en términos antorchisticos, serán como tres cuatro días de viaje, como unos 1.500,00 kilómetros.

¿Usted que dice Carola?
¿Se Prende?
¿Se animara Carola a subir a la antorcha?
¿La antorcha la aceptara a Carola?
¿Carola tendrá que empujar a la antorcha?
Vos si fueras Carola, 
¿que decidirías?
Si volver seria un tema de puro sentimiento, de atracción fatal, de corazón sentimental.
¿Te subirías a la antorcha?

VIOLA DO BOLSO, la música de los Encuentros:

La gente se encuentra. Cuando esos encuentros comienzan con lindas casualidades, las amistades que se van forjando se templan con admiración, sencillez, que hacen que todos los momentos venideros sean fuertes, dulces, de mucho aprender y compartir.

Es difícil recibir en la casa de uno a un desconocido, pero más si son dos desconocidos. Mucho más difícil si andan en una camioneta modelo 1965, y mucho más difícil si son artistas titiriteros trashumantes.

Es jugado, es una caja de Pandora, esta llena de cosas como ese carromato en el que andan, con sus leyendas a sus costados, “Títeres del Zonda”.

¿Quién serán estos mininos?
¿Cómo serán?
¿Habrán salido? ¿Ya estarán por llegar?
¿Serán buena gente?
Por las fotos, parecen. No se, decía la Joesia.
¿Qué dicen ustedes, los recibimos?
Vemos…
Sumario, salgamos a la vereda a ver que ya deben estar por llegar los muchachos.

De repente frente a la plaza, una antigüedad se detiene en una esquina en el mismo momento que de una casa cultural salen tres personajes de película.
SUMARIO
ANSELMO
MARQUIÑO
Heeeee, los muchachos.

Fue así en el mismo momento que nosotros llegamos, los amigos de Viola Do Bolso, salieron a la vereda a ver si estábamos llegando.
Comenzamos así, se imaginan como terminamos.

Bueno nosotros no somos muy cuantitativos, pero aquí si lo fuimos por los más de ochocientos niños y niñas que asistieron a vernos.

Cada función, cada sonrisa, cada mirada, era muy especial, muy tierna, muy trascendental, muy emotiva, de mucha sensibilidad. Un público que nos brindaba todos sus sentimientos y nosotros nuestro arte, mediante el cual nos unimos en un festejo de sonrisas y alegrías compartidas.

La ultima función, la sala completamente llena, los chicos especiales, con algunas dificultades motrices estaban delante, los demás todos mezclados. Un día especial, ya que seria la ultima presentación en la Ciudad, nadie se la quería perder, habían venido de las escuelas municipales de la periferia, habían venido de una escuela de niños con capacidades especiales, habían venido niños de un hogar de huérfanos.

Todos juntos, mezclados, nerviosos, atentos, pero por sobre todas las cosas predispuestos a ver teatro, y teatro de títeres.
Muchas emociones, muchos aplausos, muchas lagrimas.

EL COMPARTIR UN APLAUSO:

Gritos y mas gritos, sonrisas, carcajadas; caras de ver títeres. El cartel del Fin, el beso en los labios de Don Arturo con Doña Rosita.
Los aplausos.

La danza de Elsa y Kassandra, moviendo sus caderas al compás de un derbaque, acariciando al público, agradeciéndoles por tanto cariño, por tanto amor. Las miradas iluminadas de las personas, la delicadeza en sus manos al querer tocarlas, los besos tiernos en la cabeza de papel.

Lo transforman todo.
La magia del arte, nos lleva a lugares lejanos, nos traslada hacia la ciudad de las mil y una noches. Danzamos todos juntos a través de los sueños y es allí en esos instantes donde el tiempo detiene su tiempo.

Las diversidades nos hacen mas iguales que nunca.
Las limitaciones físicas desaparecen.
Las discapacidades se evaporan como cuales nubes frente al sol.
Y una pequeña niña de ojos de mar, se levanta de su silla con ruedas, mueve sus manitos aplaudiendo, y nos abraza el espíritu.
Nosotros no hacemos magia, ni tampoco somos capaces de hacerla. Pero si la compartimos con aquellos que también la llevan en sus latidos.

EL DEBATE DE LOS DEBATES:

Función tranquila, normal, el público especial como todos, niños y niñas de edades diversas, de entre cuatro y doce años. Maravillosos.

Bueno, ya chiquitos a sus escuelitas, a sus aulas, que los entretengan las señoritas maestras, le pasamos la posta.

¿Pero que aconteció? El colectivo escolar, estaba con otro grupo, y se demoraría alrededor de media hora, cuarenta minutos en volver por una jauría de niños y niñas.

¿Qué hacemos Sumario?
Que el Anselmo los entretenga decía.
Y entre el túmulto de gritos, una manito se levanto por entre todas las jóvenes cabecitas diciendo: ¿Señor, señor, le podemos hacer unas preguntas mientras esperamos?

Pues claro, que si. Pero hagamos una y una pregunta. Una de ustedes, nosotros le contestamos. Una de nosotros y ustedes nos contestan.

Nos preguntaron de todo, y analizaron completamente la función, el porque de los personajes, las salidas las entradas de cada uno de los títeres, sobre las técnicas de manipulación. Sobre porque hacíamos teatro, porque viajábamos. Preguntas que nunca antes nos habían hecho.

Nos toco a nosotros preguntar…
¿Ustedes creen que nuestra obra es violenta, porque hay garrotes y los títeres se pelean tanto?
Una mano grandota, grandota, grandotota se levanto. Y una voz contesto: usted señorita maestra no puede opinar, solo los niños. Vimos como la señora nos miro, nos izo cara de gruñir, pero no hablo.

Un joven de unos once años, levanto su mano, para contestar y nos dijo: No es violenta, nosotros no somos entupidos, lo que ustedes hacen es teatro.

MOMENTO DE DISFRUTAR, MOMENTOS DE SEGUIR EL RUMBO:

Después de tantas funciones, en la sala en el campo, hasta un debate en la universidad, de compartir almuerzos y cenas, de estar mas que cuidados, mimados. Nos teníamos que ir, seguir caminando, rodando y gastando las ruedas de nuestra antorcha. Pasamos hermosos he inolvidables momentos en la playa, en las cocinas, en los talleres, en cada uno de los instantes que vivimos en la hermosa ciudad de Eunapolis.

Solo quedan los agradecimientos a la comunidad de Viola do Bolso, solo queda en lo mas profundo de nuestros corazones los instantes infinitos de tanta hermandad y de tanta solidaridad hacia nos.

EL VIAJE DEL SIGLO:

Así como la Adriana, la Amandita, el Victorino, la Giobana, el Limeño Virreinal del Ruddy Castillo, se subieron a la antorcha, para recorrer un trayecto de la gira, en este caso fue la Carola.

Se subió nomás la compañera artesana.
No se puso celosa la antorcha no fue como la trato a la Adela de Ecuador que cada vez que ella subía la hacia empujar. Esta vez parece que le cayó bien la tipa artesana.

Y viajamos, viajamos, viajamos.

Pasamos por Río de Janeiro, llegando a Sao Paulo.

CULMINANDO BRASIL:

No se preocupen ya esta terminando la lectura, llegamos a una ciudad que es la Primera en población de America, mucha gente, muy grande, muy como les podemos decir muy grande, grandotota.

Cuando nos queríamos escapar de ella, nos encontraros los amigos mamolengueros y cirqueros de Abacirco, el Payaso Carlon, el famoso y cariñoso Nino y Paty, una familia especial con los que compartimos mucho mas que una función. Momentos de charlas, momento de encuentros, momentos de indescriptibles bellezas, así como lo es la hermosa familia que nos recibió.

Recordando cada rincón del hermoso Brasil desde Caracarai, Boa Vista, Manaus, el Gran Río Amazonas, Belén, Timo, Prai do Forte, Arembepe, Ambasai, Salvador, Itacare, Eunapolis, cada kilómetro recorrido nos trae a la memoria unos bellos recuerdos,

¡Brasil lo mas grande del mundo!

Y ahora en Paraguay, que contarles de paraguay, un país enigmático, hermoso para conocer, en estado de ebullición permanente, con la juventud en pleno desarrollo político, construyendo esperanzas, sueños para un mejor vivir.

Paraguay con su Guarini, con su cultura y su identidad que se esta encontrando lentamente con su pueblo, que grita a los cuatro vientos sobre su bella existencia, momentos intensos hemos vivido, pero esos serán plasmados en palabras en la próxima crónica.

Continuara…

Nicolas
Sebastian
Títeres del Zonda


Crónica de la Gira Nº X
“Por las Huellas de los Pueblos”

Brasil, Parte I- La intensidad de los sentimientos


16 de Abril de 2010 Ciudad de Eunapolis, Estado de Bahia, Republica del Brasil.



Y andando seguimos…

Pero cada vez más acertados de nuestra gran aventura, que estamos en el camino correcto, cada vez más seguros de la decisión que hemos tomado. Del salir del romper muchas cadenas propias y ajenas.

A esta altura del viaje se siente en el cuerpo y en el espíritu los casi dos años de trashumar, los dos años de no parar ni un momento, mas bien de no tener un momento de ponerse a pensar de lo que se ha generado, en un principio en uno mismo, y también claro en los demás.

Ya estamos cumpliendo con más de la mitad de nuestro viaje, no tenemos ropa, no tenemos dinero, no tenemos muchas cosas que el mundo materialista necesita, nos hemos despojado de muchas cosas, materiales espirituales. Nuestra visión del mundo es otra, nuestra visión de las cosas es otra, rompimos muchos muros, y construimos bellos jardines en la plena libertad.

¿Algunos nos dirán que somos unos fracasados?
¿Otros nos dirán que hemos perdido dos años muy valiosos de nuestras vidas?

No lo sabemos.

Pero si estamos más que seguros, que vamos acompañados por muchos y muchas que no tienen nada, que están despojados de todo, y nos hemos convertido en iguales que ellos.

Un instante sin instantes.
Dos personas, que llegan en una camioneta de 1965, muy antigua, verde con inscripciones en sus laterales, muy particular.

“Títeres del Zonda”

Uno flaco, y uno gordo.
Uno alto, y otro Bajo.
 Con valijas viejas, con telas mugrientas, con bártulos, con caños de aluminio. Con tornillos y tuercas dispersadas en el piso de tierra.

Y una rueda de personas, Niños, Adultos, Ancianos, curtidos de tanto vivir en una soledad perpetua, cotidiana, abrumante, desesperadamente solitaria y olvidada en todos los conceptos. Pueblos perdidos de los pasos de cualquier caminante.

¿Y que acontece?
Un ritual, el mismísimo ritual del teatro de antaño, el mismísimo instante de magia, donde las miradas se devoran los silencios, donde los instantes se transforman en cajas de Pandora, y la música de Astor Piazzolla, con un adiós Nonino lo invade todo.

Completamente todo.

Cada pequeño movimiento de estos dos personajes es minuciosamente observado por una docena de personas, va que decir una docena, un centenar de personas, va que decir un centenar un millar de personas, que jamás de los jamases vieron teatro y menos que menos teatro de muñecos.

Pantalones negros.
Camisas Negras.
Un Sombrero de Otavalo.
Un Sombrero de Saraguro.
Un Saco de Oruro.
Un chaleco de la Paz.
Los pies descalzos,
Como queriendo acariciar la tierra que pisan sus ya cansados cuerpos de tanto andar.

Y EL MOMENTO se aproxima.
Los latidos se aceleran.
Las manos comienzan a sudar

Y los nervios se mezclan con el murmullo lento y suave de un público que no sabe en lo más mínimo lo que acontecerá en un retablo negro, porque ni siquiera saben lo que es.

¿Por donde saldrán?
¿Qué será eso que esta allí?
¿Qué harán estos dos gringos?
¿Qué será esto de Tiatro?
                           Y el tango de la Biyuya, con la voz de Marina comienza a tocar, en un baile tranquilo y fugas de dos calaveras que se unen para hacer estallar carcajadas de los que han perdido ya sus dientes.
                            Sonrisas puras y aplausos tiernos.
Y vienen las caras de ver títeres, las caras de ver fantoches
Los garrotes aparecen.
Las flores, los ladrones, Doña Rosita, Don Arturo.
Rosendo, Don Julio Aryentino Corazón de Roca, Xoxen.
Las hachas, las flechas, las bombas.
El Fuego.
  Y los gritos de los niños y las niñas.
Y más gritos
Y Montones de gritos.
 Que hacen romper las estructuras de los que dicen que son grandes, para regresar en el tiempo y volver a convertirse en niños y niñas con arrugas, con manos llenas de callos de tanto trabajar.

En ese mismo minuto donde todos dicen: ¡un besito…!
en la boca, en la boca.
                      Un cartel, un viejo cartel asoma por el teatro anunciando
el FIN de la obra.

Ya no somos iguales que en el comienzo, algo ha sucedido, se han roto las cadenas, se han mirado los espíritus desnudos, el publico no es el mismo, los titiriteros no son los mismos.

Todo ha cambiado, todo se ha movimentado, los sentimientos, las caras son otras, las sonrisas son otras, las actitudes son otras.

La justa, y necesaria magia del teatro ha dado su toque en cada corazón de los allí presentes.

No somos iguales.
Nos sentimos más hermanos.
Las emociones se ven en las lágrimas del público, de los titiriteros, en las sonrisas de los niños y de las niñas, en una manito muy pequeñitica que saluda.

Y todos nos transformamos en muñecos de cartapesta, muñecos de papel; todos volamos al mundo sin muerte, al mundo del juego, al mundo de las risas. Todos nos hacemos marionetas donde nuestros hilos se unen a los hilos de los otros.

Y así bailamos en la danza de una vida más feliz, de un mundo sin violencias, sin mezquindades, sin hambre, sin frío, sin aquellas cosas que nos duelen en lo más profundo de nuestros sentimientos.

A través del teatro y el arte, a través de nuestra muchas veces olvidada humanidad.

BRASIL, EL PAIS DE LAS EMOCIONES FUERTES:

Brasil.
Ya estamos muy cansados, no solo nosotros dos, sino que también la maravillosa antorcha, nuestras vivencias se han transformado no en ríos caudalosos, sino más bien mares apasionados.

Estamos muy sensibles, ya que nos han paso miles y miles de cosas con demasiada sensibilidad, no nos podemos escapar a esos sentimientos. Anécdotas fuertes en un país de gente maravillosamente bella.

El corazón de los brasileros es mucho mas grande que el país en el que ellos viven, es impresionante, ahora estamos como en el medio de este gran territorio, mas precisamente en el Estado de Bahia, en una ciudad que se llama Eunapolis.

Ya hemos dejado atrás el enigmático amazonas, para adentrarnos en la fuerte cultura del Nordeste Brasilero, se nos hace muy difícil plasmar en palabras lo vivido, tantas cosas, tanta gente que nos brindo una mano, tantas funciones, tantas energías generadas por el arte. Tanto compartir que seria muy lamentable olvidarnos de alguna.

Trataremos de que por lo menos perciban las vivencias que para nosotros fueron mucho mas fuertes en lo concreto y en lo espiritual de nuestros pasos por estos caminos.

TEATRO DE ANDANZAS Y LA MONTAÑA DE CEMENTO EN EL CORAZON DE LA SELVA:

No solo hablamos en español en la America Latina, no solo están las lenguas originarias, sino que también están otras lenguas producto de las invasiones conquistadoras, así como la castellana, que vino desde la España misma, tambien esta la Portugueza. Para nosotros es algo muy raro, de un lado imaginario de la frontera que también es imaginaria, un lenguaje y del otro lado de esa rayita imaginaria otro lenguaje.

No se entiende. Pero si se comprende la historia nefasta y sangrienta que tuvieron nuestros pueblos en el momento del remate de las tierras, en aquel mal llamado descubrimiento. Donde un señor, pelado y gordo con su tunica tenida de rojo sangriento decidió por intermedio de un Dios despótico, repartir la tierra “descubierta” en dos imperios, el Español, y el Portuguez, de acá para acá, es de una corona, que habla español, de acá para acá, es de otra corona que fala portuguez.

Y nos cagaron.

Pero la cultura, y la gente trasciende esa sangre derramada, y la hermandad se hace mas fuerte porque en la resistencia a la opresión desde el lado español, o desde el lado portuguez es la misma. La gente con sus puños en alto de un lado y del otro es igual. Cambiaran los rasgos fisiológicos, pero la lucha es la misma, frente al dominador, frente al opresor y los gobiernos que ellos mismos imponen.

¿Y que paso?
Bueno tuvimos que aprender hablar en portuguez. Las primeras funciones la gente nos miraba, nos aplaudía cuando salía en cartelito de Fin, que para colmo en portuguez, fin se escribe FIM, así que hasta allí andábamos malucos.

Pero con paciencia y gracias a la gran pero gran mano que nos dieron los amigos de Locombia, allí en Boa Vista, pudimos superar ese objetivo, después de varias presentaciones, pudimos hacer que nos entiendan un poco más.

Y así, que como siempre, andando y andando, llegamos al Parque Nacional Virua, allí en el medio de la mata, donde comienza la floresta, donde nace la selva, comenzamos a aprender sobre la diversidad de este maravilloso país.

Funciones varias, en comunidades de pescadores a las orillas del río Blanco, allí junto a los biólogos, los geógrafos, los amigos nuevos supimos entender mínimamente lo que serian los nuevos caminos por recorrer.

Y después de pasar por la reserva indígena amazónica, de la comunidad Walmiri Atroari, donde solamente se puede transitar en un cierto horario. Donde las autoridades policiales especifican que no se recomienda parar en el camino, porque parece ser, que allí los indios tienen mañas antropófagas se comen algún turista cargoso que va a sacarles fotos hasta cuando duermen.

Siguiendo las instrucciones policiales, como buenos y santos viajeros, pasamos derecho, derechito por esa zona, eso si se nos rompió el tren delantero, y perdimos unos tornillos de la antorcha, ya que la ruta estaba muy llena de pozos, no se podía esquivar ninguno.

Llegamos a la húmeda ciudad infernal de Manaus, allí con una hermosa galera, fuimos recibidos por nuestras amigas angeles que nos cuidaron, Nara y Melissa.

Impresionante, la ciudad muy grande muy llena de vida, jamás hubiéramos pensado que semejante ciudad estaba en el medio de la amazonas, allí donde comienza el gran río.

Y así conjuntamente con los amigos del centro holos nos quedamos un mes en esa ciudad, haciendo las gestiones para embarcar a la camioneta en una balsa para llegar a la ciudad de Belen, ya que no hay camino entre estas ciudades.

Toco viajar por el amazonas, en un barco con muchas familias, por unos cinco días. Uno cerraba los ojos mirando el Río, y los abría mirando el Río también, en ciertas partes parecía un mar, se veía a lo lejos muy lejos la costa, y en las noches solo unas pequeñas lámparas iluminaban las pocas casas que a lo largo de las costa se encontraban.

Una aventura sin precedentes, viajando con familias enteras que migraban de una ciudad a otra, para comenzar nuevamente con sus propias historias, llevando consigo sus pocas cosas, su televisor, sus ollas, sus ropas, todos sus pocos bienes.

El viaje de sus vidas, el viaje que jamás volverían hacer, dejando en su pasado terribles historias de hambre, de dolores, de olvidos, para cambiarlas por una nueva esperanza, por un nuevo futuro, por un nuevo comenzar.

Es increíble, nos contaban sus historias con las lagrimas en sus ojos, con sus niños en sus brazos, pero con sus espíritus radiantes al nuevo despertar. Así también nos encontramos con un hombre que era minero de diamantes, una actividad prohibida y penada con la cárcel en estos días por el estado brasilero. La búsqueda de la piedra preciosa, la mas grande la mas pura piedra de diamante, para una vez por todas vivir dignamente. Tantas historias que será en otro momento que las escribamos, ya que sino seria interminable esta crónica.

Así fue, que pasaron los días en el barco, durmiendo en redes, y sorprendiéndonos en cada momento del viaje, en una parte donde el río que se hace más estrecho, las mujeres de la costa que viven en sus precarias casas de cartón, y de madera, escuchan el barco que viene.

Salen rápido de sus casas, suben a sus hijos semidesnudos y pequeños a sus rudimentarias canoas, y comienzan a chapotear con sus manos el agua del río Amazonas, pidiendo que les tiren unas monedas. La gente que va en el barco como toda gente pobre, tiene compasión con los de su misma clase, envuelven dulcemente en bolsas de plástico unos paquetes de arroz, de fideos, unas golosinas, las cierran fuertemente y se las tiran. Para que ellas las recojan.

Es muy impresionante las imágenes, las personas viven en una pobreza extrema, tienen todo, y no tienen nada.

En este momento solo toca suspirar, y mirar el cielo.
Así es así seguimos, y se vienen muchas canoas, que invaden las aguas marrones  de un río correntoso. No son mujeres, ni tampoco son hombres, ni menos piratas.
 Sino que son niños, y niñas, desde cinco hasta unos trece años, que con una impresionante agilidad, se enganchan al barco en movimiento.

Un momento justo a una velocidad muy experimentada, tiran su manito un arpon, que en la punta lleva un garfio como para que los sostenga, y así contra la corriente ellos se prenden del barco.

Hacen unas maniobras y de repente están arriba del barco, compartiendo una gaseosa, o comiendo un chocolate que los tripulantes les regalan.

Suben con sus canastitas vendiendo camarones y productos confeccionados en la región, palmitos, pescados, jugos, bananas, y tantas cosas, por unos pocos reales.

Así como llegan se van, como cuales aves en pleno vuelo, sonríen, miran asustados y con gran valentía, se retiran silenciosamente hasta que otro barco llegue  a las costas de su casa.

Volver a repetir su aventura.
Un momento, un pequeño momento de compartir cultura, de transgredir la soledad, de romper con esa incomunicación, al subir al barco para sobrevivir, para demostrarnos que ellos existen, que ellos están allí.

Que ellos ríen y viven también en las orillas de un Río llamado Amazonas.

EL ENCUENTRO TAN DESEADO:

Y no es para menos, ya la estábamos extrañando mucho, sin verla, solita, tan semejante viaje, tantos momentos vividos por nosotros. ¿y los de ella?

¿Que contara la antorcha?, ¿Que contara nuestra maravillosa camioneta?, solo ella lo sabrá, ya que tubo que viajar solita, solita unos días antes que nosotros en otra balsa, y llego el momento de encuentro en la ciudad de Belén del estado de PARA, en el nordeste mismo de Brasil.

Y así nomás como llego partió, la chequeada de siempre, el aceite, el agua, la batería, el aire en las ruedas. Un poco de limpieza y a los caminos.

Como nos dijo la Anastacia Garcia, vayan donde los reciben, así tal cual, vamos a donde nos reciben pero esta vez el trecho era muy pero muy largo, unos tres mil quinientos quilometros. En varias etapas.

La meta: PRAIA DO FORTE, norte del estado de Bahia.

Salimos silbando bajito, despacito despacito, con todo en orden contentos de volver a las andadas, pero con un pequeño problemita en los bolsillos.

DESTRUYENDO SOLEDADES:

Así que con todo absolutamente calculado, los centavos, las monedas los billetes, todo calculado en la libretita de viaje. Tantos kilómetros, tanto combustible, tanto dinero.

Esto queda, se compra pan, banana, y queso. Se duerme en el camino, en algún puesto de combustible, estación de servicio. El tema importante que para llegar al lugar donde nos reciben, no podíamos estirar nada las monedas, no nos alcanzaba el dinero, porque los ahorros y la plata que habíamos generado se nos había gastado en el pago de la embarcación por el río amazonas, nos había costado el doble de lo que pensábamos, entre el viaje nuestro, como también el de la antorcha.

¿Bueno entonces que?
Tocaba  llegar a una ciudad intermedio del camino, y allí hacer lo que sabemos hacer, marionetas, y fantoches, títeres, en la calle misma.

Elegimos la ciudad, que seria, Teresina, desde Belén donde estábamos, hacia allí unos mil kilómetros.
                         Salimos nomás.
 Unos dos días de viaje, constantes y sonantes desde muy temprano, y calculando como para llegar a Teresina por la mañana temprano y hacer las gestiones para podernos presentar en la calle con Elsa y Kassandra, hacer unos reales y seguir el viaje.

Todo bien, todo tranquilo.
Y aconteció lo que no tenia que acontecer.

Pequeña ciudad, un semáforo que cambia de color, pasa a Rojo, nos detenemos, unos instantes…

¿Qué?
(No no fue un choque, tranquilos)

El cambio que no entraba y la antorcha que no se movía, ni pa delante, ni para atrás, las bocinas que comenzaron a sonar, las putiadas en portugués, y los nervios que comenzaron asomar.

¿Qué paso?
Esos síntomas no los conocíamos de la antorcha, que diablos pasa, bueno bajamos, la empujamos como pudimos y nos tiramos debajo del motor para ver que acontecía con el embriague.

Nada, y nada.
Tirados allí abajo, comenzaron acercarse, primero uno, después otro y otro, gente que pasaba y les llamaba la atención primero el carro, y luego la placa, “Argentina” y nos preguntaban ¿Qué nos estaba pasando? Pregunta, que pregunta.

Paso un hombrecito que vendía en la calle, antenas y fundas para celulares, allí se tiro abajo con nosotros y nos dice es una manguerita que esta rota, toca cambiarla nada mas.

Y así que fue la búsqueda de la manguera, pero cuando uno esta de viaje, en un lugar que no es el de uno, y mas aún en un país que tampoco es el de uno, todo se torna doblemente complicado, y a eso le sumamos el idioma.

 Se nos acerco un muchacho. No se si nos vio tan mal, que le dimos tanta lastima, y el mismo nos llevo a los lugares donde podríamos conseguir el repuesto, primero en su moto, luego en su auto, de un lado hacia otro.

Hasta que por fin lo habíamos encontramos, el bendito repuesto. Nos tiramos debajo de la antorchita, mano que va mano que viene, Ya esta.
Probamos
Una vez

Probamos
Dos veces
Tres veces
Y…

nada
       No pasaba nada, solo las horas, y todo continuaba igual.
La tiramos con el mismo auto del mismo muchacho que nos había ayudado, hasta un mecánico amigo de el.

Y allí comenzó otro capitulo de la historia esta, el Mecánico nos dice, se rompió el cilindro de embriagué, será difícil encontrar uno porque es un modelo antiguo, hay que ver para adaptar otro.

No conocíamos a nadie, estábamos completamente solos, y sin dinero alguno.

¿Qué hacemos?
En esos momentos solo toca dejarse llevar por el mismo destino, solo toca tranquilizarse y ser sinceros con uno mismo, que las cosas van para donde deben ir. Pero eso lo decimos ahora, que han pasado el tiempo, en ese momento es muy difícil.

Conseguimos el repuesto.
Lo arreglaron y nos dijeron, vaya con Dios.

LA COMUNIDAD DE SANTO ANTONIO DE TIMO:

 Y no nos quedo otra que irnos con Dios, un abrazo que fue fuerte con lagrimas y emociones en los ojos, después de dos días de tratar de solucionar aquel problema, ya todo esta bien. Y eso nos llevo hacer una devolución a esa gente, a esos nuevos amigos, entonces decidimos hacer una función de Teatro de Títeres, y donde mas que en una fiesta patronal, del santo del pueblo.

Mas tranquillos, con la camioneta en perfecto funcionamiento, nos presentamos, realizamos varias funciones, nos alojaron en un salón parroquial, títeres a la gorra, títeres para toda la familia.

Compartimos el pan y el vino.
El desayuno, y las risas de una comunidad de verdad, unida por la religión, más allá del rito católico, más allá de las formalidades que lleva estar vinculados con la iglesia. Todos compartiendo, todos trabajando por la felicidad de todos.

Volviendo a una iglesia primitiva en conceptos, una iglesia pura, transparente, clara, el ritual en comunión verdadera con las actitudes de la comunidad. Era increíble ver la armonía de las personas, la calidez de las relaciones, las risas, los dobles sentidos, las chispas, las energías que se generaban entre todos.

Mucha gente, la iglesia repleta de personas, jóvenes, ancianos, niños, todos, utilizando el rito, como medio para compartir un momento en la comunidad, no como medio para hacer lineamientos, ni direccionar pensamientos, sino en la plena libertad de cada uno, para hacer posible una convivencia mas armónica entre todos.

Maravilloso, nos sorprendieron, nos dieron de comer cuando no teníamos comida, nos brindaron una sonrisa cuando estábamos desesperados, nos acariciaron el corazón cuando mas lo necesitábamos.

Nos alentaron a seguir, andando, nos pusieron las alas de los ángeles para que voláramos hacia nuestro destino.

LA PRAIA Y EL MAR:

Y llegamos nomás hasta la casa de Gaby en Praia Do Forte, allí en un mundo muy diferente al que veníamos nos encontramos con un muelle roto de la antorcha, con nuestro cansancio mas presente, nuestras fuerzas mas debilitadas.

Para recuperar el aliento, recuperar energías y levantar las velas para seguir andando, pero esta será una historia de otra crónica que ya se esta escribiendo como para no atosigar tanto la vista y cansar los pensamientos.

Los vientos van bien, laS cosas se ordenan, y los títeres hacen de las suyas, en todos los lugares donde salen en escena, en las escuelas en los teatros, en la calle misma. En las casas de Fariña, en las ciudades, en las comunidades rurales, en cada lugar que nos hemos presentado, se ha generado un momento único, fantástico, indescriptible de risas, de silencios, de intercambios, de abrazos.

El publico, la gente, el pueblo nos contiene, y nosotros los contenemos con ellos, algo mutuo, especial y mágico, como es el  TEATRO DE TITERES.

Ahora en la ciudad de Eunapolis con los amigos y hermanos del Punto de Cultura VIOLA DO BOLSO, mas de 800 niños nos han visto, hemos compartido tanto en solo una semana, muchas funciones, mucho trabajo, pero sobre todo mucha energía, y pensando mucho en lo una vez el Maestro Eduardo Di Mauro nos dijo, cada niño que vea aunque sea una única vez una función de títeres posibilita que el mundo cambie y sea mejor.

No se si a esta altura nosotros ya lo hemos cambiado para otros, lo que si la visión del mundo para nuestros sentidos, ha cambiado mucho y por eso estamos muy felices de hacer lo que hacemos.

Sebastian Aurelio Berayra
Nicolas Martinasso
TITERES DEL ZONDA
FANTOCHES DO VENTO




Crónica de la Gira Nº IX
“Por las Huellas de los Pueblos”

Andando y andando por la Tierra Bolivariana de Venezuela
12 de Abril de 2010 Ciudad de Boa Vista, Republica del Brasil.


Noguaraz, Compañero y compañeras de los sueños y de la vida, aquí andamos nosotros ahorita nomás en las tierras de la luz brasilera, respirando selva humedecida por las lágrimas de los ríos dulces como la gente que nos recibe en estos caminos.

Y como es costumbre cada vez que recorremos una parte de nuestra América latina escribimos una crónica, y esta le pertenece a la Republica Bolivariana de Venezuela.

Desde esa vez que dejamos a la pasional Colombia hasta hoy, hemos levantado el polvo de varios caminos de los tantos kilómetros recorridos, como las tantas vivencias, experiencias y aprendizaje por las que hemos pasado. Despacito, despacito la maravillosa antorcha nos ha encaminado hacia los pasos de la Tierra del Libertador Simon Bolívar.

El cruce de las rayitas mágicas:
Siempre el cruce de frontera nos genera un cierto nerviosismo, como así también una nueva expectativa por rodar por un nuevo país. La adrenalina se incrementa en la sangre, los latidos se aceleran.

La mejor ropa para los titiriteros.
La mejor lavada y pulida para la antorcha.

Todo en su mismísimo lugar.Nos convertimos en personajes, al mejor estilo peque-bu diría nuestra amiga Luci.


Los calzoncillos en su lugar, los títeres listos para la salida, las ruedas ajustadas y con la presión del aire necesaria. Todo en su perfecto lugar. Todo calculado en la justa y pertinente precisión.

Sin dejar un solo detalle al azar, papeluchos en orden, sellado de los pasaportes por el departamento administrativo de seguridad de la Republica de Colombia, el famoso DAS, en la salida del País, para la entrada a Venezuela.

Momentos de mas nervios, un edificio enorme nos da la bienvenida a la Republica Socialista de Venezuela, azul sus paredes, ventanales inmensos, gente que entra y que sale, uniformados por todos lados, ametralladoras y granadas, vallas de contención, por aquí y por allá, controles y requisas al gusto del transeúnte. Gente con variadas caras desde la felicidad eterna, amargura permanente y hasta el mismísimo rostro de estar asqueado de tanta formalidad y boludicracia.

¿Acaso no tenemos el mismo origen?
Esta cosa de dividirnos para que nos estrujen más.

Que le vamos hacer…Una bandeRITA de un lado y otra bandeRITA del otro.
Un pie en Colombia y otro en Venezuela.

Increíble.
Pero verdaderamente increíble, las realidades que se viven, por un lado y por el otro, de esas rayitas que están en el mapa de negrito y en trazos gruesos.

Después de estar en el territorio del paraco Urribe (paramilitar-narcotraficante del presidente de Colombia), el cambio político hacia la tierra de Chavez nos llenaba de expectativas, sobre la realidad vivencial del pueblo venezolano más allá de la información que generan los medios de comunicación, mas allá de los comentarios buenos y malos de los Colombianos.

Nosotros con una gran expectativa sobre el gobierno Revolucionario del Compañero comandante, con mucha esperanza, con muchas ilusiones de vivenciar el proceso Bolivariano.

¿Y que paso?
La señorita burocracia apareció con su vestido de última moda, pero repitiendo vestuario como siempre, toda embadurnada con su maquillaje típico de solterona histérica, nos atendió de la mejor manera posible. Con su mejor cara de culito, o de pompis como dice nuestra Rossita.

Buenos días, señores titiriteros, son las siete y media de la mañana y aquí podrán poner en acción su capacidad de paciencia…la realidad nos dio un calido golpe en la mejilla. Y a esta altura de nuestro recorrido ya hemos aprendido que debemos ser buenos camuflados en el cruce de fronteras, con el disfraz de “turistas compradores compulsivos”, jamás decir que somos trabajadores del arte, jamás decir que lo que hacemos es trabajar, jamás decir que llevamos cultura.

Es que eso genera miedo a los que están en el poder, miedo de uno diga nuestra verdad, de que uno genere espacios críticos para poder entre todos analizar la realidad, llegar a conclusiones, y hermanarnos en una eterna resistencia y lucha por nuestra libertad.

Si demostramos una minima pizca de nuestra sensibilidad, no nos dejan entrar a ningún país, nos tildan de vagos, sucios, zaparrastrosos, hipis. No tenemos nada en contra de la gente que realiza sus “Trabajo” en las fronteras pero son personas muy especiales que el sistema las ha captado, para ser bien hijillos de putilla.

Pobres espíritus esclavos. Pero bueno uno decide en la vida que hará de ella, nosotros decidimos la hermosa LiVerTA, como los muchos, la mayoría de hermanos y hermanas del mundo que hemos conocido.

Así es amigos y amigas,
¿Y quien apareció?
Migraciones, la migra y esta vez con el traje de una señora con remera roja, gorra roja, y medias rojas, corpiños rojos, calzones rojos que nos dice: ¡Para atrás, para atrás, espere su turno!; pero ahora me olvide el sellito, así que tengo que ir a buscarlo a mi casa. Ya regreso, y respeten la fila. ¡Muchas gracias!

Y así fue después de una hora, dulcemente nos estampo en nuestros bellos pasaportes del color del primer mundo, el registro de la entrada en la Republica Bolivariana de Venezuela.

¿Ya esta listo?
¿Y entonces que hablan de burocracia?
Todo no culmina allí, falta Aduana y los papeles de la Camioneta.

Otra oficina, otra funcionaria, el mismo vestuario, la misma cara de solterona o solteron, que mire en la pared allí están los requisitos.

a) Formulario de solicitud de permiso para circular por territorio Bolivariano (Duplicado)
b) Fotocopia y original a la vista del funcionario actuante de las diez primeras hojas del Pasaporte. (Por Duplicado)
c) Fotocopia y original a la vista del funcionario actuante del dominio del Vehiculo.
d) Fotocopia y Original a la vista del funcionario actuante del seguro obligatorio automotor, con la empresa Pirulo Lo Protege, sociedad Socialista Revolucionaria del Gobierno Bolivariano.
e) Cancelación de las estampillas.
f) Nota de autorización de requisada de automóvil.
g) Certificado medico del conductor del Vehiculo.
h) etc. Etc. (Nota 1)

Nota 1: Toda documentación ampliatoria que considere oportuna el funcionario actuante.

Así que imagínense, lo que se les puede ocurrir a los estructuralistas burócratas…

Después de tantas idas, venidas, y vueltas a ir. Logramos que nos dijeran esta todo listo, esperen allí.

Y las horas pasaban, y los minutos pasaban.
Y nada.
Y Nada.
Y nada de nada.
Y nada pero nada de nada.

Mirábamos la pared, los agujeros, los cuadros, la gente que entraba y salía. El sol que cambiaba de lugar, la gente que hasta nos saludaba. El retrato del presidente nos miraba seriamente, de momentos nos sonreía, parecía la Mona Lisa al estilo revolucionaria con su pañuelito rojo, con su puño en alto, no sabiendo si para golpearnos o saludarnos.

Allí sentaditos como esperando a la mama, y el papa que nos retire del jardín de infantes, nerviosos.

¿Se olvidaron de nosotros?
Comenzábamos a toser, sin llamar tanto la atención.

Despacito, despacito, pero nos concentramos tanto, que le seguimos a la tosida, tanto, tanto;
Pero cada vez más fuerte, hasta que se nos escaparon los pulmones.
Señal que no tenían la minima intención de atendernos, después del concierto de Tosidas.
¡Y nada!

Los latidos se aceleraban y las manos se nos estaban quedando tiesas, sentíamos un cosquillido en las piernas, nuestra ropa se endurecía, y lentamente nos estábamos transformando en momias vivientes.

¿Seriamos una estatua mas para un museo bolivariano?
¿Seriamos parte de una galería de arte, o lisa y llanamente nos tirarian al basurero?

Estáticos en tierras desconocidas.
Cada parte de nuestros músculos se alejaban de la movilidad, solo en las miradas podíamos comunicarnos.
La telepatía, existe, entre nosotros.
¿Qué carajo pasa?
¿Quieren un cariño?
¿Quieren un muy buen agradecimiento?
¿Quieren una interesante coima?

Tal vez…
¿Si?
¿No?
Pero no es nuestro caso, parece que funciono eso de los personajes de turistas compradores compulsivos, y el vestuario de luxo, la pinta de viajeros con tarjeta Visa internacional.

Pero, si nos revisaban los bolsillos solo teníamos diez bolívares fuertes, como para el combustible y una botella de agua.

Parece que el olfato de la policía de aduana les estaba fallando. Mientras tanto, silbábamos bajito; cuando comenzamos a ver que después de más de seis horas de tenernos así, no conseguirían ni un billete.

Hasta que una vos de ultra tumba, nos dice: ¡aquí tienen, sus papeles!, PERO, pero deben pasar por el departamento de transito para que los autoricen a circular.

Huy, listo una, y el comienzo de otra…

El Camino de la Libertad con posos:

El pueblo venezolano es un pueblo muy especial, muy interesante, muy diferente a los muchos que hemos recorrido, no solo en su estructura física, en sus gustos y en su hablar, sino también en su forma de pensar, en el ser, en su hermosa identidad, en su actuar cotidiano.

El primer contacto para nosotros fue muy duro, sentimos una distancia muy amplia, un permanente mal humor en sus acciones, como si estuvieran desganados, cansados, tanto en el hablar, como así también en el trato. Sin voluntad de hacer lo que estaban haciendo, hasta confundirse su actitud con un muy mal genio.

Verdaderamente sorprendidos, hasta que con el paso del tiempo uno los va queriendo y se va enamorando de ellos, son así, son libres y sinceros, son como son. Y no es que sean malos, o irrespetuosos. Son así, especiales, con su forma característica de ser.

La historia del país, no es muy diferente a la de todos los que hemos recorrido, con sus interminables golpes de estado, con sus matanzas, su persecuciones políticas, sus gobiernos corruptos, sus políticos de ultima, pero eso si, con la particularidad de su gran riqueza petrolera.

Una gran trayectoria en gobiernos asistencialistas que solo han transformado a la mayoría de su gente en meros “Recibidores” de migajas de recursos mínimos como para solo sobrevivir y comprar su caja de cerveza, así que como en todos los países latinoamericanos, la misma receta y este mismo accionar político de parte de los gobernantes de turno, generando costumbrismo, sin pensamiento critico, hacia un individualismo concreto y devastador de todo proceso comunitario y participativo. Estancando todo movimiento verdaderamente social y popular que visualice la desigualdad y el canibalismo del sistema capitalista.

El pueblo venezolano es como sus caminos, libres de peajes, con el combustible muy barato, pero con grandes baches, con muchos posos, que solo el devenir de su propia historia podrá arreglarlos o empeorarlos.

Esta en su pueblo, el cambio, SOLO en su gente.

Y el maestro de los maestro de la vida:

No es difícil en la vida encontrar buena gente, hay a montones, y cantidades superiores a los malos. Desde que hemos salido a recorrer esta America, siempre ha sido así, solo uno que vive en Buga, Republica de Colombia, pero ha sido la excepción, siempre nos encontramos con muy buena gente.

Pero hay personas que de tan importante se transforman en necesaria, así como el Maestro Eduardo Dimauro, y su compañera Maritsa, gente maravillosa y necesaria, por el ejemplar de sus vidas.

Su lucha, su oficio de titiritero, su concepción ideológica, su verdadero socialismo, sus pensamientos, su conversar, su humildad, su charlas, sus palabras sinceras sus brazos abiertos y su mirada llena de tanta energía en el mañana.

Desde hoy serán mis hijos, nos dijo el Maestro Eduardo, desde hoy no se preocupen muchachos que aquí los cuidamos.

Gastamos nuestros trajes de baños, las eternas charlas en la biblioteca, en su oficina, debajo de las palmeras del club español donde entre el agua de la pileta y el sol caluroso de Guanare disfrutamos instantes maravilloso, increíbles momentos de tanto aprender, de tantas palabras que nos envolvían el corazón, nos sensibilizaban mas, y nos daban mucha fuerza para el camino.

Se puede ser tan digno en el oficio de titiritero como un doctor, como un educador, como un contador, como un abogado, como un ingeniero, como un albañil, como un jardinero, como las tantas actividades que realizan los hombres y mujeres para vivir dignamente.

Pero el titiritero, el trabajador de la cultura y el arte tiene la obligación histórica de ser crítico hacia la realidad, poniendo en tela de juicio el conflicto permanente de la gente, del pueblo y de sus vivencias cotidianas, más allá del simple divertimento. Con el humor sencillo, y pícaro que es común en el teatro de muñecos.

Haya por los años 1950, dos hombres jóvenes decidieron viajar haciendo títeres por argentina, dejaron sus estudios universitarios por el teatro de muñecos, fue su pasión, los títeres los atraparon, y la poesía los invadió completamente, tantas sonrisas, tantas presentaciones que los invitaron para ir hacia Rumania, un país socialista, pero bien lejos de la Argentina.

El problema era que debían pagarse el pasaje y en esa época como en la actual un viaje de tanta distancia, se necesitaba bastante dinero como para costear dos pasajes.

Y como todo titiritero en todas las épocas existentes, No tenían un peso estos dos locos andariegos. No sabemos porque pero nos hacen recordar a unos que conocemos muy bien, pero esa es otra historia que algún día les contaremos.

Y como muy buenos titiriteros, muy buenos amigos tenían y uno de ellos les dijo, manden cartas al publico que los vio, y cuéntenles de esa invitación, y díganles lo que sueñan ustedes en ese viaje, y para hacer posible ese sueño, necesitaban de un empujoncito y unas monedas para los gastos de los pasajes.

¿y QUE paso?
Nada en los primeros quince días, Eduardo le decía a Héctor: ¿Quién nos va a mandar plata? Metimos la pata, mira que nos van a mandar la plata para el viaje.

¿A los Veinte días?
Estamos locos, y ahora como vamos a ver a la gente a los ojos, después de semejante locura nuestra.

y a los treinta dias...

Un envío, dos envíos, tres envíos, cuatro envíos, tantos envíos que al los sesenta días, tenían dinero como para viajar en primera clase y les quedaba un resto como para tomarse un café en Rumania.

Así fue que esos dos hermanos de sangre, pasión, amistad, complicidad, andanzas y oficio de titiriteros, pudieron viajar, aprender y transmitir hasta hoy tanta experiencia en el teatro de títeres.

A sus 84 años de edad, el Maestro Eduardo nos decía, ya he vivido mas de tres vidas juntas, y estoy convencido que el mundo seria mejor si todos los niños por lo menos una vez en su infancia hayan mirado una función de teatro de títeres.

Para nosotros un hombre con todas las del saber, un maestro que recorre su teatro Tempo, el mismo es el teatro Tempo, el mismo lleva en su sangre títeres, en sus ojos, en sus manos, en sus pies.

Títeres, y títeres, por la dignidad de los titiriteros, por la cultura, por la vida, por la alegría, por el disfrute de cada instante puro y sincero como sus palabras. Títeres que lo hacen tan joven y tan lucido en sus lecturas políticas y sus pensamientos.

Así es pues, que el viento Zonda, quedo mudo, estático, fresco, sin romper el silencio, inmóvil, pero inmensamente perceptivo de las palabras sabias de un hombre sabio, para así poder seguir soplando el espíritu de aquellos que se encuentran en sus pasos.

Gracias maestro, gracias amigo, gracias Eduardo, Maritsa, y la gente del Teatro Tempo.



Y las andanzas nos llevan hacia los caminos semiáridos, en el valle de Carelia:

Elsa y Kassandra, otra vez en la historia de los Zonda, siempre están allí metidas las divas de las caderas flojas, haciendo de las suyas.

De la maleta del abuelo Mauricio Eliazar Sanchez (Don Tito), se nos escaparon estas dos trasnochadoras; estábamos hablando de que en pronto tiempo teníamos que repararla, ya tantos años y tanto viaje, tantos lugares y tantas presentaciones, el cartón y la madera tuvo su desgaste.

Así que por allí, por los agujeros y buracos de cartón, se nos fueron a parrandear y rumbear estas niñas pecadoras.
¿A dónde va ser? A bailar, y bailar.

¿Y esta vez con quien se encontraron?
¿Con la migra?
No, Dios nos guarde, y todos los santos, y todos los diablos juntos, que no.

¿Con los evangélicos?
No, que nos guarden los ateos y agnósticos.
y entonces con quien...

Con la bella Carelia, su compañero Steel, y su hijas.

Toda una familia, nos supieron conseguir, que nos alojaron, nos ayudaron a enfrentarnos nuevamente con la Señora Burocracia Estatal, hasta nos consiguieron unas bellas funciones.

Aprendimos que de la soledad de un clima árido, sin las lágrimas de una nube, la vida lucha por existir, en un ambiente tan difícil y complicado en el latir.

Entre arboledas y una tierra seca, pero increíblemente productiva nos alimentamos de sabios conocimientos, compartiendo sangría, café, y deliciosas arepas supimos hermanarnos con tan bella familia de Cabudare.

Momentos calidos de tanta hermosura, que uno tienen con gente tan rica en sus espíritus, hermanos de los caminos y de la vida que nos hacemos en el andar; les estamos eternamente agradecidos.

Gira por el oriente Venezolano:

Esto de andar y andar nos hace recorrer el lugar menos pensado y nos hace estar en sitios que jamás pensábamos estar.

Y los amigos del teatro Bengala, nos supieron organizar unas funciones por Anaco, El Tigre, Puerto la Cruz, y descansar una noche en Lecheria en un complejo que más que uno se caería de pompis.

Recorrimos todas las escuelas, estuvimos en el teatro haciendo de la nuestra con los títeres, regalando sonrisas a un público hermoso, participativo y cariñoso.

Una familia muy especial:



El mundo es pequeñito, pequeñitiquitico, y los viajeros se encuentra, y se vuelven a encontrar, se conocen y se vuelven a conocer. Se descubren, y se hacen simplemente amigos para toda la vida.
En su mayoría los argentinos, somos juntos a los Colombianos los que mas viajan por las rutas americanas, siempre hay una yerba mala argentina, por suerte, dando la nota en algún lugar del globo.

Esta vez, eran muchas y el lugar se llamaba Chichiribiche, un paraíso del mar Caribe Venezolano, aquí una manada de paisanos ocupando un galpón, junto a otros viajeros, Chilenos, Peruanos, Colombianos, y Brasileros.

Todos juntos viviendo en comunidad, demostrando prácticamente que la hermandad Latinoamérica existe, en armonía y equilibrio.

Alli, donde el mar besa las costas en los colores mas bellos, donde el cielo se une a las estrellas en el latir de una luna llena, donde el agua calida abraza los cuerpos curtidos del sol de los viajeros.
Uno revive, uno renace nuevamente en el simple andar.

La naturaleza te absorbe, te somete al nunca olvidado instante primitivo de soledades intensas con uno mismo.

Y quedamos atrapados en el misticismo de las mareas, donde los hombres nos convertimos en dioses y los despojamos de toda autoridad.

En ese mismísimo lugar, conocimos a los tres, los tres, LOS TRES, con mayúsculas y en negrita, la Peti, el Rulo y la Luna, personajes del camino, hermanos de los sentimientos, charlas eternas entre vino, y fumarolas, acampadas en las islas.

Recorriendo las playas con sus caritas pintadas de payasos, entre el baile de la exuberante Elsa y la erótica Kassandra, supimos romper corazones venezolanos, con la complicidad de Ciruelita con su pancita de arepas.

Los chistes del Cogoyo, mas que para reír eran para llorar, pero el gran actor de los actores los sabe transformar en sonrisas y buenas monedas para la gorra. Maravillosos amigos los momentos de tan lindas compartidas.

Junto al Maltin, la compañia de circo Teatro ambulante y nosotros un equipo para alquilar balcones, nos presentamos en todoooodas las escuelas del hemosro Chichiribychi, llenando de sonrisas a muchos niños y niñas.


Una de Terror, la violenta muerte del Chocolate:


Esto de estar tanto tiempo viajando nos enseña mucho, y uno percibe mas de los lugares donde uno gira, el estar unos tres meses en un país nos da una visión mas amplia y mas sincera, verdadera de la realidad de las personas que conviven en un país, en una ciudad o en un pueblo.

La mayoría de las veces no caemos en hoteles de cinco estrellas, ni menos aún compramos en paquete turístico, una porque no tenemos los recursos, pero principalmente es porque la intención de nuestra gira es colmarnos de vivencias pero de las vivencias cotidianas de la personas, en sus rutinas, en sus quehaceres normales.

Invadimos el espacio diario de la gente, de la familia que nos invita a su compartir su techo, su plato de comida y es así que uno puede llegar a tener una percepción un poco mas amplia de la realidad y es así como podemos estar viajando.

Esta historia que habremos de contarles, sucedió en la vida real, en el momento que nosotros estábamos en la Ciudad de Valencia, nos marco, nos izo analizar, hasta tomar la decisión de seguir o irnos de Venezuela.

La ciudad de Valencia es una de las más importantes del país, esta entre la segunda y tercera de mayor iteres económico, ya que contiene una de las zonas industriales mas conglomeradas de la región. Muchos habitantes, muchos trabajadores y por consecuencia mucha delincuencia, o malandraje como dicen los venezolanos.

Y esto desemboca en mucha violencia también, según nos decían los amigos es la segunda ciudad mas violenta de Venezuela, el primer premio lo tiene la capital del país que es Caracas.

Aquí la gente que puede se transporta desde sus casas a sus trabajos en vehículos propios, y la que no lo posee, lo hace mediante otro medio que son por ejemplo una corta línea de tren subterránea, que solo hasta la fecha posee unas cinco o seis estaciones, y lo que queda en su mayoría es el transporte publico de pasajeros en colectivos o buses.

Este ultimo transporte, en su mayoría se trata de flotas de todo tipo de movilidad, desde colectivos de 40, personas hasta, camionetas utilitarias adaptadas para el transporte de pasajeros que llevan diez o doce personas, cuyos modelos son bastantes antiguos en su mayoría.
Eso si, lo que no escatiman en modernosos modelos, son los equipos de sonido que llevan las unidades. Música llanera, salsa, boleros y algún Gitano Sandro, suena en los parlantes y luces de estos vehículos, que hacen estremecer los tímpanos y transportar a los pasajeros como si fueran las mejores discotecas, al zon de la salsa.

Bastante maluco el servicio, no por su periodicidad, sino más bien por su comodidad, y claro por la inseguridad constante que reina en ellos, como si fueran tierra de nadie.

Después de la brevísima descripción, nos adentramos en la terrible historia de Chocolate:
Un día, una hora especial, un hombre especial con cuatro hijos una esposa, y un trabajo común, Chofer de bus, la línea 12 de Octubre, con un recorrido normal de tres horas, desde el barrio de Tucuyito, a la entrada de la ciudad de Valencia, hasta el Big-Love, la terminal de ómnibus de larga distancia.

El recorrido va por parte de la ruta principal. Mano que se asoma para subir, se para el bus, donde puede y lo sube por la módica suma de dos bolívares fuertes. Mucha competencia en el transporte, pero un trabajo muy desgastante.

Ni bien un chofer se sube al colectivo o el bus, ya esta debiendo un alquiler que va en proporción a la cantidad de pasajeros que puede trasladar la unidad, esto es desde cuatrocientos bolívares fuertes en adelante.

Para tener una idea mas general, el salario mínimo, en este país es de unos mil bolívares fuertes aproximadamente.

Así que Don Chocolate, tenia que romperse el lomo, arriba del colectivo dando vueltas y vueltas y vueltitas, como para que le quede algo para llevar a su familia que debía mantener.

El amigo salio tempranito, eso de las cinco de la mañana, para una jornada de más de doce horas de trabajo, tuvo una buena mañana, paro almorzar como todos los días, su bella mujer o sus lindos hijitos le llevaban hasta la parada, el plato de su ganada comida Un menú rápido, consistente en una buena porción de arroz, con un poco de carne, unos plátanos fritos, un poco de ensalada, con un refresco.

Tranquilo, con demasiado calor en el ambiente, tras tantos meses de sequía, constantemente hidratándose con su termo y su hielo recién llenito de la heladera de su casa.

Regalándole una bella sonrisa, al menor de sus hijos que le había tocado entregar el almuerzo.
Don Chocolate, lo regaño y le dijo que estas haciendo aquí, cuando debías estar en la escuela estudiando. ¡Vago!, ¿vas a ser chofer igual que yo cuando seas grande?

El niño subió sus hombros hacia arriba, lo miro desde su pequeña estatura, con unos ojos muy pero muy grandes, y con un movimiento de su cabecita diciéndole que si, sonrío a su papa, que estaba con su camisa azul toda sudada.

Los dos quedaron conversando, para luego despedirse por última vez.
¡Mañana anda a la escuela!
Fueron las palabras de Chocolate a su hijo menor, para luego acomodarse un poco y poner en contacto la llave del motor de su bus, y continuar con su recorrido.
Así fue…
Una vuelta…
Dos vueltas…
Tres Vueltas…
Y las cuatro y media de la tarde.
El colectivo lleno, toda la gente sentada en sus respectivos lugares, cada uno en sus historias personales, cada uno pensando en sus quehaceres en sus problemas, en su cotidianidad.

Pero dos niños, dos jóvenes, dos espíritus errantes y violentos, estaban entre el gentío. Entre ellos se miraron, el uno al otro. Miraron a la gente, uno por uno, y la adrenalina comenzaba a invadirlos por completo.

Sus manos comenzaron a transpirar, sus corazones a latir mas rápidamente, el miedo los invadió solo una décima de segundo, para luego ser exterminado por el saque de cocaína que sus narices habían aspirado.

Todo listo, un atraco y mas disfrute, la plata fácil, el dinero ligero, ¿que otra cosa vamos hacer, si en este mundo no tenemos lugar? ¿Qué otra cosa vamos hacer?

Y el pensamiento se rompió, en unas simples palabras, de un grito adolescente:

¡Esto es un asalto!
Entreguen la plata, Vamos, Vamos…

Mientras uno de los jóvenes, les quitaba las pertenecías a los pasajeros, el otro apuntaba a Chocolate y le decía: ¡No pares, seguí, seguí, que si te paras, te lleno de plomo la cabeza!

Y de repente, entre la gente explotan tres tiros, el murmullo silencioso, se transformo en espanto, el reloj se detuvo, las lagrimas recorrieron unos segundos de recuerdos.

Había muchos muertos.
Muertos de indignación.
Muertos de sufrimientos.
Muertos de impotencia.
Muertos por asesinar.
Y una esposa viuda.
Y Cuatro hijos sin padre.
Y Un colectivo sin conductor, que solo pudo frenar al impactarse con el vehiculo que le había detenido la marcha en su andar. Ni tiempo le habían dado a Don Chocolate para decir que estaba otro colectivo delante deteniéndole su marcha.

A sus cuarenta y pico de años, había muerto Chocolate.

Pero esto no fue todo, el mismísimo colectivo choco con otro bus. Los niños que había cometido tal aberrante hecho, espantados salieron corriendo, los pasajeros en estado se shock, gritaban y lloraban a la vez.

El chofer del otro colectivo que iba delante, al sentir el impacto freno, y bajo de su transporte, lleno de ira, a pedir explicaciones al conductor que lo había chocado por detrás.

Bajo, enojado, invadido de preguntas.
Pero…
Cuando se asomo por la puerta y vio el regadero de sangre, el conductor muerto en su asiento, simplemente se desvaneció.

Muriendo tambien de un ataque al corazon.
Venezuela esta violenta, y de tan violenta que esta, las personas ante un hecho de tan grave magnitud, ya no toman conciencia de lo grave que esta, es algo normal, es algo cotidiano, se sorprendían al comienzo, pero ahora ya no, todo pasa.

Luego que esto le sucedía a Don Chocolate, nosotros pasamos por ese mismo lugar una hora después y terminaron robándonos, no fue mucho, pero el momento lo pasamos.

Así esta Venezuela, inmersa en un clima de delincuencia donde la vida no vale nada, donde las cosas violentas se transforman en cotidianas, la policía no existe, no hay. La calle esta liberada y el pueblo completamente desprotegido.

El temor y el terror, lo invade todo, son algo común del día a día, uno lleva el teléfono celular preparado para el robo, unos billetes en los bolsillos para los asaltantes, y una mano en el corazón para no infartarse.
Lamentable.

El Nacimiento del Sol y la Luna:

Después de estar pensando y pensando.
¿Salir? O ¿No Salir?
Del país
Era la cuestión…
Estuvimos en el nacimiento de Sol y Luna, los amigos de Valencia que nos supieron contener, y con los cuales pudimos hacer el proceso de entendimiento de la realidad, con el tiempo y las conversadas, mientras construíamos los títeres, y hacíamos un taller , fuimos renaciendo.

Perdiendo el miedo, y descifrando los valores o los nuevos códigos en los que las grandes ciudades están enmarcadas en la actualidad, es difícil entender la violencia que genera el sistema.
Pero es la mismísima realidad que nos toca, y nos da de cachetadas todos los días en todas las ciudades de nuestra America.

Si no estuviéramos con gente que nos da el cariño de una familia que nos cobije, nos seria imposible de continuar, así fue con Berenice, José Luis, Andrea y Juliana.

Hasta bailamos salsa casino, va intentamos, jugamos al domino y al parque, hasta transformarnos en fanáticos de estos juegos de mesa. Las tantas comidas y los tantos almuerzos y cenas a punta de lechosa.

No pudimos guardar la silueta, degustando sabores tradicionales. Corazones felices y llenos de tanta hermandad, de tanta solidaridad, así es amigos y amigas.

Y el momento de marchar:

Aquí le dicen amañarce a un lugar, nosotros le decimos sentirnos tan cómodos que no queremos salir. Pero el viaje continúa y queda mucho camino por recorrer.

Entre saludos, lágrimas y buenos sentimientos. Sabiendo que nosotros no hacemos despedidas más bien son encuentros para volver a encontrarse.

Ya unos casi tres meses de estar en la Republica Bolivariana de Venezuela, tocaba hacer alrededor de unos 1.100,00 Kilómetros hasta la una ciudad llamada Ciudad Bolívar, al Sur del País, cruzando el magnifico Río Orinoco, para luego descansar de tanto viaje, y continuar el recorrido hacia la Ciudad de Santa Elena, en el cruce de la frontera con Brasil, sumándole unos 800,00 Kilómetros mas a la odisea.

Pensando solo en el viaje, alistamos a la maravillosa antorcha en su viaje, se le habían perdido unas cuantas tuercas, como a sus ocupantes, pero a diferencia de estos se las tuvimos que poner y ajustarlas para el viaje.

Y salir nuevamente a las rutas Latinoamericanas a gastar cauchos, y sorprenderse de los paisajes y de la gente.

Es muy especial lo que se genera en el viaje, es muy hermoso sentirse protegidos hasta en el mismo andar por los caminos, por las personas que ni siquiera conocemos. Solo vamos andando, y nos saludan, nos sonríen, nos empujan a seguir.

La antorcha genera un doble asombro, por un lado por ser un modelo antiguo de 1965, y por el otro por estar inscripta en sus laterales “Títeres del Zonda”, las personas se sorprenden, y mas aún cuando identifican que la placa es Argentina.

¡Que locos sueltos…!
En una de esas, de tanto andar…
Un ruido extraño, lo habíamos escuchado antes, pero no tan fuerte. Constante, algo que no se puede describir en palabras, pero verdaderamente avasallador.

Cada vez más fuerte.
Cada vez más persistente.
¿Una correa?
¿Un pistón?
¿Una tuerca suelta?
No, No. No.
Pico el vagre, las tripas hacían semejante ruido, que no podíamos escuchar a los Biyuyos, cantar en el equipo de sonido. Tapaban los ruidos toda sonoridad.

Tuvimos que parar, sino noS comíamos los santitos del altar que llevamos en la camioneta.
Una parada en el camino, frente a un puesto de empanadas y pasteles, rellenas de carne, o pollo. Delicia de sabores y olores.

¡Dénos urgentemente dos empanadas! ¡No mejor tres empanadas!

La señora nos miro atentamente, nos saludo, y nos dijo pero si ustedes son dos, ¿Por qué quieren tres empanadas?
Una la partimos en dos.
Ella sonrío nuevamente, y nos pregunto:
¿Qué es eso de Títeres del Zonda?
Entonces le contamos, que es un grupo de dos titiriteros de Argentina, que hace más de un año y medio salimos a recorrer Sudamérica, en esa camioneta, que ella estaba viendo. Llevando el teatro a cada escuela, o espacio publico, a los lugares que nos recibieran.

¿Y como hacen para poder viajar tanto; quien les paga?
Las personas nos ayudan, los niños y las niñas, nos colaboran con una módica suma, en el caso de Venezuela, les pedíamos uno o dos bolívares fuertes, como el importe de un helado, o un chupetin. Muchas veces nos alojan compañeros de teatro del lugar, o amigos que vamos conociendo, que les interesa nuestro viaje, y ellos no alojan, nos brindan un plato de comida. Nos cuidan, nos llenas de cariño, así poder seguir.

La señora nos mira. Mira la camioneta, y sonríe, diciéndonos, ¿el tiatro de títeres, es ese que es con muñecos?
Así es doña, ese mismo.

Mientras tanto, esperábamos que las empanadas terminaran de fritarse, seguíamos dialogando con la señora, sobre los lugares que habíamos conocido, y las experiencias de los tantos niños que nos habían visto.

Cuando el calor sobre la masa en el aceite ya había llegado al punto exacto, estando perfectamente doradas las empanadas, la Doñita las quito del gran recipiente en las que se estaban cocinando, las coloco sobre un papel de diario para que este le absorbiera el exceso de aceite.

Con mucha delicadeza, las fue presentando luego, en otro papel de servilleta, para finalmente ponerlas en una pequeña bolsita de polietileno verde. Entregándonos en vez de tres, que fueron las que le pedimos originalmente, cuatro. En dos bolsitas.

¿Bueno seño, cuanto le debemos?
Nada, nos contesto. Guarden para el viaje que les queda…

Encuentro al final del camino, con la Tierra sin Mal:

Sin poder procesar todo, nuestro pequeñito cerebro a esta altura del viaje esta a punto de estallar, no podemos sino mas que recordar cada momento, o cada circunstancia que nos parece importante y significativo; los cuales nos marcan y forma la parte más importante de este viaje.
Siguiendo, y preparado para otro cruce de frontera, pero esta vez entre Venezuela y Brasil, un vecino cercano, ya retomando con la bajada a la Argentina.

Como siempre, nos cambiamos, limpiamos un poco la camioneta, arreglamos las valijas, los papeles, y todo listo para otro Cruce.

…siempre primeros los puntos suspensivos, delante de las acciones, nos despertamos en la gran sabana, junto con los primeros rayos de luz, y saliendo muy temprano para recorrer los últimos kilómetros de este país.

Un domingo por la mañana, imposible, imposible, fue muy rápido cuando pasamos por el centro de la ultima ciudad de Venezuela, muchos controles de policía militar. Hombres uniformados; planillas que anotaban, que llenaban con datos y mas datos.

¿A dónde se dirige?
Y cuando le decíamos, hacia Argentina, nos miraban sin entender, pero nos dejaban seguir, hacia el puesto fronterizo.
Y asi que fue, llegamos a la Frontera, la bendita frontera.
¿y que?
Nada, de nada, solo un milico, aburrido que te atendía muy cordialmente, diciendo hace cinco minutos que la gente de aduana ya se retiro, deben regresar mañana, porque ahora donde necesitan cumplimentar la salida del país, esta completamente cerrado; y mañana desde las 8:00 horas se atiende.

Huy, que mal, no puede ser, son las diez de la mañana, nosotros pensábamos que por lo menos atendían hasta la una de la tarde, o las dos.

Recalientes, tanto preparativo, y nada, que mal. Pero bueno por lo menos ya estábamos a unos pasos, entonces reculamos.
¿y ahora que?
Estamos con muy pocos bolívares, si gastamos en alojamiento, no nos queda nada, entonces a acampar, se ha dicho. Pero debemos cruzar nuevamente por los puestos de control, ¿otra vez? No, no podemos.

Vámonos a un parque “El Paujil” que nos han nombrado todos, para que lo visitemos. Pero queda lejos, gastamos combustible, y aquí por ser lugar fronterizo hay por un lado venta restringida, y por el otro sube bastante el costo.
¿Entonces?
Y de repente, cuando comenzamos a putiarnos mutuamente entre nosotros. Una bocina de una camioneta suena, se coloca junto a la antorcha. Uno de los ocupantes nos hace una seña con el pulgar en alto, preguntándonos: ¿De donde vienen? ¿A dónde van?

Acampar en algún lugar, le contestamos, luego a cruzar la frontera para Brasil.

Sígannos, que paramos y allí les invitamos una cervecita ahumada, nos contestaron.

Increíble, pero real, otro momento tan especial como todos los especiales que vamos viviendo.
Paramos en una encrucijada, de un lado la ruta continuaba hacia el Parque, del otro lado un camino hacia una comunidad, y el otro hacia otra, un paisaje muy bello, con pequeñas montañas y a lo lejos unas nubes cargadas de agua.

Hablamos de bueyes perdidos, hasta el mismísimo mapa, miramos, y así que compartimos con ellos, que de un momento a otro desaparecieron de la misma manera que nos encontramos.
No sabemos si eran ¿Ángeles, o Demonios? Pero aparecieron allí, y nos dejaron en ese preciso lugar. Y la lluvia callo, aguacero de Marzo, que moja hasta los calzoncillos mas protegidos.

Terrible, temporal.
Un hombre y una mujer se acercaron a protegerse en una casita abandonada, hablamos, y nos comentaron que eran de una comunidad indígena, que estaban en los festejos del aniversario de su poblado, y que si queríamos participar de ellos, no tenían recursos, pero alojamiento y comida no nos iba a faltar.

Mas que bien, ya que solamente estábamos con un paquete de galletas y un litro de agua mineral.

Así fue que conocimos la tierra sin mal, la tierra sin malos, una comunidad indígena, esperábamos mas pobreza, casitas mas pobres, pero nos encontramos con un caserío con sus calles muy limpias, con sus casas de blancos colores, muy, pero muy tranquilo. Las personas en sus veredas hablando, los niños jugando en la calle libremente, los jóvenes haciendo deportes.

Parecía verdaderamente la tierra sin mal, el ambiente estaba armonioso, las personas sonreían, se asombraban, y volvían a sonreírnos.

Nos detuvimos en el local comunal, donde el compañero que nos guiaba, nos dice que hablaría por el alto parlante para anunciar la actividad.

Para sorpresa nuestra, comenzó hablar en un idioma no conocido por nosotros, luego lo tradujo al castellano, y bueno en el mensaje invitaba a toda la comunidad, niños, niñas jóvenes, y adultos a presenciar la presentación de teatro de títeres.

Fue muy chistoso, porque después que realizo la convocatoria, se nos acerca el, y nos pregunta, ¿Qué es eso de teatro de Títeres?
Nunca habían visto títeres, ni los grandes, ni los chicos, les había parecido interesante la propuesta y por eso nos habían invitado.

Una comunidad muy calida, alrededor de unas doscientas familias, en un predio comunitario, la mayoría campesinos, que su principal actividad se concentraba en la yuca, maíz, hortalizas, en menor medida, la ganadería. Conservando principalmente el idioma, ante nosotros hablaban castellano, pero entre ellos su idioma originario.

La comunidad relativamente joven, estaba cumpliendo el aniversario número seseta y cuatro, su origen como muchos asentamientos de este tipo, tiene que ver con la religión, en un principio la catolica, para que cuando les preguntamos sobre su historia, nos comentaban:

“Había una vez hace años, la comunidad fue echada por los curas, que nos decían que éramos salvajes.
No vivíamos en casas como las que hoy tenemos, sino que estábamos andando de un lugar a otro.
Luego vino un hombre blanco, que tenia muchas esposas, y se quedo a vivir con nosotros. Con el aprendimos mucho, como cultivar, a sembrar y construir casas. Pero el escucho una vos, que según nos dice, es del DIOS, y en esas palabras, el DIOS, le dijo que debía quedarse con nosotros, y que ahora debía solo tener una mujer, que no debería comer carne.
Y el hombre blanco, luego de unos años enfermo, y murió. Pero antes de eso, el nos dijo, sigan con las enseñanzas que les he dicho, no coman carne, no tengan mas de una mujer, civilícense, que en un tiempo llegaran otros hombres blancos con dos biblias negras.
Así fue la historia, luego llegaron los blancos con sus biblias, como nos había dicho el, y les recibimos con una gran banquete, sin carne, solo frutas y semillas, que nosotros mismos habíamos sembrado. Los hombres blancos se sorprendieron de nuestra enseñanza, y nos vieron civilizados un poco. Así fue la historia, y ellos se quedaron con nosotros, ahora somos religión”

Y así nos comentaron ellos como habían adquirido la religión adventista del séptimo día.

Una comunidad muy bella, con mucha calidez, con mucha armonía, más allá de la religión que actualmente son adeptos, en su esencia llevan el origen de la armonía y belleza, tienen todavía su estructura política, es decir que hay un líder que es el cacique. En su comunidad no hay policías, sino mas bien un concejo que resuelve comunitariamente los conflictos, no hay robos, ni violencia,

y la gente parece estar muy feliz.

y la presentacion...

Maravillosa, toda la comunidad congregada en el espacio comunal, primero solo entraron los niños y las niñas, que estaban vestidos con sus ropas domingueras, y luego los grandes miraban desde las ventanas.

Despacio, despacio fueron entrando, mientras actuaban nuestros títeres, en cada momento que les interesaba, inmensos aplausos y sonrisas invadía el espacio. En la culminación de la función, recibimos tantos aplausos, y sonrisas, que nos elevamos, por sobre las líneas imaginarias de la frontera, cruzamos las rayitas del mapa, traspasando todo tipo de formalidades.

Besando el viento libre de nuestra America, acariciados por las manos fuertes de los hombres y las mujeres originarios de estas tierras.

EntraMOS al Brasil.
Ya estamos hace unas semanas en Voa Vista, con amigos viajeros, de la Compañia LOCOMBIA Teatro de Andanzas, tratando de asimilar el idioma, ya tuvimos nuestra primera función que estuvo maravillosa, y ahora nos queda rodar por este gran país, gracias al gran emujoncito que los hermanos nos han dado.

Fotos no les podemos mostrar, ya que se nos ha roto la cámara, y estamos mas bien resolviendo la sobrevivencia diaria, el pan de cada día, y el combustible de la antorchita, que para que sepan aquí es muy, pero muy, pero muy caro.

¿Si alguno le sobra alguna CAmarita? Que mande…o nos deposite algún billetico para la compra de una.

Y aquí estamos programando una salida mas de los del Zonda, por las tierras amazónicas, prontitico nomás debemos marcharnos hacia la ciudad de Manaos, donde subiremos a la Gran Antorcha a un barco, por mas de siete días navegando por el caudal inmenso del río famoso.

¿Qué nos deparara el destino?
¿Qué fuerza mágica nos invadirá el espíritu?
¿Qué maravillas del camino, conoceremos?
¿Cuántos niños verán por primera vez teatro de títeres?
¿Cuántas sonrisas generaremos con nuestros muñecos?

¿Cuántas cosas aprenderemos y quedaran impregnadas para toda la vida en nuestro existir?
Lo sabrán en la próxima crónica, por este mismo medio, en este mismo lugarSaludos fraternales, calidos y bellos, con una inmensidad de multicolores sonrisa

Sebastian Berayra
Nicolas Martinasso
TITERES DEL ZONDA
Crónica de la Gira
“Por las Huellas de los Pueblos”


Republica de Colombia, la bella.

Nº VIII


Guanare, Republica Bolivariana de Venezuela, 15 de Enero de 2010.

Colombia, donde los rayos del sol acarician la tierra de una manera muy especial, transformándolo todo; desde los colores, los sabores, los sentires. Todo se transforma, y las personas no son la acepción a la maravillosa transmutación.

Ya estamos en la Republica Bolivariana de Venezuela, en la meca de los titiriteros, en el Teatro Tempo; con el gran, pero gran MAESTRO EDUARDO D`IMAURO, maestro de los titiriteros, pero mas maestro aún de la vida, de los ideales, de la persistencia y de los que luchamos por la construcción de un mundo mejor, en verdaderas igualdades, y sin opresión.

Es el momento de plasmar en palabras el hermoso recorrido por La Colombia, la enérgica, la que lucha, la que resiste, la que se aflora en la piel de la tan inmensa diversidad humana que la habita.

Con todos y cada uno de sus conflictos, de sus verdades, de sus caminos. Claros, oscuros, pedregosos he infinitos, Colombia, la tierra que busca la esperanza derramada en las manos de los hombres y mujeres que siguen luchando en el silencio más sepulcral y en soledad.

Republica de Colombia…

El Gran Paul y la Divina Amparo

No sabemos el porque siempre las cosas que nos suceden están enmarcadas en la belleza de los encuentros con lindas personas. Que nos cobijan con sus manos y sus palabras lo más profundo de nuestros corazones.

Así es pues, en San Antonio de Ibarra, en la republica hermana de Ecuador, no fue un milagro, algo mas bello; un encuentro, un verdadero encuentro, con los amigos que se hacen hermanos del espíritu. Increíble.

Mande su merced, que allí llegamos, tres y salimos dos, energizados por la fuerza de los muchos, donde nos hermanamos en un solo puño de resistencia y lucha. El Gran Paul y la Divina Amparo, el Romer, Bellos, los bellos hermanos que por sus fuerzas nos inundan de la mas pura energía como para poder seguir viajando en estos laberintos de nuestra America latina.
Bienvenidos a Colombia
¿Que más parcero? ¿Que más pana? ¿Qué mas cumpa? ¿Qué mas amigo? ¿Qué mas patita?
¿Qué mas?

Colombia…

Y los puntos suspensivos, como en suspenso esta el país, ¿conflictivo?, ¿belicoso?, ¿violento? ¿Aterrador?
¿Qué mas?
Muchas preguntas, tantos temores, tantos miedos, tanta injusticia con su gente, tanta angustia, tantas tristezas.
Tantas mentiras.

Colombia

Como describirte amada Colombia, que nos enamoraste con tus verdes, que nos extasiaste con tus azules, y marrones de grandes montañas.
Como describirte amada Colombia, que nos enamoraste con tus fragancias, con tus cantos, con tus ritmos, tus vallenatos, tus cumbias, tus boleros, tu mapale, tus ritmo de la costa, de la sierra, de los valles.

Colombia, en su simple estado de pasividad, eres una tierra muy bella, muy rica, muy calida, y allí esta tu gran condena.

Los narcos te gobiernan, los malos hijueputa los ayudan, y las cartas se marcan para dar la suerte a los que más tienen.

Pero amada Colombia no estas vencida, en la mirada de la gente, de tu gente; esta la esperanza, esta la lucha, esta la vida por sobre la muerte. Esta allí latente lo sentimos desde lo mas profundo de nuestras entrañas por eso no estas perdida hermosa Colombia.

¿No hay que hablar de política?
Pero si todo es política en esta vida, ¿Cómo hacer que la lengua se trabe, que se ponga muda, y no hable de política?
No sabemos…
Y nuevamente los TRES puntos suspensivos.

Bienvenidos a Colombia…

En panza de la Guagua, la madre Pastusa de los vientos:

Llegamos a un tierra especial como lo es de especial toda Colombia, Pasto, en el Departamento de Nariño al Sur del País. Un pueblo andino, pero no un pueblo simplemente andino. Un pueblo de hombres y mujeres que se enfrentan al poder. Fue ayer cuando los pastusos se le pusieron firmes al Simon Bolivar y le resistieron en lucha Y es hoy uno de los lugares donde el Uribe, siempre pierde sus elecciones, supuestamente democráticas.

Así de aguerridos son ellos, ni los Incas pudieron con sus originarios. Fuertes, testarudos. Amables, cariñosos, solidarios, maravilloso la parte de los andes que estas personas construyen en su día a día.

Una magia bella, y tierna que los rodea a todos y todas, bajo ese cielo, en la ladera de su imponente Volcán Galeras.

¿Que si, o no? Parce.
Y con el beso de una Guagua aparecimos viviendo en un teatro, con todas las de la ley. Abrimos la puertica de la antorchita lentamente. Asombrados he impresionados penetramos en lo profundo de una casa vieja, con su árbol encantado, y el espíritu fantasma errante dentro de sus paredes.

Había sabido ser bar, había sabido ser escuela, hasta la mismísima casa de un general, no se un tal Aureliano Buendia, quizás estábamos escribiendo una hoja de algún fantástico libro.

Pero estábamos allí, en un teatro. Que buen final para una casa, ya que prontico nomás será demolida por el progreso. Lastima, pero que buen final para una casa, ser convertida en teatro. Como la vida misma de los personajes que allí vivieron, contaron sus historias, se enamoraron, se engañaron y, murieron.


Y ahora teatro.
Impresionante, ¿Y donde se podían alojar dos titiriteros andariegos? En ese teatro, ¿y en que lugar? En una habitación con puerta a la sala de teatro. O sea que habríamos la puerta y teníamos la sala.

Impresionante.

Arta gente, muchos y muchas, que pertenecen al colectivo cultural la Guagua, pelados y no tan pelados, jóvenes y no tan jóvenes los que son guagüitas de espíritu, imagínense solo la llave del teatro la tienen los fundadores
¿y cuantos son?
Nueve, si, si nueve
Y los demás un montón de montoncitos, mas que bellos y bellas, los pastuzos, terribles rumbeadores, fiesteros de nacimiento, y testarudos de personalidad.

Donde se podían juntar que sino en un teatro, con fantasma y todo incluido, hasta el duende del árbol, que tiraba piedras a las oficinas de enfrente, anti-sistema.

Maravilloso.
Una se esas noches que recibíamos visitas, para hablar de huellas recorridas y de lugares con los amigos y amigas. Cada una de ellas traía debajo del brazo una botella de Rhon, de brandi, y sin faltar unos humeantes cigarros piel roja pà desarmar. Encuentros de encuentros, compartiendo palabras, volando en las esperanzas, sintiéndonos todos juntos hermanados por un cielo en común, con guitarra cantando el quindi-guisingui del gran Ñoño.

Salíamos de esa casa vieja, con pasillos viejos, marcos grises y negros. Cuadros de transparencias que reflejaban la vivencia de una mujer en el dolor de ser mujer, y el la felicidad de su gozo.

Paredes gruesas, con mucha altura. Telarañas de mucha edad conformaban la estética del lugar, con sabores a arte, con aromas de cultura, entremezclados con la humedad de los años del teatro.

Así, a la señal, de que el humo viene asomando, en el ritual de los vasos, y los pasos cortos, tranquilos, con murmullos bajos. Caravana de emociones, miradas cómplices, sonrisas picaras, cruzábamos ese teatro.

Acariciando al fantasma con la brisa de nuestro andar, despertándolo con las palabras al viento.

Abriendo, abriendo la puerta de un patio, y allí el imponente árbol, que solo queda en esa vieja casa, ya todo es edificio, cemento. Progreso. Pero el, allí imponente, majestuoso y solitario; con su ser, con su rebelde ser, su duende protector.
Con una mano en la botella, la otra tocando solo una hoja del viejo árbol, como pidiendo permiso, como invitándolo al ritual de las palabras.

Y así, tranquilos y en paz, en fila, subíamos a besar el cielo de la Guagua en su pequeña terraza. Acurrucados, amontonados compartiendo un trago, un momento eterno de instantes infinitos, impregnados en lo más profundo de nuestros corazones.

Tal situación especial que hasta el mismísimo Volcán Galeras quería hacerse presente en la conversación, así que desde lejos se le veía la fumarola, echando humo, como mieeeerda dirían los peruanos.
¿Y las estrellas?
Hu, las estrellas parecían estar más cercas, latiendo al compás de nuestros corazones, besando los piojos, sonriéndoles, guiñándonos el ojo. Diciéndonos, tranquilos que este viejo testarudo del volcán, solo quiere un poco de brandy, y darle a la baretica.

Así las horas pasaban y pasaban, convirtiéndose en bellas esperanzas para un amanecer futuro.

Increíble, los momentos en el teatro. Y al primer rayo de luz,
la transformación…
La gran transformación, en el momento en el que el sol besaba los labios de la madre tierra. Nosotros los que soñamos, nos convertimos en colibrí.

Volando por cada calle, abriendo nuestras alas en cada lugar, regalando figuritas de papel, para enamorar más corazones bellos.


El Robo del siglo:

Esto de estar viajando, no solo nos hace conocer lo mejor de las personas, sino también vamos viendo, sintiendo lo que sucede en la misma realidad que vamos palpando.

Y de acuerdo donde nuestros pies caminan, es como miramos al mundo, y así es, que hace mas de un año que estamos caminando nosotros y el cerebro mas achicharrado que de costumbre por las tantas vivencias y las tantas compartidas. Aprendiendo y por sobre todas las cosas sorprendiéndonos de la creatividad humana.

Hasta donde puede ser capaz.

Había una vez un día de mucho, mucho sol, donde un titiritero andariego debía hacer una gran, pero gran función; lejos de su ciudad.

Entonces este, alto, alto, alto titiritero cargo sus títeres en una valija, grande, grande en el baúl de su viejo carromato, acomodo un poco las cosas, por aquí por aya.

Donde también guardo su retablo de aterciopeladas telas, de negros y rojos colores, recién estrenados, para su maravillosa función.

Que fue espectacular, dicen que todavía los hombres, las mujeres, los niños y las niñas, hasta inclusive los perros y gatos todavía se están riendo, de tan maravillosa que fue la función. Increíble que hasta han cambiado el nombre de su pueblo en honor al TITIRITERO, le quitaron el nombre de un general asesino para llamarlo el pueblo de “Salmon” donde la gente sigue riendo, a carcajadas. Ya no trabajan, ya no sufren, solo se dedican a reír y a recordar la magnifica función de teatro de títeres.

Mientras tanto el alto, alto, alto titiritero al culminar con su trabajo, volvió a guardar sus títeres y retablo en su antiguo pero andante carromato. Acomodo todas las cosas en su lugar, cada cual en su perfecto espacio. Como si todo estuviera planificado a medida, cada objeto, cada títere, cada parte de la escenografilla y del vestuario en un lugar diseñado a la medida de las cosas.

Así fue, que Salmon, el alto, alto, alto titiritero, introdujo la llave de su auto, la maravillosa maquina comenzó a funcionar de las mil maravillas. Una fusión entre mecanismos y fuerza humana, la que hacia que dicho vehiculo andará.

La gente los miraba y se asombraba, se escuchaban los murmullos entre risas, que decían: ¿Cómo funciona esa cosa? ¿Cómo es que anda? Si es un carromato, de tantos años, y enciende…

Salmon, miraba por el espejo retrovisor, tan semejante desparpajo que había hecho con la presentación de sus títeres, y entonces también lo invadió una tremenda risa, para así perderse en ella a la distancia del pueblo, que iba dejando atrás.

Su maquina poderosa llena de títeres y con sus compañeros de oficio, y con su angelita guardiana a su lado, supo ir camino a su casa, su tan increíble castillo Azur, de piedras multicolores en sus paredes, de vidrios infinitos, con luz infinita.

¿Pero que paso?
Una llamada, una misteriosa llamada.
¿Un amante? ¿Una venta de una función? ¿El honorable alcalde que le haría el pago una función de cinco años de atraso?

No un amigo, que había regresado de las europas lejanas.
Así que el alto, alto alto titiritero, Salmon, fue a visitar a su amigo, ni bien se encontraron estallaron en un abrazo, fuerte fuerte tan fuerte que ambos crecieron como dos metros mas de su altura.

Sus ojos se salieron de las orbitas, sus narices se transformaron en solo pequeños orificios, sus manos y sus pies se estiraron, perdiendo sus barrigas.

Tremendo abrazo.
Hasta que se fueron todos dentro de la casa del amigo de Salmon, un lugar muy rico, con ventanas de oro, con piso de mármol, cuyos espejos se encontraban encrustrados rubíes y esmeraldas.

Lo que llamamos los pobres, una casa de alto extracto, una casa. La casa, en el barrio mas caro del mundo.

Impresionante.
Con seguridad, perros enormes amaestrados, con sus colmillos gigantes, dispuestos a destrozar a quien pasara sin autorización alguna. Hombres de negras ropas, armados hasta los dientes, cada piojo, cada pulga, amaestrada en el arte de la defensa, del resguardo de los bienes de los que allí tranquilamente Vivian.

Espectacular.
Y bueno, Salmon, su angelita Guardiana, su compañero en el oficio, sin mas miradas que la de llenos de felicidad por aquel encuentro con aquel amigo, entraron lentamente al palacio de estrato seis.

y Después de solo quince minutos de saludar. Salieron
Salieron, salieron…
Salieron a ver su carromato, lleno de títeres
Y así fue que todo se congelo, hasta el mismo Salmon, su boca quedo cuasi abierta, parecía una tremenda mole de piedra, totalmente inmóvil, estática, inamovible.

Nadie se explicaba nada, nadie entendía nada.
Lo buscaban todos por todos lados

Por debajo de las piedras, por detrás de los arbustos, por donde se podía.
Pero nada…

Había desaparecido el carro, con los títeres y todo.
Y Salmon allí petrificado, con su corazón sin latir, solo un beso y un abrazo de su angelita guardiana lo volvió a la realidad, para cubrirse con sus manos el rostro y sus lagrimas inundar la ciudad.

Fue tanto pero tanto el sufrimiento de aquel cristiano, que todo el mundo comenzó a hablar de lo que le había pasado al alto, alto, alto titiritero. Fue tanto la presión de aquel secuestro, que de repente sonó el teléfono.

Alabado, sea el señor, todo poderoso. Se escucho detrás de las teclas de aquel aparato. Alabado, sea el señor, todo poderoso. Se volvió a escuchar.

¿Quién carajo es?
¿Dios?
Si ese barbudo viejo esta de vacaciones siempre y solo atiende en Buenos Aires.
¿Quién carajo es?

Salmon… Se escucha
¿Tenemos tu auto, lo quieres recuperar?
Y un silencio espectral inundo el planeta, las hojas dejaron de caer, el movimiento del sol se detuvo en el firmamento.

Y una vos de ultratumba, tomo posesión del alto, alto alto titiritero. Salmon. No era el solo, sino una legión, una legión de viejos trotamundos titiriteros, los hijos del demonio, los que tomaron el cuerpo de aquel cristiano.

Su voz, se cambio. Su cara se transformo, y le salieron semejantes palabrotas que no las voy a repetir, porque sino seria un cuento para adultos.

Y, nada, que cortaron, que va ser si Salmon es titiritero no negociador de secuestradores de carros y muñecos.

Pasaron un día, dos días, tres días…
Salmon, solo se quitaba pelo, por pelo de su cabellera, tomaba brandy, y solo miraba su teléfono, que nunca sonaba.

En letargo estaba, y pasaban los días, y nada, hasta que timbro.
Todo fue un ambiente de ansiedades, una oreja, miles de miles de orejas pegadas al teléfono, queriendo escuchar las palabras de tan aberrantes humanos.

Salmon, había aprendido que no necesitaba de la legión de titiriteros endemoniados, sino mas bien de la astucia de su angelita guardiana, entonces se doblo en sus huesos, sus manos se levantaron en alabanzas y el momento de la suplica se presento.

¡Quiero a mis títeres!, ¡quiero mis títeres!, ¡el carro métanselo en su parqueadero, pero quiero los títeres!

Y así, fue la negociación y negociación, un títere de prueba.
Y el rescate, el divino rescate, para solo recuperar al Niño Totulu, y el carro desbaratado.

Dicen las malas lenguas que los demás títeres no quisieron regresar a Salmon, porque no fueron capaces de defenderse.

Dicen otras malas lenguas pero peores, que en realidad los demás títeres no regresaron a Salmon, porque eran tan feos, que necesitaba cambiar de muñecos, y la única manera era secuestrarlos.

Dicen y dicen…
Pero el maestro titiritero sigue haciendo títeres, y contando esta historia, mientras que una vecina lava su cortina de terciopelo negro, y pone unas flores sobre su rojo mantel. Y sus hijos juegan a ser titiriteros con unos muñecos de espuma que encontraron en un basural.
Amigos y amigas, esto parece un cuento pero no lo es, sucedió, y esperamos representarlo en títeres alguna vez con el compañero Salomón, de la Compañía Teatro y Títeres La Rayuela que fue el extorsionado.

En buga

Bueno lo que nos sucedió en la ciudad de Buga, no merece ni la más minima palabra, así que borrón y cuenta nueva.

La maravillosa Rosa de los Vientos

Seguimos andando con piedrillas en los riñones, con el motor de arranque roto de la antorcha, con la frente en alto, y los bolsillos vacíos, seguimos andando por el solo viento que nos lleva ¿y hasta donde nos llevo?

No podía ser otra cosa, que a la Reserva natural de la Rosa de los Vientos. Si que los vientos y las energías se complotan para cobijarnos en sus entrañas, para que sentirnos bien, y alli fuimos a curarnos, a sanarnos, a disfrutar de los amigos nuevos, y las amigas nuevas.

En tal maravilloso lugar nos alojamos, nos sentimos muy bien, hicimos una hermosa función, con bellas personas, cantamos hasta el amanecer, con los pájaros de la reserva, que nos miraban tan raramente, Con Marta Elena, Dana, la gringa, y La Laurita la Gaucha de las pampas.



Volamos con las mariposas multicolores, soñamos con los colores fluor de las arañas y de los saltamontes.
Disfrutamos el rio, el aire, los aromas, las fragancias de la zona y el Vinito tinto de Margarita Rosa, una amiga del alma para el zonda.

Y en la soledad de la vereda, humeando charlas con Diana, mirando la montaña, y la belleza de los encuentros. Y claro defendiendo hasta con el cuerpo de la antorchita misma, la hermosura de la tierra.

Solo quedan palabras de agradecimiento, para ustedes amigas nuestras.

Y el ángel de Carcala

¿Pero porque se nos aparecen los ángeles?

No sabemos nada, de nada
Pero si se nos aparecen y bueno no hacemos mas preguntas.

Y así, que aquí se nos apareció el Néstor, en cuerpo presente, por arte de los desintegrados unidos, el se nos presento, nos conecto con hermosas personas, que se merecen una crónica para ellos solos, pero será pa mas adelante, sino terminaremos aburriéndolos a todos.

Gracias al amigo, realizamos muchas funciones, como para poder generar unos recursos para reparar a la antorchita en sus desvarajustes existenciales.

Una de esas personas únicas como el mismísimo fernet, Único en el mundo, que será mas que recordada, sino mas bien llevada en nuestros sentimientos mas allá de la gira por las Huellas de los pueblos.


Y Así seguimos, hasta realizamos una función para la alcaldía, que de paso toca decir que también es única en America latina, ya que una congregación de evangelistas es la que gano las ultimas elecciones.

Evangelistas al Poder, lo tomaron y están haciendo un…
(Pregunten para no ofender)


Encuentro con los desencontrados:

Aquí nos ponemos serios y pensativos. Parecía una función igual que cualquier otra, una función como todas.


Por las gestiones del tres veces santo del Néstor, logramos una función ¿para cuando, justo para cuando?
El 25 de diciembre de 2009
Si para el 25, y no la podíamos rechazar todo nos viene bien, nos pagaban poco, pero no se podía rechazar. Muchos de ustedes seguro que piensa, que bien la están pasando estos dos.

Pero…
Hay que andar andando, y hay veces que cuesta, si no fuera por la solidaridad humana que todavía existe y es mucha no podríamos, ya nos hubiéramos regresado hace tiempo.

En esa historia de juntar unos mangos, como para seguir, nos invitaron a una función que fue para nosotros muy especial, desde el comienzo hasta el final.

Calor, calurosazo, nos fueron a buscar donde estábamos, nada de lo anormal, nos invitaron un tinto a las nueve de la mañana. Nada anormal, ya que un tintico en Colombia es un café. Seguimos, llegamos, y bajamos las cosas

Un temita, realizaríamos una funcion en un parque, que esta cedido a los militares, no va el publico sino mas bien es un parque que funciona como centro de operaciones del ejercito.

Hermoso, muy grande, muy bello, mucho verde, mucho aire, una pileta, muy lindo, pero hace unos años que la alcaldía lo cedió a los milicos.

¿Entonces que?
Estaba lleno de militares, parece ser que en las montañas de los alrededores había presencia de guerrilla, y los profesionales militares estaban velando por la seguridad de la propiedad privada.

Bien, cada uno con su cuento.
Pero ese día, como día especial, el 25 de diciembre, por única vez, en el año, dejaban que la gente ingresara a disfrutar de aquel predio.

En el momento que terminamos de armar el retablo, una cosa muy rara, se nos acercan unos niños, si unos niños, varoncitos, con el cabello muy corto, nos saludan atentamente.

Y bien nosotros también los saludamos.
Aquí a los argentinos nos identifican y enseguida nos dicen ¡Che, boludo!

Todo mas que bien, luego llego la hora de la función, que fue normal, normal, hermoso publico como siempre, jodio un poco el sol, pero la pudimos safar.

Termino la función, contentos, nosotros y el publico, ya el medio día, y esperando otra función que teníamos programada para la tarde.
Cuando he aquí el momento mas importante, y significante, cuando estábamos recostados en un árbol, hablando gansadas como siempre, esperando nos llamen a comer un sancocho de pollo.

Que se nos aparecen otra vez los niños de la primera saludada, que no es que eran especiales, sino mas bien jóvenes con armas, y vestidos de militares.

Sus caras de bebes, niños, muchachos, gurizes, guaguitas, con armas, con granadas, con ametralladoras, con todo un armamento, que de solo verlos infundían temor. Pero en el interior una inocencia inmensa.

Hablamos, nos preguntaban de todo, entusiasmados con sus ojitos llenos de energía, tratando de viajar mediante nuestras palabras. Entonces comenzamos a preguntarles nosotros que pensaban ellos y como era la vida que estaban haciendo.

A lo que nos contestaron que era muy difícil, había veces que solo dormían dos horas, porque tenían que estar de guardia, pero lo mas peligroso era que durante sus recorridas tenían que tener mucho cuidado por las constantes amenazas con todo tipo de armas.

Por el solo hecho de portar un uniforme estaban en constante peligro. ¿Qué habrán hecho los militares como para que los odien tanto?

Bueno seguramente lo mismo que paso en la Argentina, a diferencia que aquí en Colombia, las cosas maltitas suceden en un proceso democrático, mucho mas complicado y difícil de entender. Las matanzas, las torturas, los secuestros y desapariciones, los desplazados y quien sabe que mas atropellos a los derechos humanos, se han presentado y siguen repitiéndose en este maravilloso país, hasta el dia de hoy.

Y así fue que seguimos dialogando con ellos, en una le preguntamos sobre los enfrentamientos con la Guerrilla, ¿Si estaban debilitados?

Nos miraron, se miraron entre ellos, que ya a esa altura eran más de seis, todos en círculo, y nos regalaron una sonrisa muy picaresca. No nos contestaron, pero con los gestos los entendimos y muy bien.

En una comenzaron a contarnos sobre los enfrentamientos, y que les sucede durante ellos. ¡Es una chimba!, así estar en pleno enfrentamiento, meta bala, y bala, para un lado y para el otro. Constante días enteros de balaceras.

Es una Chimba…

La adrenalina al máximo, el vértigo, el miedo que se transforma en algo verdadero y concreto. Muy bueno y peligroso.

Mirando esas caritas, nos decían que les apasionaba el juego de la guerra, pero no en un sentido estricto de los ideales, de los principios, dejando de lado de que parte estaban y que defendían y que querían matar. Solo les interesaba la adrenalina que les generaba, un simple juego de bandidos.

Pero en el momento que les preguntamos si la decisión de pertenecer al ejercito fuera voluntaria, que harían ellos.
No jamás nos alistaríamos
Nos quitan 24 meses de vivir, y porai la vida entera.

Así, seguimos hablando, de futbol, música, y de repente una terrible lluvia no se veía, ni siquiera podíamos ver nuestras narices, llovía impresionantemente.

Y de repente la gente comenzó a correr, gritando y mirando el cielo.
¿Es un ovni, se viene la fin del mundo, llegan los extraterrestres?
Otros, ¿En un avión Norteamericano, que esta espiando, es de las bases yanquis, que habilito el Uribe?

¿Es, un misil de Chavez?
No es una señal divina para el Alcalde evangélico.

¿Es…?
¿Es…?

Es el retablo de los titiriteros que remonto vuelo, como cual gaviota ciega.

Todo llovía, todo mojaba todo, y fue muy linda la imagen que nos hubiera gustado compartirlas con ustedes, cuando esos pelados, los militares, sin que nosotros les pidiéramos, comenzaron ayudarnos con las valijas de los títeres y marionetas.

Hermoso momento, que en un instante, la tierra se paro, un estruendo maravilloso, enigmático, sincero lo complemento absolutamente todo.

Un arma callo al piso, por sostener una valija de títeres.
Esa era la señal que todos esperábamos.
Un arma, que quita la vida, por la vida misma de un títere que regala una sonrisa.

Un instante fuerte, mágico que jamás olvidaremos.

Despedida de Armenia, Salento, y Boquia
Como hay un momento de llegada también hay un momento de partida y así lo fue en el Quindio. Retirada del hermoso departamento verde de Colombia.

Pasamos allí una navidad muy especial, en la reserva, con Laurita una hermosa amiga paisana argentina que esta viajando también, pero en sentido contrario a nuestra gira.


Tuvimos una visita muy, pero muy especial que nos invadió de hermosos sentimientos y nos trajo en su corazón los mas bellos saludos de tanta gente linda de San Antonio de Ibarra de la Republica de Ecuador. Romer, un perfecto señor de la vida, un hermano, un amigo, otro de los ángeles que caen de los cielos para abrazarnos y darnos mucha fuerza para seguir gastando nuestros títeres.

Y pues claro, que conocimos a un gran maestro de los Títeres el gran Rorro, el Rodrigo con su loca Compañía, hermosos todos, su compañera Gladys, el teatrin campestre. Y las noches de brandy con la cuota de sonrisas, contando anécdotas de esas que solo los viajeros pueden tener en sus caminos andariegos.


Así es pues que salimos silbando bajito y con la antorchita en estado perfecto a ir culminando la estadía en la bella Colombia, totalmente agradecidos a todos la Margarita Rosa, Néstor, las bellas personas de la escuela Palo Santo, los chicos y las chicas, el maestro de caricaturas de Calarca, Diana de la Vereda de Boquia, y a tantos mas que nos hacen sentir muy bien por donde vamos. GRACIAs que los vientos del zonda nos vuelvan a encontrar.

La ruta de la Sangre:
Pasando montañas, paramos, subidas bajadas, rios, cascadas, todo tipo de geografía la antorcha maravillosa va. Con su ritmo inigualable; nadie la ataja, ni los policías, ni el ejercito y menos los paramilitares.

Así que nos mandamos por el camino del Magdalena Medio, el reducto de los Paramilitares, un lugar donde las tierras son planas, las estancias gigantes, el ganado se reproduce de manera constante y el calor lo derrite todo.


Este territorio es el panteón de la ultra derecha, aquí los poderosos y adinerados estancieros cometieron terribles asesinatos de familias enteras, de pueblos enteros, y desde donde se esparció hasta todo el país una de las semillas de la muerte.

Indescriptible los fantasmas del día y de la noche, que a cada milímetro, a cada centímetro, cada metro refleja la desolación y la desesperación, de las angustias y tristezas humanas.

La historia de la actual Colombia esta escrita con sangre, y de la sangre de los que siempre se derrama, los pobres, los humildes, los campesinos, de los hermanos y hermanas iguales a nosotros.

Luchadores, que resisten y se enfrentan.

Ahora están un poco calmados estos asesinos, ya el ejercito a tomado este camino, y es como que quieren cambiar la imagen, y lavar la sangre inocente que han derramado, una cosa muy llamativa es como saludan los militares en esta zona, que no hemos visto jamás desde que salimos de Buenos Aires. Con una sonrisa muy amplia en sus labios, completamente falsa, y el dedo pulgar en alto, señalando todo muy bien, todo mas que chevere. Ya hemos limpiado la escoria, ahora viaje tranquilo que nosotros lo cuidamos.

Bueno uno nervioso, por el peligro de circular por allí. Pero que ni nos vieron pasar por la antorcha se convirtió en el mismísimo viento Zonda, así que nos cobijo en sus manos y pudimos transitar tranquilamente, sin ningún inconveniente, ni visitas inesperadas en el camino.


No les vamos a decir que no sentíamos miedo, porque les estaríamos mintiendo, pero toco viajar por allí, y mas de una lágrima acaricio el alma de tantos hombre y mujeres que padecieron en aquel camino tan oscuro.

Los Vientos nos llevan a unirnos con los otros Vientos:
Despacio despacio hasta llegar al Kusi Waira, todo tiene que ver con los vientos como verán, pareciera ser que estamos estrechamente vinculados mas allá de las distancias, nosotros el Zonda, en Salta la Ventolera, en Boquia La Rosa de los Vientos, y con la Clarita de Piedecuesta en el Teatro y Café, Kusi Waira.

Impensable en el momento de planificar el viaje, son las fuerzas que se generan en la gira y en los títeres. Impensable las vivencias, la forma de conectarnos con la gente.
Maravillosa experiencia, noches de cerveza, muy buena música, y en amigos. Cuando planificábamos el viaje jamás hubiéramos pensado estar donde estábamos, jamás. Pero la realidad supero muy ampliamente la ficción, y lo planificado.

En la tranquilidad plena de nuestros cuerpos, y nuestros espíritus allí en tan maravilloso lugar pasamos fin de año, recordando cada lugar y cada persona que conocimos en el viaje, fue retroceder un año, y ver allí tan gigantesca odisea.

Entre las estrellas, una luna con un brillo especial, les agradecimos a todos y cada uno de ustedes que nos dieron una gran ayuda, esperamos que todos hayan recibido el beso, y el abrazo que les enviamos, a través de los astros.
Y saliendo de Colombia la de la gente Bella:

Así que toco nuevamente encender el motor de la Antorcha, y arrancar. Esta vez hacia la frontera, haciendo una paradita en la ciudad de Cucuta, junto al amigo titiritero Edgar de la Compañía Arlequín.


Muy lindo el compartir y el hermoso desayunó que nos regalo una hermosa familia que alojaba a la maravillosa Antorcha, muy tempranito nos levantamos para cruzar la frontera hacia Venezuela.

En esas horas de la mañana, a las seis, la abuela en camisón, el abuelo en calzoncillos y el nietito, junto a su tío se levantaron humildemente a despedirnos de la Linda Colombia. Con uno de los mas ricos y sabrosos desayunos que jamás habíamos probado.


Todo era igual, pero sabia muy distinto. Tinto, (Café) Café (Café con leche), una arepa, con unos huevos revueltos, parece simple, pero para nuestro paladar fue increíblemente delicioso. Debe haber sido el amor que ellos nos dieron.


Atrás esta Colombia, pero resaltamos la única y verdadera Colombia, la que nos enamoro, la que lucha, la que resiste, la que empuña la palabra y no las armas, la Colombia de la Paz, la de los pobres y la de los humildes. La más bella, la que reconoce los derechos humanos, la de la solidaridad. Colombia la de la Vida, por sobre la Colombia de la Muerte que representa un estado genocida como es el que lidera el asesino de Álvaro Uribe y toda su jauría de criminales, nacionales y extranjeros.

Con las ganas de regresar algún día, y con ansias de que ya no existan mas desplazados, no más falsos positivos, no más injusticias, no más violencia, no más crímenes de lesa humanidad. Y los culpables estén condenados tras las rejas. Que no sigan con sus uniformes dando aires de grandeza, cuando en realidad representa lo peor del hombre.

No más sangre inocente, no mas desaparecidos en democracia. No más impunidad. Colombia hermana, que tanto aprendimos amarte, amar a tu bella gente, te mereces estar tranquila, en plena PAZ y tu pueblo en plena felicidad.

Así llenos de tanto cariño cruzamos, y tantos decesos de Colombia, cruzamos la frontera, y ahora estamos con el Maestro de los Maestros Titiritero, una gran persona, increíble, de esas personas importantes para que la vida sea vida.

Don Eduardo D`imauro, nos quitamos el sombrero, maestro, y levantamos los puños de nuestros títeres revolucionarios, en honor a usted y su hermano el Héctor, que juntos supieron levantar las banderas del teatro de títeres para el pueblo.


Pero esto, es para otra crónica… que Continuara, seguramente en el mar del Caribe, en la isla Margarita…

¿Quién Sabe, donde los vientos del Zonda nos lleven ahorita nomás?

Sebastian
Nicolás
Títeres del Zonda


CRONICA DE LA GIRA
“POR LAS HUELLAS DE LOS PUEBLOS
N° VII
Republica de Ecuador, lucha por nuestros principios y los derechos humanos.
Titiriteros Recargados
Ciudad de Quito, 04 de Octubre de 2009.
Bueno, compañeros y compañeras aquí nosotros en la gira, donde cada vez vamos aprendiendo mas y mas, no solo de nuestro arte al compartir con amigos del teatro en el camino, sino también con las personas en general que uno se va conociendo y maravillando mutuamente.
Ecuador, ya a esta altura de la fecha estamos organizando la retirada de este encantado país, lleno de naturaleza, montañas, mar, fragancias, colores que están impregnados en todos y cada uno de nuestros sentidos.

Habíamos terminado en la última crónica que debían enviarnos unos pesos, unos bolivianos, unos soles y unos dólares, como para poder regresar a nuestras cómodas vidas, ya que la antorchita estaba en las últimas.
¿Qué paso?
Y que va a pasar, nadie, pero nadie nos deposito, ni una biyuya, ni una moneda. Entonces ¿que siguió hacer?
Invocarnos a los santos de los títeres, al bien llamado diablo del Javier Villafañe.
“Diablito nuestro de cada función del día,
Concedednos el pan y el vino.
Para una santa y buena borrachera.
Concedednos el dólar de cada día
Para una buena compra purificadora de incienso humeante
Para el combustible y los repuestos de la mil veces santa antorcha.
Te invocamos a ti, santito de los titiriteros.
Diablito de cartapesta, rogamos intercedas ante el supremo,
Concedednos señor vuestros pedidos”
AAAAAAAAAAAAAAAAAa Amen.
Y así fue, que por los rezos de la hermana Concha, y la hermana Elsita, pudimos arrancar a la mil veces santa de la antorcha, y seguir en las rutas latinoamericanas, aprendiendo a vivir, de las experiencias propias y de las maravillosas personas que vamos conociendo en nuestro andar.
LOJA, LA CIUDAD DE LAS CUATRO ESTACIONES Y DE LOS CAMPESINOS EN BUSCA DE LA HERMOSA LIBERTAD:
Una ciudad única. Bella, tranquila, limpia, pura. Nada una simple ciudad de miles de encantos. Llegamos y nos encontramos una solidaridad impresionante de la gente. Impactados sobre nuestro proyecto.
El crepúsculo invade la ciudad, el sol descansa en una estrella que se dispone a despertar en el firmamento y en la plaza San Sebastián, una conglomeración de hombres, mujeres y niños se dispone a caminar por las calles.

Lentamente se van juntando frente a un gran palco, con una leyenda en la parte superior del mismo diciendo “Para el Pueblo lo que es del Pueblo”, así que se imaginaran, junto a las palabras de un alcalde que al terminar de un discurso, dice “Hasta la victoria Siempre”. Increíble ¿No?
Aprendiendo de las realidades locales, por lo menos el discurso interesante todavía nos faltaba la cuestión de la puesta en práctica. Veríamos en el tiempo si ambas cuestiones convergen en la realidad ecuatoriana.
Así nomás, pues que conocimos a muchas personas, increíbles como la familia de los Fierros, si pero fierros de verdad, locazos todos apasionados por los automóviles desde la mama hasta el hijo, el perro, el gato. La casa llena de autos. Tan locos que tenían como proyecto de living, poner un auto Porche, que encienda y todo. A cada visitante de la familia, prestarle la lleve, para que lo prendan dentro de la casa.. Eso si con una cañería especial para que se quite el humo de la combustión. Sino serian todos difuntos luego.
Y así, nos copamos las plazas de la hermosa Loja, muchos días de trabajo y contacto con la gente, conociéndonos, nos invitaban a tomar el te, y degustar manjares regionales. O Las interminables visitas al mercado, donde una hermosa caserita nos tenía preparado un rico y delicioso almuerzo. Terminábamos muy gordos que todas las tardes nuestras panzotas estaban tan pero tan infladas que salíamos disparados como dirigibles hacia el cielo; sobrevolábamos la ciudad desde lo mas alto, paseábamos por los aires; mirando disfrutando y enamorándonos de Loja y su gente.
Hasta que bueno, teníamos que bajar, de un gomerazo, nos bajaban los policías de la migra, por invasión del espacio aéreo, y mal uso de nuestras visas; pero ese es otra historia que mas delante le hemos de comentar.
Así que fue, que conocimos a los amigos Diego, Lorena y el revolucionario Amaru. La Eva lojana y sus dos hombres. Una conexión interesante y maravillosa que solo se da por las cuestiones de la vida y las energías que se deben encontrar en los senderos que nos toca recorrer.
Entre café, y tamales, nos invitaron al cantón de Calvas, un lugarcito de Ecuador que limita con el Perú. A un taller dirigido a las organizaciones sociales campesinas. Allí con el afecto de todos y todas las presentes, nos interiorizamos de la situación política de este país. Aprendimos mucho, compartimos mucho, y vimos que las cartas estaban tiradas y la responsabilidad de todos y todas, palpaba en una nueva y flamante constitución, que deberían hacer respetar.
En ese marco, estuvimos apoderándonos de varios momentos del taller, haciéndolo ameno en el contacto con los compañeros y las compañeras presentes, desde un hermoso abrazo caracol, hasta un calido saludo, con la yapa de la presentación de la Bartolina, el Evaristo, la Elsa y la Kassandra.
Tras el regreso nuevamente a la ciudad de Loja, con el complemento de hacer funciones en un parque que se llama Jipiro, seguimos compartiendo la plaza con los lustrabotas y demás compañeros músicos que estaban en la misma que nosotros. Así fue que el tiempo paso y el momento de hacer una escapadita a la ciudad costera de Machala, a un festival internacional de teatro por una semana se dio lugar.

FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO DE ORO:
Esta vez sin la antorchita, nos fuimos a la Provincia del Oro en la costa de Ecuador. Invitados por el Perbiter, amanecimos en dicha ciudad costera; abrazados por los olores de mariscos, endulzados por las fragancias de las piñas y bananos despertamos en una tranquila ciudad de la costa ecuatoriana.
Que comentarles del festival, hu muchas cosas que se nos hacen imposibles describirlas como un detalle de una crónica, mas bien seria un capitulo aparte. Muchas funciones compartidas con amigos y amigas de Colombia, Perú, Ecuador y México.
Muy buenas gentes, muy humanos y humanas, muy sensibles como artistas latinoamericanos comprometidos en nuestras realidades y en nuestros contextos, algunos mas otro menos, pero todos en el camino del arte como herramienta para el cambio y la creación de un espacio critico.
Y así que conocimos a los amigos del Teatro del Barrio, nuestros Ángeles cuidadores, guardianes hermanos, y hermanas, la familia de ecuador que supimos conseguir. Adela, la coordinadora, la de las manos tiernas que acaricia nuestros corazones en cada momento. El Juanma, el muchacho del grupo, el que vuela en cada momento y en cada instante, el que esta a flor de piel con sus principios y convicciones. Y la Pilar, el pilar del raciociño del grupo, la bruja (siempre hay buenas brujas por los caminos) que los sostiene en la tierra a los demás voladores. El equipo perfecto para unos teatreros de lujo.
Y claro que conocimos a la Liz con sus muchachos y muchachas. A los negritos del dedo mágico, al espantapájaros, a la cigarra. Al Porfidio y la Violenta y Peligrosa, Mexicana. Unos amores todos.
Increíble, tantas charlas, tantos vinos, y tantos debates, entre delirios y sueños, esperanzas y grandes virtudes en las tablas y en la lucha diaria de los artistas del mundo.
Lo fascinante fue, lo que se genero con nuestra obra del Cuento de los Cien Pesos, ahondamos en lo profundo de los corazones de los compañeros, en la historia de cada uno, con tantas interpretaciones como personas que la apreciaron. Fue muy rico ver sin vestuarios previos los comentarios de cada igual. Excavando desde una representación teatral en el interior de uno, con los temores, las vergüenzas propias y ajenas. Muy buena la obra, sentimos que nuestro objetivo se cumplió.
Y bueno fue dedicada aquellos que nos decían que no se iba a entender en estas tierras, aquellos que con sus dotes de maestrulis, nos decían, no con esa obra no se pueden ir a viajar, la gente no sabe nada de nuestra historia.
Pero con nuestro concreto andar podemos decirles que lo que sucedió como en el trato de los hermanos originarios y con la tenencia de la tierra en la argentina, también sucedió en otros lados y en otros países. La historia se repite, porque la ambición es la misma en todos lados. Pero también es la misma la resistencia de los pueblos y la hermandad de los que luchan.
Así fue nomás que luego de una semana, regresamos con unos verdes a invertirlos con la antorchita, que estaba necesitando unos arreglos, una batería, una limpieza de radiador, en si unos cariños profundos para poder seguir andando.
REGRESO DE LOJA Y TALLER DE EDUCACION POPULAR:
Estando de regreso nuevamente en la ciudad de las cuatro estaciones en el día, volvimos a nuestras andanzas en las plazas, y allí fue donde nos conectaron con la maravillosa gente de una organización campesina, el Emilio, el maravilloso Paco secreto como dice su mail, Benjamín, y los grandes hombres y mujeres que día a día construyen la Federación de Campesinos.
Con ellos coordinamos nuestro primer taller de educación popular, que era uno de los objetivos de nuestra gira, Por las huellas de los Pueblos, y fue allí en la casa del campesino donde nos pusimos a trabajar en conjunto para una jornada de intercambios de pensamientos.
Todos pelados, como se dice en ecuador a los jóvenes, con harta energía, de cambiar el mundo, pero comenzando desde su propio pueblo. Corazones puros y fuerzas plenas para generar dicho cambio. Comprometidos en las realidades pequeñas he importantes de su existencia. Entre juego y pensamientos nos trasladamos todos a los sueños de los que luchan y crecen colectivamente.
Nos miramos los ojos y en tal conexión disfrutamos de cada instancia que se generaba a partir del contacto entre los presentes. Nos conocimos, y comenzamos a desaprender lo que nos hace daño, ese individualismo caníbal que esta en cada rincón que asecha.
Construimos una gran maquina humana, sonreímos y nos abrazamos, bailamos, lloramos, nos estremecimos en cada instante y en cada momento, para luego regocijarnos en una puesta de teatro de títeres. Sin palabras y el silencio que nos enseña a vivir y disfrutar de lo que estamos haciendo. El lo dice todo.
SALIDA DE LOJA Y ENCUENTRO CON LA GENTE DE GUAMOTE:
Habiendo cansado a la gente de Loja, de tanta marioneta bailadora, tanto títere suelto, vimos la necesidad de ver el tiempo justo de seguir nuestro recorrido. Que la verdad se hace difícil cuando a uno lo tratan tan bien en un lugar.
Así pe, que nos toco rajar, acondicionar la antorcha, y a la ruta…
Pasamos por la ciudad de Cuenca, luego nos perdimos un poco, ya que regresamos nuevamente a un pueblo donde habíamos pasado, y el señor Soroche (apunamiento), allí presente nuevamente, no en nosotros, pero si en la antorchita que pierde un poco de fuerza en los terrenos de altura.
Pues decidimos hacer noche en un lugar de las altas alcurnias, de esos de pedigrí, donde te reciben con un termo de lujo, de esos que la gente esta toda almidonada, con perfumito y todo. Traje de etiqueta. La disfrutamos pero al otro día fue un caos, la antorchita le había gustado tanto el susodicho hotel, que no se quería ir, va ni siquiera salir del estacionamiento. Bueno a todos nos pasa es la seducción del capitalismo. La comodidad y el encanto ficticio. No la podemos condenar a la niña por eso.
Así que a empujones la sacamos, con la gota gorda, que nos vino bien como para tornear nuestra escultórica figura de dandis de la ruta.
Y allí marchamos, pero como para recuperar energías, paramos en un pueblito a comer una semejante fritada con mote. Es indescriptible como se come en estos lugares, es verdaderamente un placer. Había un chancho, si un chancho con todo su colesterol, y su grasita espectacular llamándonos, con su cuerito bien sazonado, crocantito, invitándonos a probarlo.
Con su frutica y verdurita en su boca, moviendo su colita deliciosa, diciendo en el idioma cochinazo, he paren, bajen, vengan a mí. Miren que delicia, que encanto soy.
Y sus fragancias ventiladas al viento, entrando por los pequeños orificios de la antorcha, nos volvía locos a los tres.
La antorchita sin más reparo, detuvo su marcha incansable. Nos abrió su puerta nos dejo en libertad, y nos dijo:
“Coméis y beber, todos de el.
Porque este sois el chancho de vuestros sueños, acudid a el que serais la perdición de sus venas.
Acudid a el en el ritual del almuerzo, que Hoz luego necitareis de las energías
Para empujáis a mi.
Disfrutáis de sus grasas, y sus motes
Alabado sea el sacrificio del santo chancho.
Y así fue, que nos encomendamos al Chancho cerdo, y no dejamos ni los huesitos. Para poder seguir. Todo se transforma, como dicen los científicos, pero lo nuestro se trasformo tanto que con el exceso de peso del Ruddy, rompimos un muelle de la mil veces santa de la antorcha.
¿Y donde fue eso?
En Guamote, una ciudad peculiar, de hermanos originarios, con un alcalde originario también. Mercado, y todo. Como si por arte de magia nos hubiéramos trasladado a un poblado de Bolivia. Los colores de las vestimentas de las mujeres toda una moda de encantos. Y allí fue donde solicitamos colaboración como para poner en estado nuevamente a la camioneta.

Y la gente muy solidaria nos tendió una gran mano. Nos quedamos en una estancia para nosotros solos, que se llama “La Pastoriza” una granja comunitaria, de los años 1920, expropiada a los terratenientes en 1930, y desde allí es del pueblo.
Realizamos a cambio un hermosa función con alcalde presente y todo, muy rico, sentados en el escenario haciendo de guardianes de la Reina y las princesas de Guamote, para luego recibir con aplausos la comitiva del alcalde municipal del Cantón. Ni se imaginaban con quienes estaban ellos.
Así fue nuestra estadía, con los hermanos y hermanas de Guamote, entre charla y charla nos preguntaban de cómo en nuestro país se trataba a los indígenas. Que bueno se pusieron muy tristes al saber de esto. Pero al contarles de las luchas y de la resistencia vieron reflejados en ellos sus sueños y así nomás sonrieron mirando el cielo.
CIUDAD DE BAÑOS DE AGUA SANTA, DONDE SE DE TIRAR LA CADENA:
Después de la compartida con los hermanos y hermanas de Guamote, nos fuimos a la Ciudad de Baños de Agua Santa, una tierra con increíbles bellezas naturales, cascadas, vegetación abundante, con la mama Tungurahua a la vista, a punto de demostrar la fuerza de la naturaleza. Un volcán que mantiene a los habitantes de la zona en alerta naranja.
Pero como todo hermoso lugar, este atrae a muchos turistas, locales he internacionales. Y esto depara por consiguiente beneficios y maleficios por doquier para unos y para otros.
Todo esta regulado como para obtener una moneda del otro, la principal fuente de recurso del lugar es el turismo.
En nuestro recorrido vamos aprendiendo que en ciertas cuestiones debemos respetar las normativas públicas para no tener problemas con una señora que le llaman Ley y con mayúsculas. Así que fuimos a la casita de un hombre que supuestamente representa a esta Señora solterona. Pedimos un permiso y nos lo dieron para trabajar el fin de semana, solo dos horas, viernes, sábado y domingo, de 18:00 a 20:00 ni un minuto antes ni uno después.
Entre tanto y tanto, pudimos unas visitas y caminatas a unos lugares muy bellos del Cantón, nos fuimos a conocer el camino de las cascadas donde las hay muchas, y de diferentes caudales de agua, sabores y matices.
Pues así, llego el bendito día de trabajar para juntar unos dólares así poder seguir.
¿Y que fue? ¿Qué cuentan?
Lo que ya saben ustedes, nos detuvieron como delincuentes comunes, con patrañas y demás artilugios de esos que saben los que se especializan en ello. Los policías, los milicos los ratis, los botones, etc, etc.
Lo lamentable es que no eran de generaciones anteriores a las nuestras, sino lo más indignante fue, que eran jóvenes de nuestras mismas edades. Carentes de toda humanidad, alardeando su machismo y abuso de poder. Algo muy falico y vergonzoso.

Pero no sabían con quienes se estaban metiendo, con unos titiriteros de cepa combativa, que con la pura geta, floro, y habla, no se deja atropellar aunque vengan los palos que vengan.
Y mas aún acompañados por la familia del teatro del Barrio de la Ciudad de Quito, Juan Manuel, Pilar, Maria Gracia, Maria Paula. Todos juntos caímos en las garras de estos prehistóricos torturadores.
Y no pudieron…
Tuvieron que soltarnos haciéndonos más fuertes.
VIAJE AL PAGO DEL HOMBRE DEL PONCHO:

Después de lo sucedido en la ciudad de Baños, seguimos quedándonos allí, no saliendo a trabajar en la calle, sino más bien haciendo funciones pero en otros lugares, así fue que realizamos unas presentaciones en la casa de la Cultura de Ambato, y también en el pago de Don Leonidas Proaño.
Esa función fue muy especial, allí rodeados de muchos hermanos y hermanas originarias, viendo sus sonrisas, compartiendo el arte entre todos. Generando un espacio critico a través del teatro de títeres.

Entre sonrisas, sorpresas, angustias tristezas, supimos recibir de todos ellos una gran energía para poder seguir, para poder luchar y resistir. Fue así que les pedimos que soplen al pie de las montañas para que ese viento se convierta en ráfaga y esa ráfaga nos haga recorrer más pueblos y compartir el arte entre todos y para todos.
Entre chistes y dobles sentido almorzamos todos juntos, nos obsequiaron libros y remeras de la organización pueblo indio, uno de los fundadores es Leonidas Proaño (es un cura de los que iniciaron el movimiento de la teología de la liberación en Sudamérica), sentimos allí su presencia junto a todos y cada uno de los que resisten el día a día. Ante los atropellos y las cegueras de los que dicen ser gobernantes y los que dicen dominarnos.
“Todos sabemos que el culto a la verdad engendra la libertad. Desde el punto de vida existencial, puedo decir que cuando se actúa con honradez, con verdad, se experimenta la libertad interior que nada ni nadie puede arrebatarnos” Taita Leonidas Proaño.
REGRESO A LA CIUDAD DE BAÑOS DE AGUA SANTA DONDE SIGUIERON OLVIDANDOCE DE TIRAR LA CADENA:
Así que con mas fuerza y muchos principio, regresamos a la ciudad de Baños de Agua Santa, donde se sigue sin tirar la cadena, y están muy presente los “Caza artistas” a cambio de un simple franco de trabajo.
Allí recorriendo las plazas, mirando a los que nos miran con caras de perseguidores, conocimos a unos chicos y chicas colombianos. Ele, Luisa, Javi, y Dani, están en la misma que nosotros haciendo el viaje de sus vidas.
Con fotografías, toque de música violines, y también artesanías, como el de construir figuras de papel.
Y por esas temibles, indeseables, y peligrosas figuritas de papel, el Daniel fue encarcelado mas de tres días, privado de su libertad, por hacer las malignas figuritas de papel.
Una aberración, que nos indigno a todos, y como estábamos supercargados, nos solidarizamos con los amigos, allí nos vestimos muy bien, un poco de gel, nos bañamos, que hacia unos días que teníamos presencia de artistas itinerantes. Nos perfumamos. Todo como para estar a la altura de los funcionarios.
Y a la lucha…
Fue dura, sabrán creer, fue muy dura, enfrentarnos al todo aparato, no solamente milicos, sino también y mas otros de la misma calaña, alcaldes, secretarios, secretarias, intendenta de policía, señores de la defensora del pueblo, etc. Etc.
Fueron tantas las oficinas que tiramos, que no se imaginan, unos por un lado otros por el otro. No sabemos si estábamos bien organizados la cosa era sacar al compañero de la cárcel lo antes posible, ya que estaba pasando un momento bien delicado en relación a sus emociones y no soportaría mucho tiempo tal circunstancia.
Jodidito el tema.
Constantemente nos amenazaban que si seguíamos haciendo lo que estábamos haciendo, nos pasaría lo mismo que nuestro compañero. ¿Se imaginan? No, mucha impotencia, mucho abuso de poder.
No hay derechos para ustedes, ya que son extranjeros, los deportamos. ¡Miren que los deportamos! Así de simple, sin queja alguna. Los metemos en cana, al calabozo y nada mas se sabe de ustedes hasta salir de la frontera.
Como en los mejores momentos de la dictadura.
Eso no lo podíamos aceptar, así que salimos y denunciamos. A todos y en todos lados. No sabemos si fue una victoria, o una derrota, lo que si sabemos es que tratamos de hacer todo lo posible por Daniel.
Y fue tanto la presión por parte nuestra, que el proceso de la deportación se acelero, para no dejar que intervenga el defensor del pueblo. Y el amigo fue deportado, lo sacaron del calabozo con esposas y lo llevaron a la frontera, sin derecho a defensa, por ser un criminal peligroso por hacer figuritas de papel.
ACLARAMOS QUE NO ES UN CHISTE, por si las pulgas, vieron. NO ES UN CHISTE
Lo deportaron por hacer figuritas de papel.
Que le vamos hacer es en lo que se ocupan nuestros funcionarios, en perseguir a los artistas y más aún si son jóvenes estudiantes, con tal de destruirles los sueños, todo es posible.
CONSULADO ARGENTINO, SEÑOR AGREGADO CULTURAL, QUE SE OCUPA DE LOS EMPRESARIOS ARGENTINOS Y NO DE LA CULTURA:
Ahora ya estamos en la Ciudad de Quito, y seguimos haciendo quilombo, porque fuimos al consulado Argentino, que siguiendo con la onda, no nos dieron ni bola. Tuvimos que ir a una radio muy escuchada para que el Señoriíto Cónsul, nos llame.
¿Y que?
Lo de siempre, las palabras para quedar bien, la justificación ¿y que?, ellos estaban allí para cuidar los derechos de los ciudadanos argentinos, y que nos darían un apoyo.
¿En que quedo?
En el silencio, llamamos al consulado y los señores funcionarios estaban todos atendiendo a unos empresarios platudos, guitudos que estaban en ecuador para comérselo todo, como es su costumbre cotidiana.
Y no había tiempo para atender a unos artistas tercermundistas, que están haciendo solo intercambio cultural, lo de siempre. Que no hay recursos.
Nosotros no pedíamos plata, nosotros no solicitábamos un país que explotar, ni dinero que pagar en coimas. Solo solicitábamos una entrevista para verle la cara al que vela por nuestros derechos y tiene la obligación de ello.
Pero sin dinero, no se puede, sin plata de por medio jamás. Lo sabemos es parte del sistema, y de los que se prenden en el. Lamentable actitud de todos los que pertenecen a la embajada y el consulado argentino.
Los putiamos a ustedes también. Porque son iguales que los que nos arrestaron, a los que miraron para otro lado. Y los condenamos a que MIREN teatro y en su conciencia o inconciencia sabrán lo que habrán hecho con los artistas.
Aquí va el mail de la embajada, si le quieren escribir y el nombre y apellido de los funcionarios, como así también el teléfono si se animan a putiarlos.
Cónsul:
Sr. Ministro Agregado Cultural: Horacio Doval
Mail Embajada: embarge5@vio.satnet.net
Teléfono embajada: 2562292, faltando los prefijos si llaman desde el exterior. País: 00593 y el de la ciudad de Quito es 02
Podrán hacer catarsis también, si quieren con ellos. Que se lo merecen.
RESPIRO EN QUITO Y MOMENTOS DE DIFRUTE Y COMPARTIDA:
Como verán Ecuador, un país maravillosamente encantado por la vida, y nosotros plenamente libres y convencidos de lo que estamos haciendo. Así nos encontramos con la gente que vale la pena conocer.
Ahorita nomás estamos muy cómodos y por demás, no es que seamos masoquistas, sino que nos sentimos como en nuestras casas, cuidados, arropados, consentidos, muy amenos en lo diario.
Recorriendo las plazas históricas de la ciudad, asombrándonos de las similitudes de las ciudades recorridas, de los desconciertos, de las monumentales iglesias y conventos que se esparcen en la ciudad serpiente.
Y es así que estamos en estos últimos días visitando la tierra de la panza del mundo, en el ombligo de los amigos del teatro del barrio. Seguimos realizando funciones, por ejemplo en la universidad central de Quito, allí dimos un taller, a unos bellos y bellas personas, artistas importantes, generaciones futuras del teatro.
También dimos una función abierta a todo publico, y nos inundaron de energías por sobre todos, allí una de las presentaciones mas calidas que hemos realizado en toda la gira, todos los estudiantes universitarios disfrutando a pleno la jornada. Las caras, concentrados en la función plenamente. Metidos en la obra.
Y en los estallidos de los aplausos teníamos la retribución del publico magnifico.

También estuvimos en un bar llamado Café del Libro, donde la cultura árabe se impregnaba a flor de piel, la música hacia mover el espíritu y los huesos.
Entre derbaques, y odaliscas, Elsa y Kassandra demostraron lo que ellas saben, bailar, y bailar, así fue que entraron en trance, y se convirtieron en seres humanos, en mujeres que regalaron sonrisas, caricias y besos durante su presentación. Movían sus manos entre sus rostros sensualmente.
Sus cuerpos desbordaban las fragancias de la vida, su pechos y caderas invitaban a un momento íntimo de sensualidad y de encanto.
Sus ojos miraban fijamente al público, moviéndose en todo momento rítmicamente, y con sus respiraciones construían la magia de la vida.
Nosotros los titiriteros no estábamos allí, solo nuestra esencia en el baile, solo en el sostener los hechizados hilos de algodon, una imagen borrosa de nuestra esencia, que se hacia extensión de nuestras marionetas.
Ellas bailando…
Solo ellas en plena intimidad con su público, sonriendo con miradas picaras, hasta terminar la música.
Y allí en la valija de antaño, convertirse nuevamente en marionetas y nosotros en simples titiriteros itinerantes al final de la función.
Bueno hermanas y hermanos de la hermosa América, estamos viendo de cruzar otra frontera, de trasladarnos a Colombia, que bueno no sabemos que nos deparara la bella, Colombia, pero si seguro que serán increíbles experiencias que sabremos compartir con ustedes, por ahora mail por medio y fotografías. Pero cuando lleguemos a nuestro país esperaos nos inviten a un asadito y unos buenos vinos.
Unos cuantos, ya que estamos un poco sedientos.
Un abrazo a todos y todas y soplen para que el viento zonda, nos siga llevando por lindos lugares y de muy lindas personas.

Gracias y multicolores sonrisas para todos y todas.
Les queremos mucho
Los Titiriteros trashumantes.
Nicolas Martinasso
Ruddy Castillo Rojas
Sebastián Aurelio Berayra
CRONICAS DE LA GIRA
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. SEIS

Republica de Perú

CRÓNICAS DE LA GIRA VI


Ciudad de Loja, Republica de Ecuador, 29 de Julio de 2009.

Aquí yirando por los caminos maravillosos de la América nuestra; tratando de plasmar en palabras los acontecimientos que hemos vivido. Difícil muy difícil se nos hace, transcribir tales sentimientos generados en los kilómetros recorridos y a las tantas maravillosas personas que se nos han hermanado a través de la cultura y el arte de los títeres.

ENTRANDO EN LA REPUBLICA DEL PERU

En la crónica anterior les habíamos contado que salimos con Giovanna y Hugo de Bolivia, ellos como tales hermanos nuestros nos acompañaron hasta cruzar la frontera. Querían estar seguros y tranquilos; cuidarnos a los Zondas la gran familia Chambi haciendo fuerza para que sigamos repartiendo sonrisas con nuestro arte.

Hoy estando con el compañero Ruddy recordamos con Nicolás cuando la Giobi nos decía: ¡Sigan, sigan!. La verdad que allí en la ciudad del Alto en Bolivia se nos hacia difícil el hecho de seguir, las cuestiones de los cruces de frontera los interminables papeles y boludeces que te piden al cruzar una barrera donde de un lado hay una bandera de unos colores y del otro otra.

¿Acaso no somos todos hermanos?

Pero bueno son las parafernalias de los que nos quieren dominar para así tenernos bien separaditos, inventos nada mas. Hoy por lo recorrido podemos decir que la hermandad los une a todos y cada unos de los Latinoamericanos. Desde la sangre, desde los pensamientos, desde nuestra historia, y desde nuestras luchas.
Luchas que son las mismas, con muchos muertos de nombres distintos, pero de iguales ideales de liverta.

Llegamos a la Ciudad de Puno, en sus generalidades mismas costumbres que los hombres y mujeres andinas de Bolivia. Solo pasamos la noche en una ciudad oscura, tranquila y ya sin nuestros ángeles protectores. Solo nosotros dos, allí abrigando con una frazada y varios otros harapos el motorcito de la fantástica antorcha, para que no se nos congele por el terrible frió.

Y así continuamos tranquilos, inundados de tanto amor recibido de la bella y magnifica Bolivia.

Temprano salimos. ¡Arranco la estanciera! Contentos salimos, pero también un poco tristes y con melancolía en nuestros latidos.

Olvido argentino, nos llevamos la frazada del hotel, bueno con tanta fama de ladrones que tienen los Peruanos, nos adelantamos a los acontecimientos. ¿Qué paso? No se, vino la frazada con nosotros.

Y así fue, teníamos idea de que solo Perú seria un país de paso, habíamos estado mucho tiempo en Bolivia, así que solo queríamos llegar a la Ciudad de Lima, donde el colectivo Anaraco nos estaba esperando. Por eso y por las cuestiones financieras no podíamos quedarnos en otros lados.

Derecho, de fresa como dicen los hermanos Peruanos, derecho seguimos. Pasamos por Arequipa, Camana, Nazca, y otras tantas ciudades. En una parte del Camino la ruta se dividía en dos. Una hacia “Cusco” y la otra “Lima”.

Allí le preguntamos a la Fantástica Antorcha: ¿Dónde tú quieres ir, amiga compañera, tú que nos llevas y nos cobijas en tus entrañas? ¿Dónde quieres ir?



Y en el silencio inmenso de tan impactantes paisajes desolados, una voz calida, dulce, tranquila, armoniosa y equilibrada, salio desde la tierra misma, reboto por las montañas y se adentro en nuestros corazones.

Parecía la voz de una niña.
Una madre.
Una compañera.
Una amante.
Joven pero con mucha experiencia.

¡Muchachos de los títeres del Zonda!, aquí yo, soy la voz de la Antorcha. Ches, como les dicen aquí, pónganse las pilas, tengo frió y se esta viniendo el invierno.

La verdad que si me quieren, no me lleven hacia los andes, no me lleven hacia el frió. Me congelo, se me hace hielo el agua, y no puedo, no puedo. No llego.

Si me quieren ustedes mis amigos, no me lleven a los andes…

Y así fue que decidimos no ir al Cusco, nos fuimos a la calidez de otro clima.
Te queremos Fantástica Antorcha, te queremos vieja viajera.

ESTADIA EN LA CIUDAD DE LIMA

La ciudad de los reyes, Lima la que el sol no sale, la que la niebla esta en cada momento, la de los balcones, la de los señores Incas, la de la historia. Lima la que tiene los restos del conquistador y asesino de Pizarro. Lima la del arte, la de los suburbios, la de los antros, la de los mercados.(la del Averno, no olviden de ir por allí)

Simplemente Lima, la maravillosa, que en cada momento y en cada paso que das, te impregna de historias, de momentos eternos y magníficos.

Llegamos a la ciudad y fuimos a parar a la casa del Pancho, el Francisco de Comas, nos recibio increíblemente bien, coordinamos unas funciones en un colegio, el Fe y alegría de Comas, barrio año nuevo.

Lo que llaman un asentamiento humano, o una villa marginal en Argentina. Casas de pobres, y gentes humildes. Invasores de las tierras, ocupas de lo que les pertenece, como en todos lados.




¿Quiénes nos podían recibir? Sino de mejor manera. ¿Quiénes nos podían dar una mano? Sino fueran ellos, los iguales a nosotros.

Junto a una bella monja tercermundista maravillosa, que nos enamoró los pensamientos y nos dignifico los espíritus con su anillo de coco, su elección por los pobres, y juntos a ellos. Viviéndola día a día. Nos abrió la puerta de su escuela con un señor Director en toda su Ley para que hagamos funciones.

Y las hicimos. Once funciones cuatro por día, nos cansamos físicamente, pero fueron muy gratificantes. En una un niño de unos once años, no vidente, fue a presenciar la función y la disfruto increíblemente.

Otra, un jovencillo de unos diez años, nos comenzó a hacer varias preguntas pero no parecían de un niño, ni siquiera un periodista nos la izo de tal manera hasta ahora, tantas preguntas y tan inteligentes, sobre nosotros a nivel personal, y sobre el teatro de títeres. Al termino de la charla nos abraza a los dos y nos dice: ¡Nicolás, Sebastián! Cuando sea grande quiero ser un artista como ustedes.

Nos dio un beso y se fue muy feliz. La Monjita estaba observando desde lejos muy atentamente, al ver que el niño que se alejo, ella se acerco hacia nosotros y no dice: ese niño con el que ustedes estaban, es autista.

ENCUENTRO CON JESUS, CHARITO, PAOLA Y RUDDY
Dios, la Virgen, Buda, los profetas, los santos, Mahoma, que sabemos nosotros, las estrellas, los planetas, las energías del Universo. No lo sabemos y ni tampoco nos rompemos los marotes en descubrirlo, solo nos dejamos llevar por la magia de la vida que nos acompaña y la sentimos con olor a rosas, claveles, clisantelmos.

Nos cruzamos con las vidas de otras gentes y desde allí las nuestras ya no son iguales, nos acarician el corazón y nuestros latidos suenan más fuertes y acompañados. Así fue con Ruddy y su familia.
La generadora de luz, la Charo compañera inigualable, madre, amiga, pata como dicen los Peruanos, Gambas como decimos los argentinos, una mujer de fierro, luchadora, una capa una maestra, alli a sus brazos fuimos a parar, a conocer, a compartir.
El Jesús un pan de Dios, una palmada en el hombro, un hombre bueno, otro luchador, un creyente de la gente, un trabajador con ejemplos, una pureza que reflejan sus ojos, sus manos, su mirada, sus palabras simples. Su humildad infinita y su amor florecido desde sus entrañas mismas.

La Paola, la hermosa Paola, con sus músicas, sus energías tan salpicantes y su lengua igualmente tan afilada. Rebeldía de años, sus cantos y alaridos a los llamados “el Rancho esta servido”. ¿Dónde estarán tus pensamientos y sueños en estos momentos?
Tamos cuidándonos con tu hermano, quédate tranquila.


Y el Ruddy…
Palabra mayor en titiritero, que ya es parte de nuestra gira y recorrido por las huellas de los pueblos.


Allí nos recibieron, no teníamos ni ganas de salir de esa casa, nos quedábamos todo el día en la Jato, trabajando, escribiendo, construyendo billeteras, títeres. Creando música, compartiendo. Dándole curso a los sueños.
SANTIFICACION DE LA ELSA Y KASANDRA

En una crónica pasada, les habíamos contado que nos dijeron que nuestras marionetas estaban endemoniadas, eso fue en la plaza de la Ciudad de Cochabamba, en la Republica de Bolivia.


Bueno, algo debíamos hacer. Entonces se nos apareció el Jesús del Paradero Gallinazo en Puente Piedra a las afueras de Lima, y nos invito a realizar una función en una iglesia.

Nosotros fuimos, pensando que la presentación seria en la calle, pero bueno no fue así, porque había muchos niños, el día estaba feo, y la calle seria un riesgo para ellos. ¿Pues entonces donde nos presentamos?

Dentro de una iglesia, con sus santos, con sus velas y todas sus cruces. Y salio nomás, la Bartolina, el Evaristo.
¿y quien mas? El mismísimo diablo. El títere diablo de los Zonda, allí haciendo de las suyas frente al cura párroco y los feligreses; en la mismísima iglesia.

Como en una no se pudo, se siguió en otra. Les gusto tanto la presentación que no valió si no más que presentarnos luego en conmemoración de una fiesta patronal.

Así es pues, la gente quedo maravillada de los títeres y por eso nos invitaron unas monjitas ecuatorianas y el mismísimo cura párroco, hacer otra presentación en la fiesta de San Pedro de Caraballyo. Festejo y garrote, aparecieron los Biyuyos cantando, el Panadero y el Diablo de la Polilla.

Y claro no podían no aparecer.
Las impactantes, las sensuales, las que le dejan boquiabierta a los señores y también sin limitaciones y cerramientos sexuales a las señoras, o las envidias de sus caderas y movimientos corporales.

Nuestras Elsa y Kasandra. Las bailarinas árabes y su danza mágica.
Tan mágica, pero tan mágica que el santito articulado del año de don Cristóbal Colon, movió su cuello y lloro por no ser marioneta de hilo.

Si no saben, milagro decía le gente, milagro. Ma que milagro si uno sabe mucho de esto, ese acontecimiento solo era cosa de muñecos.
BORRACHERA EN LA PLAZA DEL LIBERTADOR

Nosotros somos titiriteros, y los titiriteros no son gente sana, ni mentalmente y menos físicamente. Todos tenemos nuestros vicios, algunos sexuales, otros prohibidos, otros no tan prohibidos, y el alcohol es un vicio de los titiriteros también.

Asi, pe.
Ningún titiritero esta exento de borrachera, el titiritero que no se emborracha, no es titiritero, no capta las imágenes, no transmite sus sentimientos, no ve la calle desde el lugar mas intenso.

Es simplemente un movedor de objetos.
El titiritero tiene la obligación de emborracharce, quedar tirado en un banco de una plaza, por lo menos una vez en cada país donde va.


Y nosotros no somos la excepción, cumplimos al pie la regla fundamental del maestro Javier Villafañe, siempre y cuando haya un vinito. Bueno esta vez no fue así, sino mas bien el Pisco Peruano, que no podíamos irnos del Perú sin antes probarlo.

Uno, otro, y otro, y otro, y cinco veces otros. Con los amigos de Tarbol, el Josmy, Ruddy. No voy a explayarme en detalles, pero si le voy a decir que estuvo bárbaro, la resaca nos duro unos tres días.

Imagínense.


EL PÚBLICO MÁS COMPLICADO Y LA SATIFACCION MAS HERMOSA

Hay veces que la gente se expresa muy bien, se saca las etiquetas y se viste de lo que realmente es, digamos se desnuda en su mas bella naturaleza. Y cuando va a ver un espectáculo es mas interesante. Por un lado se transforma en exigente y por el otro lado lo que le va le va y lo que no lo abuchea.

Y esa fue una de esas presentaciones, nos habían adelantado en ese lugar la gente es bien complicada, no todos los artistas se animan a ese publico.

Nosotros dijimos, va que, si ya tenemos calle, tenemos experiencia, tenemos camino recorrido, no nos importa vamos nomás.

El parque universitario, un lugar en el centro de Lima, copado por migrantes, un lugar de encuentro bien popular, acostumbrado a los cómicos ambulantes, los cantores populares y a dar una gorra de céntimos también.

Le gusta aplaude.
No le gusta te quema como los inquisidores de Lima.

Llegamos en el marco de un festival llamado FIETPO, todo bien, pero la compañía anterior había desistido no se pudo presentar, por cuestiones técnicas.

Entonces pusimos el pecho de los títeres nuestros..
Entre silbatinas y putiadas.

¿Para cuando?
¡Pongan música y saquen a esos gringos! (Nos llamaban, eso nos jodia terriblemente)

Antes de comenzar salimos del retablo y comentamos quienes somos, pero esta vez dijimos no, no vamos a cuidarnos de los botellazos. Mandemos la función nomás.

Así fue, y de repente se creo el clima, los gritos cesaron, los silbidos no se escucharon mas, la armonía estaba presente.

Risas y silencios nos decían por entre el retablo, vamos bien, bien.
Hasta que terminamos con el Ladrón de Flores. Y los aplausos nos invadieron, nos colmaron y el auditorio nos ovaciono.

Otra, otra, y no nos hicimos rogar, salio al compás de la música la Danza de Elsa y Kasandra y Jimmy.

La rompimos. Francisco el organizador nos decía: ¡Muchachos son muy buenos ustedes! ¡Son muy buenos!

Tuvimos nuestro momento de gloria, y nos recibimos en el teatro popular.
Gracias Panchito y familia por invitarnos al festival.

DESPEDIDA DE LA CIUDAD DE LIMA

Pensábamos solo pasar por Perú, pero no fue así ya teníamos que rajar se nos estaba cumpliendo la estadía en ese país. Dos meses y medio, ya debíamos afrontar la retirada y darle curso al adentramiento en Ecuador.
La antorcha si les contamos no nos van a creer donde estaba alojándose. Una carpintería, pero no era una carpintería común y corriente. Esta era la carpintería…

La señora carpintería.
¿Adivinen que construía?

No, muebles no nada que ver.
No, puertas no nada que ver.
No, mesas y sillas no nada que ver.

¿Se dan por vencidos y vencidas?
Y si, parece que no tienen imaginación, che

Ataúdes, si, si ataúdes. El señor carpintero nos decia que buen vehículo, para transportar cajoncitos, dos adentro y tres se pueden llevar tranquilamente afuera.

Conocimos todos los modelos. El ingles, el Linch, el Curvo. Todos, pero nos fuimos rajando.
Pero con compañía, y no necesariamente un muertito, sino mas bien un hermano el Ruddy se nos sumo a la gira, hasta donde el quiera será.

Bienvenida compañía de títeres la Polilla. Bienvenido Ruddy a la gira de estos locos titiriteros.
CAMINO A TRUJILLO, CHICLAYO Y PIURA

Esta gira nos lleva hacia muchos lugares nos hace aprender no solamente sobre las personas, nos humaniza mas, nos da mas herramientas en el camino. Sino también nos enseña un poco de mecánica.
La antorcha, salio con problemas, va llegamos a la Ciudad de Lima con pequeños problemas que pensábamos haberlos solucionado con un mecánico que vimos antes de partir. Pero no fue de esa manera.

Sigue con problemas, primero el filtró de combustible, le entraba aire, y fallaba, nos dejo unas siete veces en el camino, no nos arrancaba, no entendíamos nada. Ya le habíamos probado todo lo poco que sabíamos de mecánica.

El tema era que estábamos en el medio del desierto, pero siempre hay gente buena y solidaria, nos dieron una mano y así seguíamos, hasta que se paro y no quiso más.
¿Pero donde se paro la antorcha?
A unos metros de un teléfono de un S.O.S., sí, no se puede creer, eso si es un milagro, llamamos y nos enviaron una grúa. La arreglaron y seguimos. Dale que dale, que dale.

Y se vino la noche, las estrellas y en el medio de la nada estábamos nosotros.
Paramos ya esta bien, muchos kilómetros recorridos, pero que no podíamos contener nuestras aguas mas.
Y así seguimos, llegamos a Trujillo muy tarde David de Arte urbano nos fue a recibir a la una de la mañana a la plaza de armas, llegamos bien, y a descansar, muy bien, nos fue. Solo pudimos hacer algo de marionetas en la calle, por el tema de la Gripe todo cancelado, nos quedamos unos días y luego partimos hacia Chiclayo.

La casa del Señor de Sipan, increíble el lugar la gente. Habíamos coordinado unas funciones con la gente del Instituto Nacional de Cultura, y nos alojamos en la casa del Papa de Ruddy, buena onda.

Conocimos linda gente pero debíamos seguir, sino tendríamos multa para salir de la frontera. Muchos afectos en pocos días con Gladis y su hija, nos cuidaron mucho, y compartimos mucha charla vinito de por medio.


Salimos rumbo a Piura, una gran compañía nos recibió. Para nosotros fue muy importante, no hubiese sido así la sensación de afecto y energía que nos dieron los amigos de la Pequeña Compañía de Teatro.
Un cierre increíble de un país maravilloso.

El Director, un señor director, el Julio, una bella persona, una calidad de persona muy pocas veces vista, un hombre comprometido con el teatro desde un lugar fascinante, soñador, luchador.

Acompañado de un elenco mas que maravilloso, majestuoso, con una energía infinita, los muchachos como el les dice, mucha vitalidad, muchos sueños, nos colmaron de su esencia.


Salimos a la calle a festejar su séptimo aniversario, con sus zancos, con sus vestuarios, sus acrobacias, sus encantos, sus sonrisas.

La verdad que Perú hubiera sido otra sin no los hubiéramos conocido.
Una gran conexión, volveremos amigos, volveremos muchachos y muchachas de la Pequeña compañía.


Toda la mejor hermanos del arte, aquí nos tienen para lo que quieran.


CAMINO A ECUADOR

Temprano nomás y empujando la antorcha ya que su alternador no funcionaba, y no podíamos llevarlo a arreglar ya que los tiempos no nos dejaban. El motor debió permanecer siempre en funcionamiento durante esta travesía de unos 500 kilómetros.

Salimos, y le dimos ruta a la rutera. Tranquilos, tranquilos, le dimos. De repente la frontera, otra vez los papeles, las boludeces de un lado y del otro. Que esto no tiene sello, que el papel la fotocopia.

Quilombetes burocráticos.
mai

Prueba superada.
Estamos en el Ecuador, pero todavía nos faltaban unos 200 kilómetros de caminos muy sinuosos, hasta llegar a la ciudad de Loja donde nos estaban esperando.
Y le dimos nomás.

La antorcha una señora con mucha experiencia en acortar las distancias y Nicolás en el comando dándole a la manejada perfecto equipo.

Llegamos a Loja.

Llamamos a la Hermana Elsa, la monja que nos daría alojamiento. Pero antes debíamos hablar con ella para que nos encontremos y así nos indicara como llegar al Hogar así descansar.
¿Y que paso?


La antorchita se paró.
Poto calato quedamos en frente a la terminal de micros. No puede ser.
Hasta que llegaron las envidas de Dios.


La hermana superiora, con la Hermana Elsa, cuyo nombre religioso lleva a realizar comentarios, pero eso depende de cada uno de ustedes y no de nosotros. Aclaramos dijo Ramos.

La madre superiora, Conchita, dice: ¡Se murió!


Esta historia continuara.

¿Se producirá un milagro?
¿Resucitara la Antorcha?
¿Tendrán que colaborar ustedes realizando un depósito en la cuenta del banco Patagonia?

Esto y mucho más lo sabrán en la próxima crónica.

Abrazos y multicolores sonrisas.

Sebastián Berayra
Nicolas Martinasso
Titeres del Zonda

Ruddy Castillo
Titeres la Polilla
CRONICAS DE LA GIRA
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”



Republica de Bolivia- Achacachi, Ajllata, Achocalla y Obrajes

CRÓNICAS DE LA GIRA V

Ciudad de Lima, Republica del Perú.
Bueno aquí estamos nuevamente en el momento de plasmar en palabras algunas de las tantas vivencias maravillosas que hemos pasado en la Bella Bolivia.

Ya estamos en Lima, pero desde la ciudad del Alto hasta aquí han pasado muchas cosas, mucho aprendizaje, muchos kilómetros han pasado por debajo de las ruedas de la Antorchita.

Despacito, despacito acariciada por el viento y bendecida por las lluvias ella va, y nosotros con ella vamos también, dando pasos agigantados de lugares en lugares, y así como ella es. Humilde tierna, fuerte como una madre nos protege, nos lleva pero no solo a nosotros sino también a la familia que vamos construyendo en la gira, por las Huellas de los Pueblos.

A esta altura de haber realizado mas de ocho mil kilómetros y tantos mas, podemos decir que no estamos haciendo esto solos, sino viajamos con muchos y muchos mas que los cincuenta títeres que llevamos. Como nos paso en la gira por el interior de la Rioja, con la queridísima Amandita, o la también amiga Adriana, Ines y el Vícto, Perla. O como también nos paso en Salta con el Luisito, o Andrea. He, también en Jujuy con el Alejandro. Todos se sumaron al itinerario de la Antorcha, todos subieron en ella para ser parte de la gira.
Aquí en Bolivia, también. No fue la acepción.

Pero esta vez fue muy especial, la familia Chambi, del Marco, huy un poncho rojo, su esposa, sus hijos el Tonio, el Rodrigo y el niño que todavía no tenia nombre; además de esa rama de Chambi, se nos sumaba la Giovanna y el Nano. Bueno el Nicolás manejador y yo el copiloto. Partimos hacia Achacachi.
La cosa no estuvo fácil, no no, bastante complicado, ya tarde como para salir, pero con la esperanza bien puesta en que la antorcha arrancara, es que el día anterior había estado muy, pero muy frío, señal que deberíamos empujar.
Las siete de la tarde en la ciudad del Alto, imagen de una negrura noche que va invadiéndolo todo a su paso. El frío espeso va penetrando las ropas de lanas y la invitación a encerrarnos tras las paredes naranjas de ladrillos estaba siendo entregada en los mismísimos cuerpos nuestros, solo nos manteníamos despiertos por el rechinar de nuestros dientes.

Caía una lagrima, y se hacia hielo al instante.
¿Y que hacíamos nosotros?
Empujábamos a la antorcha, si por unas diez cuadras, esperábamos que no sucediera como el día anterior, cuando el Roger de tanto empujar se nos desmayo, si se pego un golpazo; trompa al suelo. Va no sabemos si fue por darle un envioncito a la antorcha o la fama de dandi del compañero. ¡Muchas mujeres! Y se desplomo por el piso.

Pero esa vez contábamos, con fuerza del Marco, la Giovanna, el Jaimillo, Rubén y el Nano que nos hacia renegar.

Una vez…
Otra vez…
Y Otra vez…

La antorcha no arrancaba,
la cosa estaba fulera.
No arrancaba, le dábamos y nada che.
Las gotas de sudor, ya habían colmado nuestros rostros pálidos de frió. Pero bueno no fue en vano; ya que dijimos, bueno antorchita, querida viejita cordobesa, esta es la ultima empujada.

Y que paso?
Aleluya santa antorcha.
¡Arranco! ¡Arranco! ¡Arranco!
¡ARRANCO!
La tres veces Santa, arranco...
Para alegría de los presentes.
Pero esto no quería decir que allí se terminaba todo, no. Nada que ver, allí comenzaba todo. Cargamos con todos los integrantes que faltaban y rumbeamos a la Provincia de Omasuyo, para el lado de Achacachi, muy cerca del Lago sagrado del Titicaca. Unas dos, tres horas de viaje, el camino según los conocedores nos decían que nada de subidas hasta los cóndores, va ya estábamos en el Alti-Plano. Alto como a unos 4000 metros sobre el nivel del Mar, y planito, planito.

Partimos, con música de fondo, escuchando una variada rítmica, Leon, Los Manseros, La Biyuya, y claro las Cumbias Colombianas de la Constanza Prieto.

Las estrellas parecían caerse del cielo, los nevados parecían estar viéndonos pasar y asombrarse de tanta locura andante, la negra noche invadía cada rincón de nuestras miradas. Y la antorcha andando, sin problema.
¿Donde ir?
Achacachi, el pueblo de los ponchos rojos, los rebeldes, los extremistas, los subversivos, los que no les gustan los gringos, los que matan perros y ministros de gobierno. Allí íbamos los zondas sin saber que pasaría.

Volábamos en la camioneta, saltando por las estrellas caídas del firmamento, saltando por las montañas en la oscuridad, mirando un paisaje nocturno precioso, calido tierno, inquieto y desolado.

¿Donde están las personas?
Y mas donde pueden estar sino dentro de sus casas, con el frió estarían mas que congelados si estuvieran por la calle.
Hablando con el Marcos de la música que sonaba en la estanciera, y los chicos que jugaban y el bebe que de vez en cuando murmuraba un llantito, pidiendo leche.
Todos y cada cual disfrutando el viaje
Todos y cada cual aventurándonos aquella experiencia maravillosa de estar en esos eternos y maravillosos momentos.
Cada uno en su mundo, construyendo y destruyendo pensamientos, sueños, iluciones.
Y de repente…

Una bifurcación del Camino.
Pa un lado Copacabana, y pal otro, Achacachi.
Y el después de unos centímetros del paso.

Los inexpertos guías antorchisticos, gritaron al unísono, es para aquel lado…
Para ya…
Hay que doblar, hay que girar, hay que ir para el otro camino.
El conductor, dio un volantazo, rugían los hierros oxidados del la dirección de la camioneta, un silencio invadió el interior de la misma.

La velocidad en la que nos trasladábamos no era la común, la de crucero normal, sino que íbamos como a mas de 400 kilómetros por hora. Las imágenes de las casas que pasábamos solo eran simples sombras del color del arco iris.

Las luces solo destellos.

Y las sombras de los árboles, solo líneas mas negras que la de la noche, se quebraban sus ramas al momento de pasarlos, sus troncos se balanceaban besando el piso.
Una polvadera entremezclada de fuego, humo y polvo se veía en la parte posterior de la Estanciera.

Así que imaginante…
A esa inigualable velocidad. Doblar.
Todos nos amontonamos pa un lado, montoncitos de Chambas en un costado. Heeeeeeee decían todos, heee repetían todos.

Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
Yaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Y la camioneta fantástica quedo en una sola rueda, parecía una perfecta equilibrista, nuestras caras aplastadas contra los cristales, deformadas. Espectros tétricos de un susto inigualable.

Hasta que solo la Elsa y la Kasandra nos pudieron salvar. Si ellas solitas pudieron equilibrar a la inercia, solo ellas con su gran generosidad marionetil, pudieron darle el equilibrio que nos faltaba para que no volcáramos.

Nos salvamos por las Tetas. (*)

Y así luego del suspenso en una rueda, la Antorchita calmo sus ansias de velocidad. Bajo a sus normales 80 kilómetros, así pudimos llegar Achacachi.
Tarde, por la noche y nocturna oscuridad. Frio. Llegamos, sanos y salvos todos.
El recibiemiento del pueblo, fue espectacular, esquivamos una tranca policial que queda en la entrada y derecho, derecho le dimos.

Pasamos por la plaza principal, los resabios de una gran feria estaban allí desparramados por el piso, de vez en cuando una figura que parecía ser humana resplandecía la soledad nocturna, tambaleándose de un extremo de la calle hasta otro.

La arquitectura, una mezcla de vivencias y culturas. Momentos históricos mezclados en sus edificaciones. Difícil de describir, casas altas, casas bajas, de colores fuertes y otras de colores claros. Adobe, ladrillo sapo, tejas o chapas también. Algunas muy modernas, y otras muy viejas como si hubieran quedado así congeladas desde la época de la colonia.

Achacachi, pueblo de los ponchos rojos, valientes, vengativos, tímidos, bellos, carismáticos, con facciones que no son las mismas que la mayorías Aymaras, personas especiales, orgullosas de su origen.
Tan temidos, que el gobierno años atrás les puso en el medio del pueblo una guarnición de Milicos. En la entrada una semejante barrera con unos cuantos policías para ver quien sale y quien entra, y el porque de su visita a este pueblo guerrero.

Miren cual es la premisa del pueblo, cuando luego de chupar unas cervezas estos quieren tomar el Cuartel y hacerse de las armas y echar a los soldados. Por ejemplo una historia es que a la entrada hay una gran cerro, y en tiempo de levantamiento en defensa del Evo Morales, las comunidades originarias crearon allí su cuartel general, lo fortificaron y desde allí tenían su comando de operaciones, lo chistoso fue que los soldados se acuartelaron y tenían mucho miedo que invadan el cuartel.

Otra por ejemplo es que en Bolivia el servicio militar es obligatorio todavía, entonces cuando una achacacheño debe hacer la colimba, este por el honor del pueblo y para que lo respeten como igual, se tiene que robar un fusil de los milicos. Bueno muchas veces caen al calabozo, pero luego el pueblos los festeja con una gran comilona. Son increíbles.

Unos de los pilares mas importantes del Evo, muy revolucionarios combativos y de armas tomar, los achacacheños. Allí haríamos funciones, presentaciones de fuego en el hermoso lugar.


Muchas funciones en muchas escuelas.

Comenzamos con el colegio Mariscal Santa Cruz, más de setecientos alumnos, funciones a granel y artos chicos y chicas. Impresionantes, increíbles. Todos sentaditos y bueno con la participación de la Giovanna Chambi, titiritera de pura sepa, nos mandamos a comenzar la gran y espectacular jornada.

El Sultan Fernando Nanito Chambi, nos ayudaba también, en una parte el Rodrigo y el Tonio, allí estaban dándonos todas las manos posible, y nosotros titiritiando. Muy cansados, pero felices, contentos. Muy buena la recepción de las funciones. Famosos nos íbamos haciendo, los niños o las niñas nos saludaban en la calle.

¡¡¡Titiriteros!!!


Hasta terminar y poder ir a descansar.
Y una noche, de las tantas que llegamos exhaustos de tanto andar, un paso se escucho en la escalera. Una sombra. El hombre de traje Azur.

Una voz.
Un golpe.
Y otra vos.

¡Se puede!
Y el silencio invadió la habitación, el temor se sintió en nuestra piel, los bellos de las manos se erizaron.

¿Un condenado?
Un hombre que había vuelto de la muerte porque tenía cuestiones pendientes en vida que resolver…
La mama Chambi nos había dicho en Achacachi todo es posible, hay condenados, hay Cati-Cati. Hay lagos encantados. Hay energías ancestrales, que lo hacen así. Mistico.


¿Que era eso? ¿Quien era ese?

Hasta que se asomo, su rostro desfigurado, sus ojos parecían los de las chinas supay, sus pelos, no estaba en el lugar que deberían estar.

El movimiento de sus pasos y la sombra de su proyección intimidaba.

Hasta que nos miro fijamente a los ojos y quedamos hipnotizados con la fuerza sobrenatural de su observancia.

Y nos hablo…

¡Hey chicos, traje algo para brindar! ¡Tomemos un poco!
Yo estoy borracho, pero feliz de que estén aquí.

El Marcos, era que venia de una fiesta aniversario del pueblo de Ajllata, donde es maestro de la escuela.

Y así nos machamos con el, un aguante la verdad que envidiable, sacamos la guitarra, y al canto de chacareras, zambas, y vidalas nos pusimos a beber los minutos de la noche.

Nos tomamos todo, un singani, bebida blanca, digan que llego la esposa del Marco, que nos salvo de la botella de vino tinto en cajita made in Argentina que había traído el Amigazzo, sino todavía tendríamos resaca.


Lo vino a buscar con una escoba.
¡¡Estas no son horas para seguir chupando, mañana tenes que ir a la escuela, y los chicos deben hacer funciones!!

Así que se termino la tomada, la guitarra entro solita a su estuche, y no se escucho ni un ronquido. La Giobiss, corrio al Nanito y se recostó despacito despacito, Nosotros sin hacer el mas mínimo de los murmullos nos recostamos también


Y a la mañana siguiente…

El Tonio, de cuatro añitos, decía:- ¡Mami, tan mal los títeres del chonda!
No hablan! ¡Tan mal los chonda!


Nicolás no podía con su vida, y teníamos que ir a la escuela del Marcos, así que nos aprontamos a comprarle alguito pa la resaca. Tomo su te, y comió sus frutas, se recostó un ratico mas para recuperarse un poco.

Desde la escuela nos llamaban y nos decían, venga ya que los pofres están curándose de la borrachera y no pueden dar clases, vengan hacer función.

Así que bueno tomamos fuerzas de las montañas y salimos, hasta Ajllata, un pueblo que esta frente al Lago Titicaca, maravilloso hermoso, increíble.

Nos esperaban con almuerzo, un pescado muy rico, pero muy fiero de cara, que es de la zona, una sopa, para ir curándose de la enfermedad del alcohol. Preparamos todo para la función y el capisimo del Director de la escuela, nos dice:


:- Amigos, estamos en la dirección, si quieren ir a curarse, que estamos haciendo una pasadita de cerveza!!

Al parecer toda la escuela esta en pedo, la fiesta del día anterior, había sido presenciada y auspiciada por todos.

No le dijimos, mas tarde, puede ser, es que sino no vamos a poder hacer la función. Así que comenzamos, muy buena presentación, los niños y niñas muy especiales, muy tímidos, muy en sus mundos, pero muy curiosos.

Bella, muy bella función.


Terminamos siendo invitados por las autoridades originarias a comer lo que le llaman una fiambrada. Sobre el aguayo, se coloca maíz, papa, chuñio, y unas salsas en unas cuencas de barro, con carne, que puede ser de pollo, chancho.

Y así uno come un poquito de todo, con la mano, en redondo, y compartiendo comida con dialogo, con miradas, con risas. Muy lindo. Allí estaba una autoridad con su poncho rojo, y su chicote símbolo de su puesto en la comunidad, con su esposa una cholita a su lado.


Es increíble, cuando una persona es elegida autoridad por sus años, su actuar en la comunidad, su experiencia, ocupa el cargo, que es de mucho honor entre sus pares, y su esposa también adquiere el mismo rango social, además a todo evento debe ir con ella. En el caso de que no fuera así este carece de legitimidad en sus acciones y para todo necesita la aprobación de su esposa.

¿Que les parece? Esto es para las chicas de la Juana miren que bien.


Y así recorrimos las maravillas del paisaje de Ajllata, entre tanta hermosura vimos una pequeña parte del festejo que seguía del día anterior, hombres cantando y bailando al sonido de los vientos, danzas comunitarias. Y las señoras sentadas en el piso compartiendo un gran almuerzo.


Nos sentamos ¿y que puede haber ocurrido?
Una cholita, con sus tantos años, que en sus manos reflejaban la dureza de la vida, nos invita con un plato de rica comida, que no pudimos despreciar. Alguna devolución hay que hacerle a esta gente nos miramos y nos dijimos.

Así que fuimos a buscar nuestros títeres cholitos, y dieron un mini espectáculo a las señoras allí presentes, sorprenderte, inimaginables las reacciones de esas señoras. Algunas tímidamente, mostraban unas sonrisas y otras muy asustadas, nos decían en Aymara:-¡¡No que debo regresar muy de noche a mi casa y me asustan!!

Así fue, y quedara impregnado en nuestros pequeños corazones como así también en los grandes corazones de todas esas hermosas personas.


ACHACACHI, lugar de hombres y mujeres luchadoras, ACHACACHI, ensueño de montañas y el Lago encantado. ACHACACHI donde viven los amigos.


Y así, y así volvimos a desandar lo andado.

Regresamos a la Ciudad del Alto, pero bueno, allí mas experiencias. Funciones y salidas nocturnas.


¿Que quieren saber sobre las funciones?
O
¿Las salida nocturna?

Bueno fue función también esa salida nocturna, fuimos a un barcito en el barrio de la Cárcel San Pedro, famosa por sus recorridos turísticos, no fuera de ella, sino que dentro.


No tuvimos el privilegio de ir, pero si estuvimos en las adyacencias de la misma, fuimos hacer una función en un bar.

Allí con la Caraberas a la música de la Biyuya, y con los Cholos al canto de la linda vos de la Giobis, y el Nicolas. Claro que sin olvidar de la Danza de la Elsa y la Kasandra, nos ganamos los aplausos de los presentes.


He, me olvidaba de la Dora, he si la lectora del Tarot, impresionante, la gente pedía mas y mas, lectura de las cartas egipcias, pero bueno como la Dora es una diva, y las divas están muy ocupadas con sus amoríos, no pudo ser.


Pero a los tres que les leyó las cartas, quedaron con dudas y luego preguntaban al titiritero, que este como bien desconocido de las cosas no supo ampliarles del tema.

:-Pregúntenle a la TravaDora, yo no se leyer tarot egipcio.

Para ir culminando con esta crónica andariega, no puedo dejar de contarles que bueno, además de hacer funciones en la calle, realizamos unas muy especiales por ejemplo en la cárcel de mujeres de Obrajes.


Nos invito la gran Hormiga, la Alejandra, he que linda y bella amiga, durante estos caminos que una anda, conoce mucha gente, hermosa, y ella es una de ellas. Trabaja en derechos humanos del Congreso de Bolivia. Y ella viene realizando unos trabajos en las cárceles de Mujeres así que nos invito hacer una función allí.

Nunca por hechos propios o ajenos estuvimos en una cárcel, pero esa ves bueno fue la primera, y la verdad que fue muy interesante, sacamos de la cotidianidad constante a esas mujeres por lo menos unas horas.


Allí no solamente están las mujeres, sino que también están sus hijos, y no son pocos, sino que son muchos, y muchos mas de los que uno se puede imaginar. Salen de la cárcel los wawas, al jardín o a la escuela y luego regresan.

Y allí están encerrados como sus madres. Entonces en el marco del mes del día del niño fuimos nosotros mas un grupo de músicos alegrarlos un poco.

Tuvo bueno, los niños y las niñas felices, y sus mamas también. Todas hartas tejedoras, allí las señoras meta aguja, y aguja, con sus tejidos y sus lanas, una producción artesanal de ropas.

No pudimos registrar mediante fotos ya que los de la entrada no nos dejaron pasar con la maquina, nos la retuvieron mientras estábamos allí. Nada de fotos.

Unas experiencias muy cómicas nos sucedieron que valga escribirlas para compartirlas con todos ustedes. Por ejemplo con la caserita cafetera. Una Cambita, la chica unos treinta añitos mas o menos debe tener, y vendía tortas y café.

Estaba un poco enojada con la Alejandra, ya que ella había llevado chocolate para repartir y torta entre la gente, y la caserita le decía que le venia arruinar el negocio. Por eso estaba enojada.


Pero bueno nos pudo vender a nosotros unos cafecitos y unas tortas entonces como que se le paso un poco, y entre café y torta, la caserita nos decía :-No trajeron cerveza, he se las compro, aquí no podemos tomar, y daría cualquier cosa por una cerveza. Che la próxima traigan una que se las pago muy bien.

La otra anécdota me toco a mi en particular con una señorota, grandota, grandota, grandota, cuando salimos con las marionetas, los que nos vieron saben que la sacamos por el publico, y las acercamos a las personas, les bailamos, los acariciamos, y todo lo particular y general del espectáculo ese.

Salí, despacio hasta la gente todas las señoras tejiendo, sonreían, y acariciaban las manos y las caras de las marionetas, como así también alguna se animaba a darles un beso, muy tímidamente.

Y de repente veo una gran mole, una señora impresionante, sus cabellos, largos y sus manos gigantes, y sus pies, y llevaba puesto un gran delantal también inmenso, me dirijo a ella, voy a subir la marioneta para que la salude.


Y que…
La señora me vio, tan feo, pero tan feo, que tuve miedo, y automáticamente la baje me ice el distraído y seguí mi camino, dejándole el de ella también libre. Fue uno de los momentos que en mis entrañas sentí el temor de que me cortaba los hilos de la Elsa.

Si no te imaginas, lo que fue, yo me había hecho ya la película ver a la Elsa, mi marioneta tirada en el piso, con un pie sobre la cartapesta y la gorda saltando sobre ella.

Noooooooooooo
Preferí la cobardía para durar otra batalla, y arrugue si, pero todavía la Elsa sigue bailando.


No voy buchoniar lo que me contó la Hormiga sobre esta señora, ya que porai puede ser la esposa de alguien que recibe las crónicas, va ya difunto a esta altura; pero si que tenia antecedentes de ser una señora Violenta.

Safamos, la Elsa y Yo de la gorda asesina.


Y la ultima de la cárcel, esta fue con todos ya habíamos terminado la función, de repartir juguetes a las wawas, y de repartir también el chocolate que había sobrado, y nos disponíamos a partir.

Estábamos el Nicolás, Gionaba, Alejandra y Yo, fuimos a la salida que esta custodiada por personal de la penitenciaria, en este caso era una femenina, caucásica de metro setenta, tez morena, ojos oscuros saltones, y le decíamos, nos vamos, entregue la cámara y los documentos así salimos.

Y que había otra mas, una señorita allí, que dice, bueno yo también pertenezco al elenco, y me voy con ellos.

Y la femenina de la penitenciaria, decía vos, vos no te hagas la viva, vos tenes que quedarte aquí.

Y esta decía:- No yo no ve soy del grupo, soy una marioneta que se están olvidando los chicos, déjeme ir.

JA JA sos chistosa, he.


Y nosotros le decíamos si mira nos olvidábamos una marioneta, he déjela salir.

Así fue la experiencia en la Cárcel de Obraje, interesante, impresionante, y de mucho aprendizaje por parte nuestra.

Bueno, tendríamos para seguir escribiendo mucho mas sobre Bolivia y tantos y muchas vivencias que cansaríamos la verdad, y pues por esto Vale, hemos de terminar aquí para algún día poder ampliarlas tal vez.


Ahora estamos en la ciudad de Lima, Perú, extrañando la Paz, los Chambis, a Alejandra la Hormiga, La Lea, el Uruguayo que nos regalo una bombilla para el mate del centro cultural de Sopocachi, el Huguito, la caserita de la esquina, la Ceja, el camino Viacha y las tantas gentes hermosas que hemos conocido por allí, pero bueno es momento de continuar el viaje y seguir haciendo familia, quien sabe que nos deparara el destino.


Pero lo que va hasta el momento seguro que cosas muy bellas, con gente hermana y hermanos del camino de la bella Latinoamérica.

Abrazos y besos para todos y para todas ustedes
Millones de sonrisas multicolores y a seguir en la lucha, hasta la victoria siempre!!!

Notas:
(*) - Perdon por el bocavulario Vulgar, pero fue el puro reflejo de la verdad.
Sebastián y Nicolás
Títeres del Zonda
CRONICAS DE LA GIRA
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. CUARTA

Republica de Bolivia-Ciudad de la Paz y Ciudad del Alto


Ciudad del Alto, Bolivia

Aquí estamos pues, nuevamente en la tarea de preparar estos relatos que nos sirvan de memoria de tantitas cosas vividas y permitan compartirlas con tanta gente linda que nos sigue los pasos.
Cuando nos aventuramos a esta travesía soñábamos con tener en Bolivia un tiempo de residencia en alguno de sus lugares que nos permitiera conocer desde lo cotidiano a la cultura del altiplano; Y recuerdo que pensábamos en la Ciudad del Alto como un lugar ideal por su tradición de luchas y fuerte identidad aymara. Y acá estamos amigos. El sueño concretado.
Y la profunda gratitud a una familia que nos abrazó como a propios integrantes. Las emociones haciéndose nudo en la garganta de recordar momentos compartidos, gestos, charlas… no son los paisajes, ni las “rarezas” de un “otro cultural” lo que hacen mágico este viaje (de por si interesantes), sino justamente aquellas cositas que se van viviendo día a día cobijaditos al calor de verdaderos hermanos que vuelven a hacerte enamorar de nuestra Patria Grande.
Al llegar a la ciudad del Alto nos sorprendió el tráfico y las maniobras de los “minibuses” (utilizados para el transporte público) que parecían apiñarse y por momentos atorarse en la zona conocida como “la Ceja”. Son los momentos donde hay que sacar de la galera el séptimo sentido que nos ayude a desplazarnos como uno más y, siguiendo la corriente, llegar a buen puerto. Encontramos un tranquilo lugar para esperar a nuestra amiga (hasta ese momento sólo conocida telefónicamente). Un par de horas de esperar hasta juntarnos con la Giovana, nuestro ángel guardián de ahí en adelante…
Giovana es un ser único. Especial y maravilloso. Es de aquellas personitas que embellecen y dignifican la vida. De aquellas que ante cualquiera quedan en una estatura difícil de alcanzar. Tres cualidades que capaz lo expliquen: mujer, aymará y titiritera.

Así fue el recibimiento en el Alto. Cediéndonos camas, ofreciéndonos comida, calidez, cariño. Nunca será suficiente nuestra gratitud a la familia Chambi; compuesta, además de Giovana, por Papá y Mamá, Rubén (el chino), Roger, la Georgina, el Jaime, y el nanito (hay además quienes ya no vivien en la casa como el marquitos, el Nelson y están además los y las esposas de algunos de ellos). Con toditos compartimos anécdotas, comidas, charlas, pequeñas complicidades cotidianas.

Hemos aprendido desde historia (familiar, regional y hasta nacional), cultura, cosmovisión. A través de ellos hemos admirado a un pueblo entero y sus tradiciones. Han sido los guías para apreciar mejor el sentido comunitario y popular de las “morenadas” (un despliegue de danzas, ritmos y color) y sus personajes como los achachi, las chinas… u otras expresiones como los bailes de los Auqui Auqui, o los waca waca.
Hemos degustado de platos típicos. Mucho maní, preparado de innumerables maneras, yuca, chuño (inolvidable chuño), pescados…
Sobre los lugares: Villa Adela se convirtió en nuestro lugar de residencia durante nuestra estadía en el Alto. Un tranquilo barrio en donde sobresalen las construcciones típicas del alto: ladrillo y en algunos casos adobe. Ubicado a unos 20 minutos de la Ceja, digamos la zona céntrica de la ciudad. Desde allí se baja a la ciudad de La Paz, vía una autopista desde la cual se puede apreciar un paisaje inigualable de la metrópolis construida en gran parte sobre las laderas de los cerros, y más allá, el nevado del Illimani
Increíble, las palabras se hacen muy pequeñitas ante tan maravillosas personas, no tenemos la sensación de estar en un lugar exótico, ni raro, ni nada de eso, es una sensación muy extraña, pero maravillosa es como haber encontrado una parte de nosotros en cada personaje que se asoma por estas calles.

Una energía muy especial, muy nuestra muy latinoamericana, colmada de simplezas que construyen una gran cotidianidad inmersa en un mar de significados puros y llenos de cultura.


¿Queres que compare mi vivencia allí, en argentina, con el aquí?

Es complicado, pero esta parte de Bolivia, tiene un encantamiento que nos hace pensar muchas cosas. Allí en Argentina, las normas, los códigos, las estructuras en cierta forma han triunfado, y por un lado la vida tal vez esta mas “ordenada”, pero carece de muchas cosas, como las que aquí existen.

La libertad, el encuentro con el otro, el mirar a los ojos del que siembra, cosecha y va hasta la vereda, tira en su aguayo multicolor, el fruto de su trabajo, lo cuida, y lo vende. Y desde allí uno valora mucho mas el fruto de la pacha mama, como así también el esfuerzo humano del que planto la semilla y cosecho su fruto.

En el aire se respira, la esperanza que muchas veces por allí nos hace falta. Aquí todo es posible, porque la gente lo hace así.


No espera recetas mágicas de gobernantes de turno, la pelea, la lucha, la resiste día a día. Desde la madrugada hasta pasada la noche, se trabaja constantemente, pero feliz, alegre, orgullosamente, y en ese encuentro con el otro enmarcado en un respeto de diversidad esta la magia que hace que uno se enamore de cada instante.

Algo muy especial, que les parecerá muy simple, pero sucede aquí es el encuentro entre las señoras en su mayoría ofrecen su mercadería con el que compra. Es el calido contacto que cariñosamente se llaman ambos “Caserita/o”. Particularmente en un principio no entendía esa relación, pero ahora después de un tiempo puedo decir que voy comprendiendo.


:- ¡Buenos días caserita! ¿A cuanto las habitas?

:-¡Buen día caserito! Están a un bolivianazo, caserito, fresquitas. Cómpreme…

Simple, jamás pase por ese lugar, pero ese simple dialogo de afecto y respeto, sin saber nada del uno del otro nace en esa transacción. Increíble no?

Mas aya de los roles, del que compra con el que vende, mas allá del trueque esta en lo simple de la esencia de la comunicación. Aquí en Bolivia no busquemos porque no hay esos grandes supermercados, donde hay todo, menos comunicación humana y desde allí el fruto del trabajo humano se transforma en una simple mercadería.


Aquí no sucede eso, el contacto con el otro, es lo esencial, lo importante, lo que no te deja ver esa mercadería transformada en cosa, ves la zanahoria, el tomate las frutas, las papas, con tierra y en las manos del que te la entrega esta la misma tierra, regada con su propio sudor.

No se por donde seguir nuestro relato, ya que son infinitas las experiencias que aquí estamos viviendo así que bueno me pondré a relatarte un viaje desde Villa Adela hasta la Ciudad de la Paz:


Ocho de la mañana, ya es muy tarde para la bella familia Chambi, ya que ellos se levantan a las dos de la mañana para elaborar sus delicioso y sabrosos churros. Amasada, fritada, contada y venta.


Doña mama, la emprendedora. En sus manos, en sus ojos y en su fuerza esta la vitalidad de la familia, con sus churros a cuesta ya ha emprendido su camino hacía las caseritas para su venta, gracias al trabajo colectivo y familiar un día mas de abastecimientos de churros en la ciudad del Alto ha pasado.

Y nosotros recién levantándonos…

Los mister, como nos apodado el caserito de la esquina, con las lagañitas en los ojos, acariciando a la antorcha que congelada esta, nos disponemos lentamente abrir el grifo que esta como si lo hubieran soldado por la noche.

El frío baja desde las montañas, invadiendo todo desde el atardecer. Su sombra lo acapara todo y los huesos rechinan, la noche no solo es sinónimo de oscuridad sino que a esto se le suma el rechinar de los dientes por el frío que azota cariñosamente toda superficie de esta tierra.

Por la mañana es como si fuera un resucitar de la vida, y la luz del astro sol se ve acompañada con una calidez suave de un alejamiento leve de ese frío que estremece las entrañas.

Y el agua se desliza lentamente, la sensación de espasmo nos invade desde lo mas profundo de nuestro ser, el frío se hace mas frío.

Y de repente…
En un instante…
En un segundo…
Y de sorpresa…

La vos de la Georgina, nos inunda de calor humano y afecto, el desayuno esta sobre la mesa.

Como si fuéramos al polo, norte o sur, da lo mismo, mucho frescor, que sube por los pies, deslizándose seductoramente entra acariciando todo el cuerpo, para dejarte boquiabierto inundado todo de mocos y estornudos.

Pero ante tanta insistencia melifica del tiempo, uno tiene sus armas. Calzoncillos largos, camiseta, medias de lana, pulóver uno, pulóver dos, campera, bufanda, y claro que no nos podemos olvidar del gorro.

Aunque no lo crean, aunque les parezca mentira, aunque digan esto están fumados, necesitamos gorro para el sol, es fuerte, fuerte, fuerte. Te achicharra las neuronas y tras tener pocas, hay que cuidarlas.

Así salimos a la calle.

Se abre la puerta, y allí otro mundo, no hay duendes, ni hadas, ni elfos. Sino mejor, cholas, cholitos, Wawas, mucha gente, curtida del clima. Pieles ásperas, oscuras, marrones, negras, blancas. Manos arrugadas, manos tiernas, manos fuertes. Rostros ancestrales, hermosamente bellos. Ojos oscuros, ojos frescos, ojos con mucha inmensidad.

Miradas, y miradas.
Y allí ves, y lees sus pensamientos.
¿Qué hacen estos gringos aquí?

Llegamos a la esquina, y allí vienen, y allí van, y allí están, y…
Cuidado…

A mucha velocidad, a todo lo que dan, allí vienen, y allí van, y allí están y…
Cuidado…

Un murmullo las acompañan, que se hace cada vez más fuerte, cada vez mas cerca se escucha. Un rostro que se asoma, una sombra se vislumbra en la lejanía.

“Ceja” Ceja”; “Ceja”, camino Viacha, Ceja, directo…

Otro, “La perez”, Autopista, “La perez”
Armendia, Armendia, el Prado.

Umsa, el Prado, estado Mayor…


El murmullo se transforma en bullicio, el bullicio en griterío, y la sombras se transforman en gentes, que se ve desde la ventanilla de una combi.

Los aguayos, los sombreros de las cholas, los bultos, y las Wawas en las espaldas de las señoras de polleras, hacen del vehículo una gran escenografia fantástica, colorida he inigualable.

Y allí vienen, y allí van, y allí están, y…
Cuidado…

Un boliviano…

Y te subís
O
Te suben.

Que es lo mismo.
Sentarte, seguro no te paran si no tienen asiento, vas aplastado pero muy bien sentado, el ¡Buen dia! Esta a la orden del dia, sino mas que irrespetuoso sos.

Panorama indescriptible, un aluvion de personas en la calle, van, vienen, todos unos por alli, por alla, el peinado, el despeinado, el que sigue borracho, el que esta con resaca, el que vende, el que compra.

Pero ninguno con cara de traste, o como aquí se dice con cara de pompis. Todos a trabajar, hacer tramites, a visitar parientes, todos alli en un pequeño lugar sin oxigeno.

:-¡En la esquina me bajo!
:-¡En la esquina, dice que se va a bajar!

Huy, que quilombo…
La movilidad se para en cualquier lado, donde haya un lugarcito, auque este sea el medio de la calle, si el pasajero que se baja esta en el fondo, toditos nomas se tienen que bajar para darle lugar al que dijo :-¡En la esquina me bajo!

Nadie, putea, las cosas están muy bien entendidas, y allí bajo, el señoriíto que había abierto la boca, a tranco ligero y a cara dormida.

Todos, a dentro de nuevo, y en sus respectivos lugares.
“Ceja” Ceja”; “Ceja”, camino Viacha, Ceja, directo… Un joven por la ventana va diciendo a los transeúntes de las veredas.

Un boliviano.
Y de repente, la movilidad, esta llena, completa, ya no cabe ni una aguja, ni menos una chola.

Y se escucha: ¡Vayan alistando sus pasajes!

Comienza con los de adelante, todas sus moneditas a pagar, despacio de adelante para atrás, cada uno paga su pasaje, y el combi va levantando velocidad.

Como si fuera avión, pone sus turbinas y agarrate catalina, que hasta la luna no para. Un cambio para arriba, otro para abajo, y le salen las alas. Sus espejos con escrituras que parecen japonesas, invocan a la fuerza universal, el motor se asoma dando alaridos de estruendosos relámpagos y allí volamos…

A una ciudad inigualable, acariciada por su Illimani, la nieve se hace más blanca, y las nubes espumosas bajan tranquilamente a bailar una morenaza en la calle principal.

No hay lugar para más casas, todo la ladera de la montaña esta llena, de ventanas, puertas y paredes de ladrillo, en algunos casos adobe.

Y allí bajamos y no al infierno, sino a una ciudad que enamora, allí estamos y allí vemos, y allí nuestro corazón late mas fuerte al compás de la inmensidad de una cosmovisión única.

Es difícil, describir cual es la sensación de ver por primera vez a la ciudad de la Paz, las palabras se van con las nubes quien sabe a que lugar, pero allí esta a mas de 3600 metros de altura.

Todos juntos en esa movilidad, yendo a un mismo destino, distintos pero iguales, semejantes pero diferentes, volando mágicamente hacia un lugar encantado por la naturaleza propia de la gente.

Y de repente…
En un latido…
El mercado…
Y los olores a frutas, verduras y carnes.
Llegamos, para luego volver a subir.

Ahora ya estamos en la Ciudad de Lima Peru, pero eso no quiere decir que no vendrán crónicas de Bolivia, ya que allí nos han pasado bellas y sensibles he interminables experiencias que nos han colmado nuestros pequeños corazones.


Achacachi, pueblo de los ponchos rojos, subversivos, gente extremista de poca parla y mucha acción, lo que se llamaría en la jerga izquierdosa “Revolucionarios” gente de pocas pulgas, allí estuvimos los zondas. Achocalla la vencida, allí se nos quedo la antorcha, en un camino de mucha pendiente pero nos dimos el gusto de volver subir, y bajar, hasta de hacer una hermosa función en un centro educativo.

Bueno…

Esto es de otra crónica, la que viene después sumada al adentramiento en el Peru, Continuara…


Un abrazo y sonrisas multicolores.

Nicolas y Sebastian
CRONICAS DE LA GIRA
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos
 
NRO. TERCERO

Republica de Bolivia-Tarija-Camargo-Potosi-Cochabamba 






Estas crónicas se escriben en una noche en la ciudad del Alto.

Acá entonces, retomando con la tarea de mi compañero, relator de estas crónicas hasta el momento.

Sobre Tarija, nomás recordar nuestra entrada en el llamado día de comadres. Desfile de cholitas, plaza colmada y, música.

Nuestro viaje continuó, en una mañana, por lo que lleva el nombre de cuesta de Sama. Para quienes no la conocen, una cuesta que pareciera interminablemente larga y que no acabaras nunca de subir. Alta ella. Tuvimos la sensación de que fue la prueba más difícil que soportara la antorcha. El paisaje: inolvidable. Nos sentimos muy orgullosos de que la antorcha nos estuviera conduciendo por esas alturas. Hasta un cóndor pudimos visualizar de cerca.

Una anécdota de aquel momento fue encontrar a una anciana en aquellas terribles alturas, caminando a penas. Cholita. Cansada. Increíble encontrar a un ser humano caminando por allá. Pues esta anciana lo hacía, dirigiéndose a la casa de su única hija. Tuvimos el placer de poder acercarla, kilómetros mas arriba.


Luego la bajada, dispersos poblados, hasta llegar, luego de colorados paisajes, al poblado de Camargo, donde hicimos noche y descansamos hasta donde nos permitió la fiesta que esa noche se realizaba en la posada.


Nuevamente camino jodido nos tocó al retomar la ruta. Ripio, tierra, y esta vez, no la altura, sino la incomodidad del terreno y el polvillo invadiendo nuestra cabina. Pfffff… la sensación de estar perdidos en la nada, jajajja. Y hasta que por fin, encontrar la intersección de la ruta que proviniendo de Villazón, conduce a Potosí, nuestro destino. Altura, recalentamiento del agua del radiador y finalmente... vitalizamos el cerro rico de Potosí. Majestuoso. Entrar por las angostas calles de la ciudad. Carnaval. Frío. Y alojamiento por fin.

Ya Potosí, la primera semana significo esperar que terminaran los festejos del carnaval para poder conseguir que alguien nos recibiera con nuestra propuesta titiritera. Y en la segunda, ahí si, pudimos conseguir funciones: jardin de infantes y prefectura de Potosí.

La antorcha sufrió una suerte de resfrío y al parecer se congeló, por lo que parte de nuestras preocupaciones se enfocaron en procurarle un mecánico, que al fin y al cabo no recetó mas que un empujoncito por las empinadas calles de Potosí. Arrancó la valiente.

Una de las perlas de nuestra estadía fue el encuentro con viajeros y viajeras, intrépidos, arriesgados. Esa confirmación de locos habemos varios por el mundo. Bello eso.

Desde Potosí nos dirigimos a la ciudad de Oruro, donde pasamos un par de días, para reponernos del viaje. Para sorpresa nuestra, se festejaba el aniversario de la fraternidad de La Diablada, y es así que pudimos deleitarnos con una muestra nocturna de la tradicional danza. Diablos, diablezas… chinas diablas, osos.

Y desde Oruro, directito a Cochabamba, donde nos espera nuestro a migo y colega, el Grober. Nuevamente alturas que trepar con nuestro vehículo, luego tierras mas llanas hasta llegar a esas cálidas tierras.

Conocimos allí a esta hermosa familia titiritera. Compartir charlas, sabores y el gusto por el teatro de títeres. Una bella estadía de dos semanas nos retuvo entre ellos y nos permitió sentirnos como en familia en Bolivia. Sentimiento que no nos abandonaría ya más. Y es que cuando vienes viajando de lejos, el sentir la calidez humana de una familia que te brinda lo mas bello que tiene, sus afectos, puede ser lo mas importante que te suceda. Infinito será nuestro sentimiento de gratitud a todos ellos.

Nuestras presentaciones en Cochabamba: Gracias a los títeres El Waki, en la salita del parque vial y el plaza central de la ciudad.

Perlitas: inolvidable la noche de fiesta con la familia e invitados. Según el Grober, no se repiten sino cada cinco años!!!. También para el anecdotario será aquel momento cuando en el momento de realizar nuestro trabajo con Elsa Y Kassandra (nuestras seductoras marionetas bailarinas) empezamos a recibir los insultos del pastor de turno que daba sermones en la plaza: “no vayan donde están esas marionetas del demonio” “el arte no salvara a nadie”… y más. En aquel momento fue con Grober y Sebastián, un tanto ofuscados, se dirigieron donde el pastor a contestar con vehemencia (putiar) al buen pastor insultador de artistas… jajaja, para el recuerdo, si, para el recuerdo aquello.


Gracias títeres el Waqui

Nuestro camino seguír rumbo a la ciudad de La Paz, donde otra amiga y colega nos aguardaba. Y hasta el próximo relato entonces.



Nicolas
Sebastian
CRONICAS DE LA GIRA 
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos” 
NRO. SEGUNDA

La provincia de Salta, Jujuy y el Adentramiento en la Republica de Bolivia. 



Aquisito nomás estamos en la ciudad de Potosí, en la Republica de los hermanos Bolivianos recorriendo sus ripiados caminos. Muchas aguas han corrido por sobre las ruedas mágicas de la señora cojonuda que nos traslada a nosotros dos y a los tantitos títeres en esta gira; LA ANTORCHA majestuosa he imponente, haciéndonos acercar a los tantos parajes, pero principalmente a los tantos personajes que nos han dado un poquitico de sus vida para así nosotros poder seguir rodando.

En aquel 18 de Enero en el que realizamos una función de despedida a los amigos y familiares en la Ciudad de la Rioja. Allí todos y todas acariciando los entrañables pisos de la encantada sala de teatro llamada la Kaona de Papel, como dice mi amiga Yuliana.

Muy especial encuentro aquel, con mucha linda gente. Convocada inigualable, por parte de quien? Nosotros un poco, así como con ganas de zarpar en la balsa de los sueños, ansiosos, inquietos, y por que no desesperados por la búsqueda de las huellas de los pueblos. Entonces quien diablillos se encargaría de la difusión, para que la sala se inundara de millones y millones y trillones, y quintillones de gentes?

No se…
La Miriam nos decía, ¡Ustedes están colgados chicos, no se van mas, yo por las dudas no convoco a nadie hasta ultimo momento. Ese San Pedro los ha dejado en los cerros!

Hasta que paso, lo que tenía que pasar, y que mas que los niños se encargaran de la difusión, se subieron toditos nomás, no cabio ni una aguja en la antorcha, adentro pues, no se cuantos eran, pero si se que la camioneta reventaba en un estallido frondoso y palpitante de alaridos:

“Atención familia, chicos y chicas. Hoy función de títeres en la Canoa de Papel, el teatro del barrio, a las 20:30 horas”

¡He se olvidaron algo mijitiquiitos, que nosotros necesitamos el sustento, che!

“Haaaaa, colaboración a la gorrrra” a voluntad.

Y así jue, la Isabela apuntaba y ordenaba la cuestión, te toca a vos, a vos y a mí, el turno del altoparlante. Ángelo, a mi, a mi me toca. “Atención familia, chicos y chicas, hoy función a la gorra, en el teatro del barrio a las 20:30 horas, vengan todos, aquí están los títeres del Zonda

El Agustín, ¡Si teatro de títeres, para toda la familia, chicos y grandes, en la Kanoa de Papepel.

Un quilombo, pero pior que el de los negros esclavos ya que esos estaban mas que organizados, sino que este estaba hecho un revuelo. Yuliana, a mi me toca, a mi me toca, he vos ya hablaste, “Títeres en la Ca------no------a de papel.

Y quien sino un mayor adultero allí poniendo las cartas en el asunto, Doña Elbita, con su vos de florcita de cardon bien espinado.

“Niñitos, pórtense bien, sino el Nicolas los va a bajar de la camioneta”
Chocha la vieja, en el asiento delantero entre las fotos del Che Guevara y la Frida Khalo, mire mijo que lindo esta este hombre, buen mozo, que lastima que la Mirian se haya encontrado con este teatrero, ese el Daniel y no con el…

¡Cuidado, poso!
Para un lado, para el otro, unos desparramados en el piso, otros por el techo haciendo acrobacias, otros estampados en el vidrio, decid que estaban los chicos, que me tomaron de los pies, sino me volaba y el viento me remontaba como un barrilete sin hilo.

Así pues che, se realizo la convocada, gente de todo el mundo asistió, bueno un poco bolacero soy. Gente de toda América Latina Jue. Bue, ta bien.

¿Gente de todo el país?
Ta bien, me doy como dice el chavo, gente de la Rioja, vecinos, vecinitas, del barrio, El Hugo, la Julia, la Maria Julia, el Diego, el otro maravilloso Diego solucionador de asuntos, también estaban, la Su, (Familia del Nico) Bueno el Agu en la primer fila.

Los entrañables hermanos del espíritu, como van a faltar, el Daniel, la Miriam, el Colacho, la Adriana, la Amanda, el Negro Ledesma, aunque no lo podamos creer, se movió de su bello nido y fue hacer el aguante allí. La Analia con su Miguelon, y los tantos amores que uno los lleva en el corazón y tanto nos hacen bien que estén allí.

Así fue, nuestra partida de la Rioja, entre abrazos, y llantos de esperanzas, completos, extasiados, inundados nuestros pechos de los latidos de tanta bella gente. Con mucha energía para poder seguir haciendo lo que nos gusta.

¿Y a donde los llevan los vientos del zonda?

A Salta, al encuentro con la Ventolera, otra loca sana como nosotros, titiritera no podía ser. Tres generaciones de sangre titiriteriles, su aguelo, su pa, y ella.

Una furmila de nacimiento, a su casa a su nido, a su sala de teatro. Como bueno ocupas que somos nos instalamos alli.
Si ustedes no saben los titiriteros somos cambalacheros, cosita que encontramos en la calle, cosita que juntamos, cosita que guardamos. Va en un sentido; cosita que encanutamos, cosita que acumulamos, por si las pulgas, por si necesito ese objeto extraño que algun extraño arrojo a la calle. Imagínense la casa de la Andrea, mas nuestros bártulos?

¿Que da de esta temible ecuación? Despelote, despelote ordenable pero en fin despelote.

Y allí pasamos un ratico, de días conociendo mucha gente linda como el Luis, la Josefina, Mario y tantos mas que se aburrirían de tantos nombres, va porai les vendría bien si están esperando una guaguita y pensando en el agrandamiento de la Flia, si es así avise pues che.

Pero, pero bueno, también conocimos gente fea, mala, maliciosa, corrupta, oscura en su interior, así llena de odio, envidia, posesiva, bien alimentada por el sistema reinante. No todo es bellllo en el reino del Señor.

Todas unas cuestiones que no vienen al paso recordar ya que es perder pólvora en chimango como se dice, pero estos insignificantes no merecen ni una sola palabra para que ustedes leyan ni para que yo les escriba.

Pero que los hay los hay.

Así que solo en Salta pudimos trabajar los fines de semana por estos individuos que apestan. En una feria, los artesanos una masa, la Cristina Sanchez muy copada esa mujer. Y también debutamos con nuestras bailarinas en los bares de la calle Balcarce.

Mientras tanto le rompíamos los ovarios a la Andrea, tratando de trabajar internamente en el grupo para sacar un próximo espectáculo que es el de los Cholos y el Diablo.

Y en paralelo compartir eternas charlas filosóficas titiriteras y del espíritu, del corazón y claro de las huevadas, sino que fuera la vida.

Conocimos a la famosa 142, Elsa, la titiritera, esta lleno de titiriteros salta, que bueno, y asi de andar y andar, tuvimos nuestra función en la sala de la Ventolera, que fue muy gratificante compartir con tan bellas personas, tantas cosas.

Y de tanto estar en Salta, la antorcha se nos enojo, nos dijo:
¡Heeeee! ¿Para cuando? ¿O están de cuento?
Se les van a gastar los rocas y a regresar al hormiguero.

Por suerte con trabajar los fines de semana, quedábamos con el debe y el Haber en equilibrio, sin un peso mas ni uno menos, como contabiliza por aya por los malos aires mi amiga la Mariela y el pelado contador.

Pero la antorcha nos llamaba a partir, en busca de nuevos rumbos…
¡Aya vamos!
Les voy hacer sincero en mis comentarios, me pongo adultero, y les digo desde aquí, la ciudad mas alta del mundo, que bueno, uno esta aprendiendo muy mucho, los procesos en el viaje son constantes, las vidas que uno conoce son muchas. Los encuentro que uno tiene son también muchos.

Por el tema del carnaval no hemos podido hacer función desde Salta, no nos desesperamos porque sabemos que en el caso de que necesitemos millones de dólares y de euros, los tenemos a ustedes.

¿Ho no?
Ja, no se asusten, es un chiste.
Pero si hemos como salido en una mala época como para generar recursos autogestionantes, así que aquí andamos contando los días para que esta bendita pagana fiesta se termine.

¿Y Mientras tanto que?
Disfrutamos de los sabores y aromas de los más ricos vinos y nos prendemos a la diversión de los carnavales norteños.

Pero retornando a la adultes, les puedo decir que estamos viviendo muchas sensaciones de mucha belleza, pero también de muchos análisis sobre nuestra realidad, en constante estado latente de aprendizaje. Cuestionándonos en cada paso, de lo que uno es, de lo que uno quiere, del contexto en el que se vive, desde donde uno viene.

Increíble, muchas cosas, mucha gente que nos abre su casa sin conocerlos, nos brinda todo, nos prestan sus camas, nos cobijan, nos reciben, nos alimentan, nos dan caricias en nuestros corazones. Nos dan aliento, nos cuentan sus vivencias, sus experiencias.

Y así vamos andando, con los pies firmes en nuestras convicciones, con las manos y los puños bien el alto resistiendo, contándoles de cada uno de ustedes a los demás, haciendo historias, viviendo la vida como queremos vivir.

Pues, andando, llegamos a Jujuy donde nos recibió el Alejando, estuvimos dos noches por esos lindos pagos, hablamos con todo el mundo, para hacer función.

¿y que nos contestaron?
Tamos en vísperas del carnaval changuitos, no tenemos un peso, para pagarles, además la autorización para hacer teatro de títeres a la gorra en la plaza principal no puede ser.

Cuento viejo, ese que ya lo hemos conocido en Salta, che muchachas y muchachos esta complicado el espacio publico, dos locos solos no podemos tomarlo, ya que vienen los robocoop un cachetazo y nos rajan, pero creo que hemos cedido mucho el pastito de la plaza.

Hay gentuza que se ha creído que el espacio publico les pertenece y solo ellos pueden decidir por el. Que mal.

Si esto es el avance del orden y las nomás, mas que norma prefiero la liverta.

Ante tan extremado trato, no tuvimos otra que partir a la quebrada, allí cargados y con la Antorcha lustrosa salimos. Despacito, despacito, subimos, bajamos, nos cruzamos con gendarmes, les robamos varias sonrisas, nos dimos cuenta que también son personas.

Y llegamos a Tilcara, el pueblo de la cultura de la quebrada, que nos pusimos hacer entonces…

¿Podemos hacer función en los museos?
No para nosotros no es temporada alta, tonces no hay función.
¿Podemos hacer función en la plaza?
No, estamos en vísperas del carnaval, tonces no hay función.

No, no No
No.
Hay muy lindo sus títeres, pero NOOOOOOOOO

No, teatro de títeres en carnaval, no No se puede. La semana que viene tal vez puede ser.

Ante tantos no.
Nos fuimos, un poco bajoniados, pero bueno vimos la otra cara del carnaval, que aunque parezca un poco feo, directo y fuera de contexto, la verdad que es una sensación amarga.

Todo en estos lugares, gira entorno del alcohol, por parte de las autoridades y funcionarios, el carnaval es un momento donde todo esta permitido, se muestra la cáscara, y se le quita la esencia de lo ritual, de lo mágico del encuentro, de lo comunitario, de la autenticidad, cambiada a un turismo golondrina que solo quiere devorar un instante de libertinaje en el marco de un festejo ancestral.

Ya se que este comentario generara controversias, pero es lo que a mi parecer he percibido. Un poco desilusionado pero bueno tal vez es la equivocación del lugar donde uno va, según lo que me han comentado en los pueblos no turísticos es otra cosa totalmente diferente. Igualmente rescato su realización, eso que quede muy en claro.

Así que ante tal acontecimiento decidimos partir a Humahuaca, alli conocimos a Daniel y sus hijos, increíbles todos ellos, impresionantes. El Dani, maestro pertenece a la red Puna que engloba a las comunidades de los pueblos originarios del norte del país.

Nos comento sus experiencias, sus vivencias como viviente, en sus viajes de más de cinco años por Sudamérica. En nuestra jerga un locazo como nosotros. Allí construyendo en adobe y piedra su casita.

Hablamos y hablamos, entre mate y mate, nos volamos al cerro que resguarda Humahuaca, allí entre la soledad mas profunda, invadidos de miedos, ansias, sueños, esperanzas, valores, ideales, decidimos ir…

Bolivia, la socialista.
Bolivia, la pobre pero rica.
Bolivia, la hermosa.
Bolivia la de los caminos de ripio.
Las de las montañas, de las subidas y las bajadas.

Bolivia la de las cholas y los cholos.
Bolivia

Sin función y sin corneta, silbando abajito y cargando de combustible a la antorcha partimos. HA LA QUIACA se ha dicho.

Subimos, bajamos, increíbles paisajes, maravillosos, impactantes, congelados momentos en nuestras retinas.

Volando entre los cerros, entre las nubes, estábamos con la antorchita viajera, los títeres se asomaban por todos lados también queriendo ellos mirar, pero el sol es tan fuerte que la cartapesta esta en riesgo se decían entre ellos. Estos dos no, tiene lentes negros, y ropas guenas, a nosotros nos visteN con retazos y trapos viejos. Que va, no tenemos protección más que la chapa de la antorcha, quedémonos aquí en la valija del Nono.

Pero, tanta, tanta la belleza que estos, por su propia naturaleza no podían contenerse ante espectáculo natural.

Llegamos a la quiaca, ¿quien no podía recibir? La gendarmería.
¿Y quien era un gendarme?
Una titiritera, que nos dice yo hacia títeres con las botellas de plástico, allá en la provincia de buenos aires. Y Allí nomás sacamos la carpeta con las fotos y nos pusimos hablar con aquella titiritera gendarme.

¡Venga mi cabo!
¿Sabe de algún lugar barato donde puedan quedarse los chicos?

Y así pasamos la noche en un cómodo lugar. Tranquilos por la mañana pasamos a buscar a la antorcha por un estacionamiento ¿y que? Que podía pasar, con quien nos encontramos.

Con un funcionario municipal, que nos invitaba para después del car-na-val hacer unas funciones para la municipalidad. Que lo parió en el único lugar donde no fuimos a golpearles las puertas, ellos nos invitan.

Bueno, para la vuelta, don, haremos teatro de títeres en La Quiaca.

Ta, ta, ta tan, ta, ta, tan
LA FRONTERA

Capitulo a parte de esta novela, la temida frontera, los malos gendarmes, los asquerosos burócratas, la Aduana, la AFIP, los ilegales, migraciones, los papeles, los formularios, las colas, las miradas, las complicaciones legales.

Para atrazzz, para atraz. ¿Usted que hace allí? ¿No ve esta ciego? Dice por la línea amarilla. No pase. Esta en una frontera.

Uno con tal impotencia de recontra recontra mil putiarlos, somos personas, somos gentes. Pero no ellos nos, tratándonos pior que a los animales. Anda a decirles algo, tienen el poder como Himan.

No te dejan pasar mas después. Que boludez, un puente y tanta burocracia para pasar.
Las nueve de la mañana.
Y el formulario sin ni siquiera llenar
Las once de la mañana.
Y el formulario sin ni siquiera llenar.
Las doce del medio día.
Y el formulario sin ni siquiera llenar.
La puta que los parió.

Lo más denigrante y vergonzoso era lo que pasaba en un puente que estaba en el costado donde nos detenían a nosotros. Aberrante escena de contrabando, cholas en su mayoría corrían de un lado al otro, cargando inmensos bultos, como si estuvieran haciendo postas.

Llevan en sus espaldas las cargas de los camiones, que para no pagar impuestos, descargaban en argentina, pasaban por el lugar donde estábamos nosotros vacíos y volvían a cargar en Bolivia.

Que mal, utilizar la necesidad de la gente, mulas parecían, viejas cholas que apenas se podían mover, y dar pasos, pero el señor invisible del capitalismos dándole de azotes en sus espaldas para que crucen cosas ajenas por unos pocos pesos bolivianos, haciéndoles creer que ellos contrabandeaban mientras que estos malbichos se llenan de dinero a cuesta de del sudor de esta gente.

Con razón el control para los del costado, con razón tanta burocracia allí instaurada, solo para aparentar la rigidez de las normas, que vergüenza.

La una, y todo un quilombo.

¡Cerramos, señores estamos trabajando, hay mucho vehículo para pasar a Bolivia, así que cerramos, hasta que no se descongestione, CERRAMOS!

Heee, bueno, ¿hasta que hora, señor funcionario?
Nose no soy vidente, estoy aquí desde las siete de la mañana todos los días por favor un poco de entendimiento. Porai como a las 16:00

Hagan cola y esperen allí.

No, no no no NO.
La puta que los recontra, recontra, recontra remil pario, sin vergüenza, porquería de persona, como dice la Tana (Bueno todo esto en un murmullo)

Anda a cagar…

Bueno nos fuimos almorzar, tomar un vino para pasar el momento, sOpa, plato primero y el segundon, pollo al horno con papas, postre un flancito.

¿Cuánto?
Veinticinco pesos entre los dos.

Increíble, pero real.

Al amasadero nuevamente, fuimos a las tres y media de la tarde.

Al sol, y los tipos no habian llegado todavía, mas gente que putiba, y bueno entre tanto comenzamos hacer sociales con la gente de la fila.

De donde venis, a donde vas, estos son unos desalmados, no se puede mas. Mira que hora es, que pin, que pan.

Teníamos unas diez personas delante. ¿Y Quien llego a las diez y siete de la Tarde?
Si, si si los señoritos, sonrientes, con mucha onda, para mi estaban en pedo.
Ya atendemos, pero a las diez y ocho, se cierra la frontera.

No, huy no pasamos ni en pedo nosotros por aquí, la gente enardecida pero con resentimiento, de quedarse allí.

El otro paso es mejor, allí es mas rápido hay una sola aduana que pasar, y todo bien. Pero hay que regresar a San Salvador de Jujuy, hay que hacer muchos kilómetros y después pasar.

Nos miramos los dos, levantamos levemente los hombros, subimos las manos y nos dijimos vamonos, por alli.

Y asi rumbeamos hasta Jujuy, mas precisamente a Palpala, una ciudadela cerquitica de San Salvador, hacer la noche en la casa de una amiga hermana, la Anastacia. Descansamos nos quedamos un día allí en tan calido nido. Y las Bolivia.

Ingresamos por el Cruce Aguas Blancas, del lado Argentino, y Bermejo del lado Boliviano. De toque la gente distinta, mas humano, mas calida, excelente atención.

Y pasamossss…
Bolivia, nuestras caras de felicidad, indescriptibles.
Y así entramos por la parte de las Yungas, recorriendo lugares en principio NO A EVO, lo cual no es de nuestro agrado, por lo tanto despacito despacito subiendo montañas increíblemente altas, nos rajamos.

Hasta llegar aquí donde estamos hoy en Potosí, una ciudad detenida por el tiempo de la colonia.

Como habíamos dicho aprendiendo y mas aún aquí en Bolivia, un país muy especial con gente muy especial. Contentos y en la lucha.

Continuara…

Gracias, muchas gracias.
Nicolás y Sebastián


CRONICAS DE LA GIRA 
“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

PRIMERA

La provincia de la Rioja

Bueno, aquí estamos. Si, no hemos desaparecido, ni tampoco hemos vuelto a la ciudad del asfalto de los malos aires porteños, rodando y rodando los ejes de la antorcha nos encontramos en la provincia del Chacho Peñaloza, del Pelado Anyeleli, de la Mayela, del Honorio, de los Teatreros revolucionarios.

La Rioja.

Caluron, es diciembre mediados, un poco de lluvia que ni entibia el hervidero de los piojos, todo es quemazón, se puede salir bien temprano en la ciudad capital, según me cuentan estos españoles fundaron un caserío que se transformo en la actual ciudadela en un pozo.

Si en un pozo, al parecer podemos confirmar que no es verdad el dicho ese que decían los españoles en épocas de la colonia que a los nacidos aquí se les achicharraba el cerebelo por el sol. Estos ya venían aquí sin el desde las europas.

¿Como fundar una ciudad en un pozo? Cosa de españoles, sin ofender a los descendientes de estos sin luz, bueno tema de historiadores y nosotros no lo somos. Solo somos unos trashumantes titiriteros ambulantes.

Y en este viaje, aquí salpicamos de palabras unas páginas para compartir nuestras experiencias con los hermosos vivientes de estas maravillosas tierras, de lucha, resistencia, coraje, aventuras, desventuras, amores, victorias y fracasos.

Salimos el 22 de diciembre de la ciudad Capital de la Provincia, cargamos gasoil, a la Antorcha con la colaboración económica del Victorino. Tomes esto es para la causa, nos dijo, y así salimos…

Me olvidaba, antes de comenzar a relatar el viajecito, debo comentarles un acontecimiento que se dio lugar unos días antes de nuestra partida por los pueblos y ciudades del interior de la provincia.

¿Qué pasaba?

La Crissstina, llegaba a la ciudad, si no la podíamos creer nosotros, la mina nos estaba siguiendo,
¡Noooooooooooo!
No aquí en la Rioja, la Cristina Fernández de Kiner, (Lo escribo así no por lo burro que si soy, sino es que bueno, es complicado, como la gente que lo porta)

La CriS, con su cartera y su maquillaje, su peluquero, su avión y su manada de lame Tetis, (para no ser machista, jajaj.) Aquí estaba queriendo saber que estábamos haciendo nosotros unos titiriteros perejiles, pero, pero muy peligrosos. Vino desde la ciudad Luz de los Malos Aires a pedirnos una entrevista, ya que durante los cuatro, cinco años de estrellado y vivencia en la susodicha ciudad, NUNCA le habíamos dado una entrevista, nos siguió asta aquí.
¿La pueden creer?

Nosotros bueno, como gente de principios, militantes de livertades anarquistas, testarudos;
¿Que hicimos?
No la atendimos.
No nada de entrevistas a esta gente de tan baja alcurnia.

Pero, pero, la vida tiene muchos peros, ¿Qué paso?

En la tarde del jueves 18 de diciembre, nos aprontamos a ir al centro de la ciudad, la plaza, el hotel presidente y claro la casita del poder ejecutivo, juntito a la casita del patrono religioso cristiano de la comunidad, el San Francisco.

Me olvidaba del Casino donde los feligreses descargan sus monederitos después de visitar al santísimo.

Nada de lo anormal.
Pero, pero esos interminables peros, había un carpita, blanca con la custodia policial de varios integrantes de la fuerza coercitiva, cuidando a los ciudadanos transeúntes de la voracidad de unos ambientalistas con fuertes convicciones.

Y los dos, nosotros tirabombas, rebeldes con muchas causas no nos pudimos quedar ausentes de tal acontecimiento. Así que despacito, transpirando la gota gorda, danzando al paso calido con las gomas de los pies derretidas pegadas al cemento, sin poder movilizarnos, nuestra desesperación se izo presente, gritábamos y nada. La gente que pasaba nos miraba y decían estos están locos. Hasta que de repente una interminable he infinita bandera nos beso tiernamente, y con su flamear nos invitaba a saltar dejar allí las zapatillas quemadas y animarnos a prenderla en su maravillosa esperanza.

Fue fuerte el latido de nuestros corazones que se potencio al sentir el latido latente y constante de los otros allí anónimos que estaban en la plaza.

Llegamos, a esa sombra un regocijo para la piel y para el espíritu.
¿Cómo, que decía la bandera?
Ya te lo dije, no estas prestando atención, ja no mentira la bandera decía:
“El agua vale mas que el Oro” No a la minería.
Conocimos mucha gente, hermosa maravillosa magnifica, luchadores de asambleas ambientalistas, gente de pueblo, de ciudad, como vos, como yo, que no se comió el verso del progreso, del trabajo, del futuro. Gente con hijos, gente sin hijos, casados, solteros, gordos, flacos, herreros, artesanos, médicos, maestros, abogados, luchadores, sin nombres y sin apellidos complicados. Allí todos confluían en el Famatina no se toca.
¿Qué es el Famatina? Y ¿Por qué no se toca?
Les preguntamos, y ellos al unísono todos juntos como si fueran uno nos contestaban, es un cerro y es el mas bello de los cerros, su sima esta siempre blanca, es el señor de los cerros. Y no se toca, porque es nuestra vida, el que nos regala el agua para poder sembrar, para poder beber.

Y allí, dos jóvenes vírgenes dispuestas al sacrificio estaban, la Ines y la Adriana, haciendo ayuno por tres días. Esta ultima una bellísima mujer con una maravillosa hija que no fue obra del espíritu santo, sino más bien del Hernán su excompañero. Y la primera estudiante de psicología en estado de evolución permanente.

Ahí nomás, nos entendimos de lo mejor con ellas, y las invitamos a la gira por el interior de la provincia, les gusto y se prendieron.

Pero retornando a la visita de la Sra. Presidenta, cabe aclarar que el hecho de que no le hubiésemos dado la entrevista, eso no implicaría que no le romperíamos los ovarios.
No, no.
Como las energías cósmicas del universo y la alineación de los planetas, uno sigue encontrándose con gente, con gentuza, que esta en el mismo camino y en la misma dirección que uno.
¿Qué paso?
Nos encontramos con otros locos del marote, un grupete de la elite ambientalista, el lado mas radicalizado de la cosa, los conflictivos, los que la hacen podrir, los que la complican, los rebeldes, los mas desorbitados los anormales, los revoltosos, los que no pueden quedarse en sus casas tranquilamente viendo la TV, el baile del Caño, los chismes ajenos, las novelas. Los que no se acomodan a las disyuntivas del sistema, los que no obedecen, como debieran obedecer.

Pareciera ser que nose, tenemos un imán con esta gente, que cosa seria, nos pegamos, se nos pegan, jaja.
Y bueno,
¿Qué mas paso?
Tonces acción…
Intervención, así como el rin raje, toco y me voy, estoy me ven te grito y desaparezco ante que los botones me den de palos en el lomo.

Intervención, una acción, artística ante la chusma.
Que se les había ocurrido vestirse de mojes negros, en procesión de un entierro, las lloronas acompañando un cajón mortuorio. Y de repente…

Zaz, a la mierda el cajón, abrir la tapa, la imagen del Gobernador de la Provincia, pisarlo, pasarlo por arriba, dejarlo en la calle y el baile la alegría, el jolgorio, la fiesta, la diversión, la vida continua.

Así que no nos pudimos permitir no participar de ello.

En un tremendo predio, donde solo había botones, vestidos de robocoop, con palos y cara de perros malos, dispuestos a pegarles hasta a sus propias madres, por solo obedecer. Y con algunas almas compradas con el poder de los dicen representar al pueblo, por cincuenta pesos, y un choripan.

Aberrante atrocidad de manejar la necesidad de los pueblos, son permisivos con la pobreza económica ya que son evidentes representantes de la pobreza de principios, de dignidad, ni se merecen ser nombrados.

Allí estaban, con sus sabuesos, ¿Y los ambientalistas?
Todos muy fichados, recontra recontra reconocidos, no los dejaron llegar ni a verle los implantes de silicona importada a la Cristina.

No importa, igual se izo lo que se pudo. No fue una derrota, sino un gran aprendizaje en la militancia.
“El famatina no se toca”

Así que contados los pormenores nos trasladamos a los pormayores que son parte importante de esta humilde gira.

Nos habían invitado para el día 26 de diciembre en un paraje que se llama el Zapallar unas ciento cincuenta personas desparramadas en la precordillera en el limite entre la provincia de la Rioja y San Juan.

En el marco de una conmemoración de una fiesta patronal del Santito del pueblo, también se recordaría la participación de un maestro de escuela del paraje, Don Avila, como lo llamaban, un gran maestro, un gran hombre.

Así que teníamos que hacer unos quinientos kilómetros, algunos caminos de cornisa, como era el pasar por la llamada cuesta de miranda, unos caminos de ripio, y ruta.

Aprontamos a la antorcha, la llenamos de títeres, por todos lados, los humanos en la primer etapa, Nicolás Piloto titiritero, Yo Sebastián copiloto titiritero, Adriana, acompañante mateadora oficial, Amanda, (Hija de Adriana) y encargada de la critica de los espectáculos. Y el último viajero soñador, Don Víctor, el conocedor de las rutas.

Allí aprontamos la gira por los pueblos de la llamada costa de la Provincia de la Rioja, primer parada, la ciudad de Sanagasta, habíamos acordado con Martín, una presentación en el pueblo a las 21:00 Horas, pero, pero como la vida tiene muchos peros, siempre, jaja

Llegamos al hermoso pueblo, cerca de las cinco, de la tarde, ¿y que pasaba allí? Un cierre de una academia de baile folklórico, del pueblo.
Todo el pueblo estaba vestidito con la pilcha dominguera, siendo que era lunes, todos con todo el ropero en sima, las pintalabios una extrañeza de boquitas pintadas al mejor estilo parisino.

Los aromas de perfumes se confundían con las fragancias aromáticas de las brisas del viento que bajaba de las montañas.

Todos espectacularmente vestidos, los perros bañados y con moños, las cabras, con plumas de cóndores, guirnaldas y luces, música. Inigualables instantes, el sol yéndose a descansar en las montañas, la noche prontito nomás a inundar la inmensidad del paisaje con su luz de oscuridad.

Mujeres con amplios faldones, multicolores. Los hombres con bombachas muy oscuras y con las líneas del planchado perfecto. Pañuelos coquetos, miradas sin mirar, atrevidas, escondidas, picaras y llenas de felicidad.

Y nosotros, con el altoparlante gritando:
¡Familia, chicos, chicas función de títeres, en el bordo colorado, a las 21:00, para toda la familia!
¿Te podes imaginas la bola que nos dieron?
jaja si después del bailantazo vamos, vaya a saber a la hora que termino esa folkloriada.

La primera función de la gira, la tuvimos que suspender, ya que no había publico, todo el pueblo estaba en otro lugar. Bueno uno aprende y para eso esta la vida.

Después de cargar todo en la antorcha nuevamente, nos disponemos a zarpar por la ruta nocturna camino a…
¿Dónde?
Ya es tarde, queríamos llegar por Famatina para pasar la navidad en el emblemático corte de peñas negras, pero quedaba como a unos trescientos kilómetros y la verdad que después de haber armado y desarmado el retablo, estábamos un poco cansados todos.

Además a la salida de Sanagasta, la antorcha había quemado como tres fusibles de las luces de posición, no nos imaginábamos porque había sucedido eso, si estaba a la perfección eléctricamente.

Bueno tripa corazón, y la voluntad de la señora de la noche, pusimos el ultimo fusible que nos quedaba sano y teníamos de repuesto, y ver que pasaba, nos largamos. Si se apaga la luz y quedábamos oscuras, allí la noche pasaríamos, no había complicaciones ni peligro, ya que por esa ruta no pasa ni el loro, y tenia una gran banquina donde estacionar perfectamente.

Salimos tranqui y debatimos, todos llegamos a la conclusión de que estábamos cansados, y que podíamos llegar a un pueblo llamado Aminga, donde el padre de Víctor vivía.

Cumpliendo mi función de copiloto, estaba encargado de la música, la charla directa con el piloto y de llevar en mi falda un gran equipo que además de cargador de batería, tenía incorporado una interesante linterna, por si la luz se nos apagaba.

Todo perfecto, de un saltito llegamos Aminga, pasamos por el centro del pueblo, y la luz de la antorcha perfecta en ningún momento tuvimos inconveniente alguno.

Llegamos a la casita de piedra, llena de flores y frutas.
Pero, pero pero, la vida y sus pero, jaja

El padre de Víctor no estaba, se había ido a la Rioja Capital a cobrar su jubilación y el susodicho hijo, no tenia la llave de la casa.

Bueno, aprontamos a sacar las bolsas de dormir en el quincho de techo de cañas.
No…
Dice Víctor, yo una vez entre por la ventana del Baño, voy a intentar…
No solamente los años han corrido desde aquella vez, le repetimos sino también los cuchillos y tenedores de los asados que te has comido.

Prominente pancita ha crecido,
¿Cuidado a ver si te quedas atrancado en el ventiluz?
Prueba superada, y espumante colchón nos esperaba a todos y cada uno de los viajeros viajadores.

Así dulce sueños y armonioso lugar nos acuno en la primera noche de la gira por la costa de la provincia de la Rioja.

CAMINO A FAMATINA

Tempranito nomás nos levantamos, desayunamos, cargamos el termo, cerramos la puerta y la ventana del baño nuevamente salimos, rodando las ruedas de la antorcha, leyendo historia de un libro que nos regalaron en la Radio de Alta Gracia.

Rumbo a Famatina.
De pasada mirando el paisaje dejamos una carpeta del grupo cuando nos encontramos con una amiga, la Karime, y allí nomás coordinamos una presentación en un club de Quipan, localidad perteneciente al departamento de San Blas de los Sauces.

Chochos de contentos nos agarro la noche.

Y con la luz de la antorcha si poderla haber llevado a un electricista para que la verifique. Cruzamos los dedos y nos mandamos, quedando solo unos cien kilómetros hasta Famatina.

Frunciendo el tuje, para no hacer viento flutulentico (jajaj) y que la luz se apagara, llegamos eso de las 23:00 horas a Famatina, todo un espectáculo éramos.

Títeres del Zonda…
¿Y a donde vamos?
A la casa de Don Honorio, un viviente de Famatina, luchador revolucionario, zurdito para los derechazos, un incansable hombre de ochentaipico de años, una lucidez impactante.

Pasamos por su casa, había luz y entramos.

¿Esta el revolucionario?
He si, acá estamos
un revolucionario nunca descansa, nos decía el viejito, allí estaban de festejos los muchachos, había un maestro de escuela, un sindicalista, unas doñas del barrio, en la despedida del fin de año.

Cerveza, sidra, pizza y gaseosa, nos abastecimos repusimos fuerzas y una de las doñas me quería tirar el cuerito, porque decía que tenia carita de empachado.

Te quiere comer el cuerito, decía la esposa del Honorio y los doble sentidos se agregaron a la fiesta, casita humilde, pero de grandes corazones, he ideales. Luchadores del lugar resistentes hombres y mujeres que defienden con sus vidas a la montaña del exterminio contaminante y rapaz de unos pocos vivos.

Mañana a ver al intendente tempranito, para que el municipio colabore con ustedes y les pague una función aquí la gente es muy pobre y no puede colaborar con la gorra, ni tampoco sabe lo que eso. Estos tienen plata, así que allí nos vemos, nos dice el Honorio, si no voy yo, los acompaña Cristina.

Nos fuimos a dormir a las dependencias del ACA, pedimos permiso, plantamos las carpas, unos dormimos en ella otros se tiraron a descansar dentro de la antorcha.

Despertar en Famatina.
La magia del lugar encanto la mirada lejana de nuestros ojos, impactante las montañas, época de lluvia en estos pagos, nubarrones de grises colores acariciaban el manto marrón de los cerros. Con gran timidez de impactarnos con su grandeza, el famatina no se mostraba, chucaro ante los visitantes.

Fuimos al municipio, 24 de diciembre por la maña, todo mas que bien, el intendente un joven trabajador social, quedo inscrespado por Cristina que nos había acompañado En el momento de que esta le dijo: Ya has transado tu candidatura a Diputado, ¿No?. Y este le contesto en doble sentido: Yo siempre transe (Con una picara sonrisa) A la que la Cristina le contesto: Si eso ya lo sabemos, pero cuídate…(Contestándole con otra picara sonrisa). Bueno coordinamos, una platica, como dice nuestra amiga de los hermosos sentimientos, y el arreglo de eléctrico, función para dentro de unos días el 29 de diciembre a las 21:00 Horas en la plaza de Famatina.

Así que para difundir, nos acercamos a la radio, antes que subamos al cerro a pasar la nochebuena. Todo mas que bien también, el Walter de la radio un fenómeno, estaba haciendo un programa continuado por todo el día.
¿Y que se le ocurrió?
Ya que íbamos al corte de peñas negras, llevemos unas radios y estemos conectados, para así saludar a la gente del pueblo en vivo y en directo desde el emblemático corte.

Nos fuimos para arribita del cerro, pero eso si nos aprovisionamos de vinito, y pollito para una cenitica muy especial.

Y allí llegamos, es muy difícil expresar en palabras la maravilla del lugar, la energía, las sensaciones, el orgullo de la lucha presente al pie del cerro.

El peña Negras es un corte emblemático, es el único camino que lleva hacia la montaña del Famatina, hace unos años atrás fue utilizado por los piratas ingleses que explotaban una mina llamada La Mexicana, de extracción de oro. Y la gente en una poblada dijeron basta, aquí no mas, pusieron una hermosa he infinita barrera, cortándoles a los pocos de siempre tanto en lo concreto como en lo ideológico la posibilidad de destrozar el cerro con la minería a cielo abierto.

La empresa que había pagado las cometas para hacer el terrible afano, estaba arriba con sus camiones, sus técnicos, su armamento sus conocimientos y la legalidad respaldándolos a su favor.

Pero, la vida siempre con sus peros, allí presente estaba por sobre la muerte en su cercano futuro. Asamblea, pueblada y todos juntos fueron a la sombra de aquella magnifica montaña a sacarlos a patadas, cortaron el camino en peñas negras, ni suben, ni bajan. Aquí estamos nosotros para cuidarte Famatina.

Y así estos que están desbordados de ambiciones nefastas se tuvieron que ir, los echaron un pueblo se levanto con toda su vos, con todos sus gritos, con todos sus puños en alto los rajaron, con la fuerza de su hermoso cerro.

Allí estábamos pasando el 24 de diciembre diciéndole nosotros los Títeres del Zonda estamos con ustedes gente hermosa, maravillosa, bella. Y aquí están nuestros muñecos, haciendo de las suyas cuidando su cerro, mientras ustedes festejan este día especial, disfruten nosotros estamos aquí, descansen, que la lucha siempre sigue, estén atentos, pero hoy descansen, estamos nosotros cuidándoles su tierno, frágil he imponente cerro.

Que el
“Famatina no se toca”
Pasaron los instantes, y de la cola de un cóndor paseamos por las montañas, suspirando miradas, acariciando corazones por dentro, viajamos entre la frescura de la nieve.

Manto blanco de pasiones, lucha, resistencia, coraje.
Suave vuelo de los sueños y…
Y el ave nos sonrió
Y la montaña nos sonrió.
Y el agua nos sonrió.
Y la luna nos sonrió.
Y las estrellas nos sonrieron.

Y nosotros sonreímos con ellos en un instante que se transformo en eterno.

Así, se nos fue sumando y sumando gente, la antorcha quedaba chica, no podía llevar mas personas, así que tuvimos que sumarle un auto acompañante.

La Luci, el Colacho, La Mimi, La Perlita.

Muchos a la aventura nos mandamos al Zapallar, impresionante, pasamos por un camino de cornisas entre la Ciudad de Chilecito y Villa Unión, para seguir a un pueblo que se llama Guandacol.

La cuesta de Miranda, no lo podíamos creer, esta es nuestra tierra, estos son nuestros paisajes, nuestras montañas, los colores, los aromas, las imágenes, la magnificencia, lo imponente, lo natural.

Aquí estamos, aquí vamos, aquí vivimos.
Y la antorcha mas que bien, perfecta, entre mate, y mate, quesillo de cabra, nueces, duraznos, ciruelas.

Llegamos a Guandacol, pero la lluvia, reciente y un día nublado nos aguo el camino al Zapallar, los ríos de montañas son peligrosos en épocas de crecida y por la radio informaban que no era conveniente pasar al Zapallar, ya que estaban caudalosos los cauces.

Así que no pudimos llegar hasta allí, pero igualmente plantamos bandera, y en un pueblo minero como Guandacol, tomamos la plaza.

Es muy difícil, más bien imposible juzgar a la gente, al pueblo que persiste en el silencio de la lucha contra esto que es pan para hoy y hambre y muerte para mañana. La necesidad es actual, la pobreza se vive en este instante y por eso muchos mal paridos utilizan el hambre, dan unas migajas al pueblo que persiste en la pobreza, para luego dejar la tierra totalmente contaminada, sin agua que beber, sin vida que vivir. Implantando la enfermedad de los sin lucha.

Pero bueno, uno es comprensivo, pero eso no quiere decir que uno deje de luchar en estos lugares, sino que porai pase como sapo en otro poso, y la lucha sigue tal vez ante la indiferencia, la molestia, la incomodidad o la resignación de algunos.

Allí pusimos una bandera, que decía el agua vale mas que el oro, no al uranio. Música, títeres y películas. Se lleno la plaza.

La llenamos, todo el pueblo, vestidos de gala, con sus mejores ropajes, los niños, las niñas, los adolescentes, los padres, los abuelos, las abuelas, ¿Los mineros?
Los rajaron a putiadas las compañeras y se fueron de la plaza.
Entre la Bartolina, que canto sus bagualas, el Yulios Argentino Corazón de Roca, y el Xochen, con su viento, el Rosendo que se lleva los aplausos y las sonrisas de los niños la jornada fue perfecta.

Las miradas concentradas del publico, la participación de los niños, y el aliento del títere originario, colmaron de energías nuestros corazones y nos confirmaron que estamos en el camino de la lucha que queremos estar.

Increíble, cuando culminamos nos traían pan dulce, gaseosas, y sobre todo mucho amor.

Hicimos, función en Chilecito, Famatina, Quipan- San Blas de los Sauces, Santa Vera Cruz

Todos magnifico público, magnifico recibimiento, contención, armonía y así despacito, despacito, con el teatro de títeres llegando a lugares alejados estamos, compartiendo con la gente, aprendiendo a vivir, juntándonos y haciéndonos más hermanos.

Ahora regresamos a la Rioja Capital, extrañando el clima de las montañas, pero completos inmersos en un manto de esperanzas y decididos a seguir por las huellas de los pueblos.


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